15 de diciembre, 2022
Busan, Corea del SurHabía vuelto a Busan la noche anterior.
Cuando llegó, su hogar lo recibió con aquella cálida familiaridad. Las luces estaban apagadas y no había nada más que penumbra a su alrededor. Nada más que una oscuridad que si bien, ciertamente no era igual, era demasiado similar a una que había conocido en uno de sus sueños.
Al entrar, Jimin se había detenido por un segundo en el umbral de la puerta. Sus pasos frenaron abruptamente y la mano con la que todavía sostenía la manija, se apretó con fuerza.
Él sabía que no era nada más que su cabaña, pero algo se sintió diferente.
De una forma que hace semanas había provocado en él una sensación amarga en su boca y que había hecho que su corazón se detuviera por varios milisegundos.
Una brisa gélida de aire se coló por la puerta abierta y cuando entró en contacto con las zonas de piel desnuda que su ropa dejaba al descubierto, sintió un escalofrío.
Quería avanzar.
Quería entrar a su cabaña y refugiarse en la tranquilidad dentro de esas cuatro paredes, pero había algo que se lo impedía.
Momentáneamente, Jimin contó en su cabeza los segundos.
Por un instante, recordó ciertas palabras y de alguna manera supo que éstas eran correctas en aquel momento.
'Todavía no', había escuchado alguna vez en ese inquietante sueño que nunca había vuelto a repetirse.
Y si bien, no se trataba del mismo escenario, Jimin pudo sentirlo familiar de todas formas, así que se dejó abrazar por aquella similar sensación y esperó.
Detuvo sus movimientos.
Espera, se repitió a sí mismo una y otra vez en su cabeza.
Jimin aguardó de pie en la entrada de la puerta, sin cerrarla, pero tampoco sin atreverse a entrar todavía.
Miró en todo momento al interior y cuando su cuenta mental llegó al número sesenta, su corazón dio un vuelco en su pecho.
Porque cuando aquel minuto se cumplió, algo dentro cambió.
Jimin dejó de entrecerrar sus ojos por la oscuridad dentro de su hogar, porque ya no había nada de eso.
En un latido, todo se iluminó una vez más. La luz de luna que lograba entrar por sus ventanas hizo su aparición dentro de la cabaña y con ello la penumbra quedó atrás.
Y en ese momento, pensó en lo tonto que había sido al no darse cuenta.
Lo descuidado que habría sido ingresar a su hogar tiempo atrás.
Porque no importaba que tan oscura fuera la noche. No importaba cuán escondida estuviera la luna durante la madrugada.
El interior de su cabaña siempre estaría iluminado y no oscuro como había estado.
Jimin tragó saliva, sintiendo que su garganta se sentía como si fuera una lija áspera.
Apretó la puerta con más fuerza antes de aflojar el agarre y soltar con ello todo el aire que había estado reteniendo en sus pulmones.
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La ley del todo o nada [kookmin] (en edición)
Fanfiction"¿Y si no es en esta?" "Entonces prometo buscarte en todas mis vidas, hasta que lo logremos, ángel" Dónde Jimin y Jungkook prometieron alguna vez amarse en vida, e incluso más allá de la muerte.