013.

55 4 0
                                    

Que poco duraba lo bueno.  Que efímero y fugaz es todo lo que hace bien.

 Draco no podía parar de repetirse eso en la cabeza, como un mantra. Sus horas a solas con Liv le habían hecho creer prácticamente que podía flotar, más bien volar, por los pasillos de Hogwarts a la vuelta de pasar el día con ella en el bosque. Sonreía bobaliconamente, y ni siquiera le había dado tiempo a pensar en que estaba sintiendo o empezando a sentir, cuando entró en su habitación, y se tumbó en su cama, mirando al techo sin ver nada. Creía que estaba solo, cuando escuchó el sonido de la ducha correr. No le importaba mucho quien estuviera dentro. Se quedó allí, repasando mentalmente todas sus conversaciones con Liv, el tacto de sus labios, el olor de su piel, cuando un golpe en la rodilla le sacó de su ensimismamiento.

-Qué contentito te veo, Malfoy. –Le dijo Nott, que había salido del baño y estaba secándose el pelo con una toalla, ataviado únicamente con unos pantalones cortos grises.

-Lo estaba hasta que apareciste, Nott. –Repuso Draco por inercia, seguía de buen humor, pero lo tendría que disimular delante de su amigo.

-Ya me imagino yo a que se debe ese buen humor. –Replicó Theo, riendo entre dientes, dejando caer el peso de su cuerpo sentándose en su cama.

Draco se incorporó, pero continuó sentado en su cama, recostándose sobre su almohada.

-Sea lo que sea que estés imaginando, estás equivocado. –Dijo Draco sin ganas de discutir.

- ¿Me vas a negar que has pasado el día con Liv Dumbledore? Me lo estoy empezando a tomar como un insulto a mi inteligencia, hermano. –Contestó Nott tirándole la toalla a la cara.

Draco suspiró, quitándose la toalla de la cara, empezaba a perder la paciencia, y siendo sinceros, no sabía que contestarle a Nott, así que optó por el silencio.

-Está bien, tomaré tu silencio como un "no te imaginas como es en la cama", entonces. –Nott quería respuestas, así que iba a pincharlo hasta más no poder.

-Eh, no hables así de ella. –Contestó Draco amenazándolo con un dedo.

-Ósea, que si hablamos de ella. –Nott rodó su lengua por el interior de su mejilla, reprimiendo una sonrisa. –Venga, cuéntamelo, no se lo diré a nadie.

Draco inspiró profundamente, cerrando sus ojos, colocando el dorso de una de sus manos sobre su frente. No le contaba nada por varios motivos, uno de ellos es que no quería traicionar la confianza de la chica. Pero el motivo de más peso, es porque si lo contaba, tendría que pararse a analizarse, a preguntarse a sí mismo qué estaba sintiendo. Y eso le aterraba.

-Te juro de verdad que no se lo voy a contar a nadie. –Viendo que Draco aún no hablaba, Nott golpeó el suelo con uno de sus pies. -Draco venga, parece mentira, no voy a decir nada.

-Por Salazar, Nott, calla ya. –Dijo Draco al fin, rindiéndose. –No sé qué contarte, no sé cómo ha pasado.

-Empieza por contarme qué ha pasado, por ejemplo. –Dijo Nott con tono divertido, subiendo y bajando sus cejas, pero al ver la gélida mirada de Draco, carraspeó, poniéndose serio. –No, va en serio, ¿estáis juntos?

-No lo sé. Ósea, no. O sí. No lo sé. –Draco frunció su ceño. No estaba preparado para una pregunta tan directa.

Nott miró a su amigo entrecerrando los ojos, tomando silencio lo cual era muy inusual en él.

-Draco, ¿os habéis liado? –La verdad es que empezaba a dudar de la veracidad de la historia.

-Si. Pero no hemos ido más allá, si es lo que preguntas.

𝑒𝓎𝑒𝓈 𝒶𝓇𝑒 𝓁𝑜𝓊𝒹 • La Reina de Hogwarts y el Principe de SlytherinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora