iv. welcome home

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04 | ❛❛ bienvenida a casa, Blair ❜❜

LAS RAMAS CRUJÍAN SEGÚN Blair daba un paso más, cada vez más perdida entre los árboles

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LAS RAMAS CRUJÍAN SEGÚN Blair daba un paso más, cada vez más perdida entre los árboles.

No sabía cuanto tiempo llevaba caminando y había comenzado a pensar en la mala idea que había tenido. Quería ver a la comandante sin saber donde estaba. Y moverse por el bosque siendo skaikru te garantizaba de todo, menos la seguridad. Pero ya no existía manera de regresar al campamento por su cuenta. Lo único que deseaba era volver a ver a Bellamy a salvo.

Se frenó en seco al oír unas pisadas acercarse a ella. Por instinto, se llevó la mano a la espalda para tomar su arco, pero recordó que los hombres de la montaña se lo arrebataron. Tensó la mandíbula al escuchar gruñidos a su alrededor, indicándole que la distancia entre esas personas y ella era mínima. Deseó en su interior que fueran sólo unos terrícolas.

Y así fue.

Tres terrícolas, enmascarados, corrieron hacia ella. Blair no se movió, sino que se colocó en una postura defensiva, lista para emprender una nueva lucha. Irónicamente, se estaba empezando a acostumbrar. Uno de los terrícolas, que montaba un caballa blanco, se paró en frente de la arquera y los otros dos triku se abalanzaron sobre ésta.

Blair fue más rápida y cuando logró derribar con facilidad a uno de ellos, se lanzó a por el segundo. Le arrebató su espada en un movimiento veloz y la clavó en su pecho sin dudar mucho más de un segundo. La aterrorizó la manera en la que la resultaba mucho más fácil acabar con una vida ahora. Levantó su vista hacia el tercer terrestre, que se bajó del caballo y caminó hacia ambos cadáveres. Musitó algo a los dos muertos en un idioma que Blair no identifica entre sollozos. La morena puso una mueca triste, tratando de contener las lágrimas. Puede que fueran familia. Los terrestres tenían sentimientos. Eso había aprendido con Anya. No eran tan distintos a ellos, simplemente algo más impulsivos. Ambos bandos buscaban lo mejor para su gente. Cuando el único terricola vivo se la acercó, pensó que iba a atacar.

Para su sopresa, éste se quitó su máscara y observó a Blair con una sonrisa en su rostro, ignorando las lágrimas que corrían por sus ojos. La arquera hizo un esfuerzo en reconocerlo. Se acordó de él terricola al divisar su cabellera blanca rizada y sus ojos azules. Era el mismo terrestre que la salvó aquel día mientras estaba encerrada.

—¿Letom?

El triku asintió, antes de extender sus brazos hacia Blair, dispuesto a abrazarla con fuerza. La morena aceptó la acción y le devolvió el gesto, por muy raro que la pareciese. Lo que más necesitaba ahora, era un abrazo. Sintió el aliento del terricola en su oído.

—Creíamos que estabas muerta, Blair Kom Skaikru— admitió. Blair frunció el ceño con una leve sonrisa.

—¿Creíamos?

—La comandante y yo— añadió, llevándose las manos a la cintura en postura de jarra. La morena se soprendió ante sus palabras, pero después recordó a la Anya moribunda que admitió haberla hablado de ella a heda— Heda quiere hablar contigo.

𝐓𝐇𝐄 𝐀𝐑𝐂𝐇𝐄𝐑, 𝐛𝐞𝐥𝐥𝐚𝐦𝐲 𝐛𝐥𝐚𝐤𝐞 ²Donde viven las historias. Descúbrelo ahora