La llegada de Arturo provocó gran revuelo en la pequeña tribu.
De inmediato fue bien recibido.
Un banquete en su honor se celebro esa noche.Por muy buena que estuviera la comida y el rico vino que aún se mecía en su vaso de madera.
No podía disfrutar nada.-¿donde está Merlin?- pregunto cuando el ambiente estuvo en silencio.
Desde que llegó, la fiesta no lo había dejado preguntar.
Venir e ir es lo que se la pasó haciendo.-el Sir salió hace ya dos días- dijo el jefe de la tribu.
-a mi mesa llego una joven suplicando ayuda por que Merlin estaba en una maldición- las palabras agriaron el sabor del vino.
Las conversaciones sedaron al igual que cualquier otra actividad.-le puedo asegurar que el salio sin ningún problema de aquí, tuvo que llevarse todo lo que estaba en la cueva, adelantó todo lo que pudo por que no quería retrasar su llegada- un hombre diferente ahora hablaba.
-¿que hay en la cueva? La chica me dio a entender un templo negro o algo así- un jadeo de asombro atormento el pensamiento de los caballeros.
-está... está seguro de haber escuchado esas palabras- el titubeo aumento la inseguridad del Rey.
Asintió sin más que agregar.-dentro de la cueva fueron encontrados diez cuerpos, cada uno de ellos masacrados de diferente forma. Fue Merlin el primero en poder entrar por que un sello protegía el lugar. Dos de los nuestros perecieron al intentarlo- le explicó el líder del lugar.
Cada vez el ambiente se tornaba más tenso.-Sir Merlin rompió el sello y sano el lugar- era imposible entender lo que siguió por que todos comenzaban hablar a la vez.
-es mejor que regrese al castillo- le aconsejó el más viejo del lugar.
-este lugar no es seguro, aunque ahora somos libres aún hay muchos que le guardan resentimientos. Si no fuera por Emrys hace mucho que usted ya no estaría entre los vivos- las palabras pusieron al tanto a los caballeros que buscaron a tientas el mango de la espada.Defenderían a su Rey por que este era Justo y más haya de su título era también su amigo.
-que dos de los nuestros los acompañen, si Emrys necesita nuestra ayuda no dudaremos en brindársela- Arturo no pudo discutir más.
Gwen lo apaciguó tomando su mano.-tranquilo, Merlin es alguien muy listo además el a demostrado que puede defenderse solo- Arturo alejo el toque suave de sus manos.
No quería palabras de consuelo, el quería respuestas claras.
Ubicaciones o lugares donde buscar.Partieron a la mañana siguiente, los dos chicos delante eran menudos, no tenían mucho músculo pero Arturo aseguraba su título a que eran muy buenos con la magia.
-creo que todo esto es sospechoso- Leon adivino sus pensamientos con esas palabras.
-hay algo que no termina de entrar en la historia- le siguió el rubio y su amigo más antiguo asintió dándole la razón.
El siguiente en hablar fue el Perfecto Lancelot.-hay algo que los druidas en donde nos hospedamos comentaron en el tiempo de locura de mi Rey- le lanzó una mirada que el rubio no supo interpretar pero a lo visto Percival si ya que su risa suavizó el ambiente.
-pero es un tema delicado y no creo que los dos delante sean de confianza- Gwaine que era el más hablador ahí asintió y con sus dedos añadió que era mejor guardar silencio.Las dudas y los recados entonces se mantuvieron en su boca lista para explotar en cualquier lugar.
Fue cerca de Camelot que el ambiente volvió a tensarse.
Un caballo negro avanzaba con prisa por el lugar.
Parecía desbocada.Los dos hechiceros delante estaban listos para acabar con el animal pero Arturo los detuvo.
-es el cabello de Merlin- a Justo las riendas de su propio caballo y comenzó a perseguir al fino semental.
El cabello se detuvo ante su llamado, comprendiendo quien era.
No tenía ningún rasguño.La silla de montar estaba apunto de caer de su cuerpo, Arthur supo que había sido colocada con prisa.
-parece que el estaba huyendo de algo- dijo uno de los jóvenes.
Arturo no se aprendió sus nombres por que no eran importantes.Lo ato entonces a la tienda del suyo y siguieron su camino.
No podían hacer mucho.
Tenían que llegar al castillo, si los dos del antes querían atacar ellos eran uno inútiles en tal batalla.Al llegar sus caballeros los hicieron pasar, Gaius junto a Mordred los recibieron el más joven se tensó ante los otros.
-el viaje a terminado, pueden retirarse- el Rey no sabía el por qué el ambiente hostil de parte de su caballero hacia los otros dos.
-descansaremos esta noche si es posible y saldremos mañana a primera hora ¿podríamos hacerlo? Pagaremos por una posada- Arturo los detuvo.
Había habitaciones en el castillo de sobra, además sería de muy mal gusto tratar de esa forma a quienes los estaban escoltando.
-pueden descansar aquí hay habitaciones de más- una confianza lo embargo Merlin siempre delante de todo había hecho cuartos para aquellos que poseían magia.
Por si la situación se descontrolaba ellos siempre tuvieran el mango de la espada y no el filó.Alguien lo guió.
-tenemos que hablar con ustedes- aclaro el médico antes de que volvieran a interrumpir.
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El calabozo.Merlin sin duda lo recordaba varias veces había sido su habitación privada.
Recordó vagamente el día en que su magia fue revelada.
La voz fría pero insegura de Arturo ordenando su restricción.Las esposas pesadas con que la magia se mantenía retenida.
La burla de la bruja de Morgana.Y la luz que fueron sus amigos.
¿Como podía explicarles ahora que era el mismo chico de aquella vez?Algo se removió en su interior y supo que ella de nuevo lo sepultaría.
Era repugnante.
Su vestido estaba hecho una basura, ante los ojos de cualquiera ella era menos que una plebeya.
Sin voz ni voto.Aún así se acomodó los mechones negros y trato de limpiarse la cara.
Sabía muy bien que con una sala palabra todo volvería a su lugar.
Solo estaba tomando tiempo, no podía estallar tan rápido tenía que ganar confianza y adentrarse al corazón de aquellos que la rodeaban.Un ruido la abstrajo de sus pensamientos.
Tenía vecinos.Se levantó de la sucia paja y observó tras los barrotes la terrible escena.
-pudiste ser una Reyna, tenías el poder en tus manos y mírate ahora- se agachó solo un poco para encarar los ojos de aquella mujer.
Hacía aproximadamente un año que se había despedido de su cuerpo mortal.
Pero las noticias sobre el levantamiento de la gran Morgana eran sueños y promesas para su pueblo.Ella sabía que no tendría éxito, era tan prepotente.
El odio la cegaba y cuando algo así te pasa no importa el poder que tengas no hay otro camino más que la perdida.-yo puedo ayudarte- su voz de nuevo tan maléfica que los ojos de la chica se pusieron blancos.
-¿pero para que me servirías tu?- alguna vez tuvieron el tiempo de verse.
Tan lejos y tan iguales.Ambas con dones que tenían que ser una maldición.
Ella era una princesa con un bonito vestido y una linda tiara en la cabeza.
La otra una simple campesina con la ropa andrajosa y las manos llenas de callo.Era bueno saber que ahora ella tenía el bonito vestido.
Si Arturo Pendragon no cedía a lo bueno ella siempre podía utilizar el donde que tanto le había costado.
Esa tarde le trajeron una comida deliciosa.No solo pan y agua.
Aquella charola llena de fruta, pan y pedazos de carne solo le daba buenas noticias.No había visto de nuevo a nadie.
Pero no se preocupó.
Se recordó que solo era cuestión de tiempo para que su plan comenzara a salir.
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Buenas y adiós 👋
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Perdido
General Fiction-¿esto es enserio?- le pregunto. Sintió un ardor insoportable en sus muñecas, sus ojos aunque nublados por el dolor y las lagrimas distinguieron las esposas que se guardaban para gente como el. Personas que no debían de nacer. -llévenlo a los calab...