Perdido

Solución

Evitó salir las primeras horas mientras repasaba con su mentor todo lo que había hecho.
Pero nada parecía fuera de lo normal.

Salvo por algo.
Merlin no quería decirlo en voz alta.
O lo delataría ante los demás.
Sus sucios secretos estarían expuestos como la ropa sucia.

-hay algo que no me estás contando- los ojos agudos y cansados de un hombre que ya tiene miles de experiencia lo analizaban y Merlin se sentía desnudo.

-mientras estaba fuera ayude a limpiar la herida de Arturo, no se cómo pero influyó a que esto pasara- Merlin ya no tenía uñas que morder ni cutículas.
Gauis tomó sus manos y con tranquilidad las curo.
Vendas aquí y haya.
-crees que esto es temporal ¿verdad?-

-si... necesitamos descifrarlo antes de que ella vuelva por que algo me dice que no le gustara para nada que tú hayas regresado a tu cuerpo original-

Esa misma mañana Merlin volvió al claro.
Tenía la esperanza de que Kilgharra si apareciera en aquella ocasión.

-!draco venit ad me¡- era la tercera vez que proclamaba aquella orden y no había rastro de ningún ser tan gigante que sobrevolara el cielo que estaba tan claro y brillante, digno de ser una pintura que se colgara en la sala del trono.
Se dio la vuelta dispuesto a irse pero el ruido de un aleteo pesado y grande lo detuvo.
El fuerte viento also sus ropas sueltas y despeinó su cabellera corta.

Un par de ojos en reja lo observaba con cautela.
Resoplo y de nuevo la fuerza del viento lo despeino.

-pensé que no vendrías- dijo mientras le sonreía al ultimo de su especie.

-no era seguro venir, pero sin duda era urgente- los ojos amarillos analizaron el cuerpo de Merlin.
-Ella está volviendo, tienes algunas cuantas horas antes de que regrese-

Aquellas palabras lo hicieron suspirar.
Lo presentía.

-no se que es... digo escuche la historia, pero no se como revertir esto- agachó su cabeza y se arrodilló.
Alguna vez el joven mago había prometido sólo arrodillarse ante su rey.
Arturo era el único que merecía tal acto.
Pero ahora era necesario.
-por favor... te lo suplico- al dragón aleteó sus alas advirtiéndole a Merlin que pronto despegaría del suelo.

-¿que es lo que quieres de mi? ¿Una solución?- su voz era vacilante.
Kilgharrah se estaba burlando de él.

-una orientación- si su voz seguía con aquel tono de súplica no se avergonzaba.

-no se por que, no la necesitas- los ojos de Merlin eran dos cristales afilados.
Fue la primera vez que Kilgharrah vio la furia en el joven mago.
-tanto tu como yo sabemos que ya tienes la solución en tus manos, no es mi culpa que no la quieres aceptar-

-tienes que existir otra forma- el dragón volvió a revolotear sus alas.

-La sangre de inocentes marco este hechizo- Merlin lo sabía.
!Que el había estado ahí en medio de cuerpos y putrefacción¡
-la sangre de un inocente es la única cosa que puede disolver el pacto- Kilgharrah entonces se alzó en el vuelo.
-sangre no significa muerte- fueron las últimas palabras que la inmensa bestia le dirigió antes de perderse entre el oscuro cielo.

Fue la primera idea que el pelinegro había tenido cuando repasaba sus acciones.
Era la sangre de Arturo que había entrado en contacto directo por sus pequeñas heridas.

El problema era que no sabía que tenía que hacer.
Es como tener la fórmula de un ejercicio pero no saber cómo aplicarla.

Regreso al castillo con muchos conflictos en la cabeza.
Sus pensamientos tratando de encontrar soluciones .

La sangre era todo la pista que tenía, pero ¿como utilizarla? ¿Tendría que bañarse en ella?
Además ¿como iba a conseguirla? ¿Quien se la querría dar? ¿Tendría que ser de alguien especifico? ¿Era únicamente la sangre de Arturo la que funcionaria? 

-!Merlin¡- el grito de aquella voz que el tanto anhelaba lo hizo parar de golpe.
Antes de darse cuenta estaba en el suelo por la fuerza del impacto.

-mi rey- sonrió en respuesta a la mirada llena de cariño que los ojos de su rey le demostraban.

-¿por que no me dijiste que ya estabas de vuelta?- la fuerza en en el abrazo incremento y Merlin se sintió completo.

-pensé que aún estabas lidiando con la maldición- Lancelot fue el segundo en acercarse sus ojos cafés analizando la figura.
Merlin le hizo un gesto con la cabeza dándole una respuesta a la pregunta hecha en silencio por su amigo.

Todo estaba bien.

Se pusieron de pie con la ayuda del otro y antes de que alguien más pudiera robarle la palabra Merlin hablo.

-aun lo estoy- el grupo de caballeros quedó en silencio alguno de ellos dio un paso atrás.
Merlin no los culpo.

-pero... pero te vez muy bien- Arturo le dio la vuelta tratando de buscar una herida o algo que estuviera diferente en su amigo.

-es algo que viene y va- dejó de moverse y sostuvo la mano de su rey.
Sus ojos se cristalizaron.
-yo me equivoqué- respondió mientras se limpiaba con la manga el rastro de lágrimas.
-me confié y anduve sin cuidado en un lugar como aquel... se supone que yo debería saber mejor que nadie que la magia suele dar sorpresas y aún así...- se quedó callado.

Arturo tubo un repentino ataque de furia.
Una razón más por lo que la magia debería ser prohibida.

Pero ¿prohibida?
Merlin era magia y el no quería mantener a su amigo en una celda mucho menos darle una muerte repentina y dolorosa.
Merlin era magia y también era puro.
Merlin era todo lo bueno que alguien podría desear.

-¿ya tienes una solución?- se ánimo a preguntar cuando noto como nadie más se atrevería a serlo.

-me estuvieron dando algunas ideas, pero aún son solo especulaciones-

-tu prima a estado por aquí dándonos terribles dolores de cabeza- se quejó Elyan mientras le pasaba un brazo por los hombros.
-Bueno a mi hermana y por lo tanto a mi- el gesto que hizo provocó la risa de Merlin.

-suele ser muy soberbia- admitió recordando los vagos recuerdos que aun tenía sobre su comportamiento.

-es de mala educación hablar de una dama sin su presencia- Leon se hizo resaltar de entre las demás capaz rojas.

-se que la quieres pero te lo digo enserio Leon no deberías hacerte ilusiones con ella- le aconsejo con tranquilidad y palmeo su espalda.
-es como una serpiente cuando menos te lo esperes ella puede atacar y matarte-

-pero tú la enviaste- Merlin giró su rostro para ver a Arturo el dueño de aquellas palabras.

-yo le dije que podía dar las noticias, el que decidiera quedarse o no fue su propia decisión- El recuerdo de sus primeros días como aquella persona aún vagaba en su mente.

-¿por que hablamos de ella si estás tú aquí?- una sensación de paz lo invadió cuando sintió el agarre férreo de Arturo en su brazo.
-vamos a comer- sonrió como siempre que acababa de decretar una nueva ley.
————
Ya estamos por terminar!!!
Quiero escuchar sus teorías ☺️😁😛
Espero tengan una excelente vida