Perdido

Lancelot

-no hay que precipitarse, Merlin esta bien. Ya me e puesto en contacto con el- el medico tuvo que improvisar.
Hacer callar a todos y explicar que una guerra no era la solución.
Ni si quiera sabían el mal que se aria si de nuevo entraban a una.
Gaius por primera vez entendió las veces que Merlin llamaba cabezota o exagerado a Arturo.

A su mente le llegó un recurso de hacia mucho tiempo, en aquellos días Merlin aún batallaba con el mal humor de su Rey.

"Y si quiero hacerlo callar y que me escuche tengo que gritar su nombre ¿sabes cuanto me duele la garganta por eso? La otra opción es pellizcarlo y el suele ser muy vengativo, me lanzó el plato de plata ¡plata! ¿Que es la plata? ¡Un metal!"

La sonrisa que afloró en su rostro tan natural.

Aquí la diferencia era que él no era Merlin, el sirvo favorito del Rey.
Y sus acciones lo podían llevar pasar una noche en el calabozo... si es que tenía suerte.

-¿donde está entonces? ¿Por que no se a presentado como es debido? El dijo que no tardaría en regresar- Gaius entendía a la perfección la preocupación que Arturo tenía.
Sabía muy bien lo que significaba Merlin en la vida del joven Rey.

-está con su madre mi Rey, su salud es estable yo personalmente me encargaré de ayudar con el problema ya hemos analizado la situación con Gaius- fue la gota que termino por derramar la copa.

El monarca sabía que Mordred no lo hacía con malas intenciones pero aún así Arturo explotó.

Estaba tan molesto por que le guardaban información como si se tratara de un crío y no del monarca que gobernaba la región.

-!quiero una explicación aquí y ahora¡ no soy un tonto se que el no se cansaba de repetir lo tonto que podía ser. ¡Pero no! Me dicen que está pasando o ahora mismo mandare poner una pira y ya veremos quien es el primero-

-en efecto mi señor Merlin tiene sobre el una maldición, pero no daña su cuerpo... es su mente la que se ve nublada. Por ahora es recomendable mantenerlo alejado de nosotros, ya con anterioridad padeció de algo similar- sus ojos se desviaron a la morena.
Ella no comento nada pero entendía en seguida a lo que el médico se refería.
-sabemos que la maldición  dio comenzó después de salir de la cueva así como intentaremos saber cómo terminar con ella sin hacer el mayor daño-

-la cueva- repitió Arturo cansado.
Todo hubiera sido tan diferente si el lo hubiera acompañado.

-deja de lamentarte, es mejor poner lo que sabemos sobre la mesa. Todo esto es tan sospechoso ¿o soy yo el único que piensa que hay algo malo?- Lancelot dejó la calma de un lado e insistió que algo no andaba bien.
El caballero se convirtió en mucho más que un amigo para Merlin, era su familia.

-suponemos que los druidas de esa tierra no son aliados- Mordred se llevó de nuevo la atención de todos ahí.

-¿de que hablas? Merlin firmo el tratado de paz, yo lo hice. Juntos liberamos la magia- dio otra vuelta por el lugar su discusión no había podido llegar a la mesa redonda.
Estaban en la sala del trono.

-si pero antes de eso, Morgana era quien prometió libertada, poder y venganza. Emrys decidió por su parte protegerte- sus pasos se detuvieron y sus ojos chocaron con los claros del joven caballero.
-Merlin puso su poder y su favor a tus pies antes que a su propia gente, eso algunos no lo tomarían muy bien. Que Emrys el mismo Emrys que proclamaba la profecía como un héroe estuviera apoyando a quién los mataba... se que ya no existían tales líneas pero hay muchos que aún ven a Merlin como un traidor- Arturo se dejó caer en el trono.

Era verdad.
El lo sabía, cuando su miedo pudo más que su lealtad hacia Merlin.
No hubo persona que no le dijera que mal hacía.
Merlin había hecho sellos para que nadie invadiera La Ciudadela y con ella el castillo.
En cada batalla ganada estaban envueltas las manos de Merlin.