Regalo (Itanaru)

Capítulo 1

Los azules veían con disimulo al Uchiha a su lado, podía observar su rostro con cuidado, detalló sus facciones quedando un poco perdido, ambos estaban agotados, principalmente él, se sentía débil, habían robado parte de su chakra en ese lugar. Sasuke se levantó y colocó su único brazo bajo el suyo de su lado izquierdo, lo ayudó a levantarse, lo sacó de su ensimismamiento -¿te encuentras bien? -el rubio sonrió levemente, asintió con debilidad -sólo, no es mi mejor día teme -Sasuke sonrió ligero -bien, es hora de regresar -Boruto se colocó junto a ambos emocionado, los kages también iban a su lado, el Hokage les agradecía su ayuda y preocupación. Sasuke abrió un portal usando el poder de su rinnegan, salieron de la dimensión del otsutsuki. Naruto a esa distancia de su amigo podía sentir su calor, su aroma, con el filo de su mirada una vez más lo vió con cuidado, en ese momento todos los recuerdos de su infancia llegaron a él, cerró sus ojos por un momento, respiró hondo tratando de suprimir sus sentimientos, desde que lo vió casi dar su vida por en aquel puente en la tierra de las Olas, su corazón latió con fuerza por él, el Uchiha se convirtió en su centro, su amigo, su amor.

Por meses vio crecer a Sasuke a su lado, ambos comenzaban a hacerse fuertes, cuando Orochimaru lo arrebató de su lado, no podía permitir que su amor se perdiera en el odio, a pesar de que intentó asesinarlo, a pesar de sus estupideces, él no lo dejaría. Cuando el mundo no creyó en el Uchiha, él lo hizo, era el único que creía que podía regresar a su vida a su gente querida, aún recordaba cuando Sakura y kakashi quisieron acabar con su vida, él estuvo ahí, no lo dejó, menos cuando se lo prometió a Itachi, sonrió al recordar como el mayor había descubierto el amor tan fiel que tenía por su hermano, negó mentalmente con diversión, nunca se había avergonzado tanto en su vida "lo amas, ¿no es así? nadie haría todo esto que haces por mi hermano, por una simple amistad" -sacudió su mente al sentir sus mejillas sonrojarse.

Todo eso quedó atrás, el día que Sasuke salió de prisión después de la guerra, vio a la distancia como se despedía de Sakura de forma tan especial, la mirada entre ambos le destrozó el corazón, ese pequeño poke en la frente de la chica por parte del Uchiha, había sido todo, en ese momento se dio cuenta, que no tenía ni la más mínima esperanza, él nunca fue una opción para el Uchiha, él sólo era el amigo que hizo todo por recuperarlo, entendió que era él quien sobraba, se hizo a un lado reprimiendo sus sentimientos, su corazón, para que sus amigos pudieran ser felices.

Naruto por su lado, después de años no había encontrado un nuevo amor, un nuevo alguien que pudiera compartir su vida a su lado, nunca pudo sacar al Uchiha de su corazón, pero tenía que seguir, comenzó a sentir la presión social de sus conocidos, todos encontraban pareja para ellos, Sakura con Sasuke, Shikamaru y Temari, Sai e Ino, Shino y Kiba, pero él, él estaba solo, él siempre estuvo solo, le dio pánico, comenzó a sentir esa soledad asfixiarlo, comenzó a pensar que su destino era estar solo, ¿con quién compartiría sus sueños?, ¿con quién podía tener esa familia que siempre anheló? ¿con sus amigos? no era lo mismo, él quería a alguien para él, en ese momento de su vida fue cuando llegó la misión de rescate de Hanabi, Hinata.

El portal se abrió dejando ver a Konoha, dieron un paso fuera del portal, Sasuke lo soltó, Naruto había sentido dolor en ese acto, suspiró con cansancio, la chica Hyuga que ahora era su esposa se lanzó a su pecho en un fuerte abrazo, había lágrimas en sus ojos, sonrió ligero para ella, era una buena y complaciente esposa, nunca le decía que no, nunca lo reñía, no era el mejor esposo, pero se esforzaba por hacerla feliz como podía , además, a pesar de todo, la chica seguía ahí. Era una mujer amorosa, servicial, hogareña, a pesar de ser fuerte se había dedicado al hogar, dejando el mundo shinobi de lado, la observó por un momento recordando aquella misión de rescate de Hanabi, su cuñada, Sakura le había dicho sobre los sentimientos que siempre había tenido la Hyuga sobre él, la observó durante la misión dándose cuenta que era verdad, lo decidió, al final era su amiga, podía intentar quererla, podía intentar ser feliz, así fue, durante años lo había intentado.

A pesar de tener dos hijos y una amorosa esposa, no era feliz, a pesar de tener todo lo que cualquiera desearía, no era feliz, tenía esposa, hijos, una casa, no le hacía falta el dinero, tenía un puesto envidiable como el honorable Hokage de konoha, tenía el respeto que siempre deseó, tenía la atención del mundo sobre él, había logrado alianzas fructíferas con otras naciones, había logrado todo lo que deseaba, todo menos, un amor correspondido, levantó su mirada viendo como Hinata abrazaba a Boruto, sonrió ligero, con el filo de su mirada vio a Sasuke con su esposa e hija, su mirada se entristeció por un segundo, sacudió su mente al sentir unas pequeñas manos abrazarlo, sonrió despejando su mente, cargó a la luz de sus ojos, su pequeña Himawari -papá… estaba tan preocupada -Naruto sonrió con diversión -oye, tu papá es fuerte, no deberías subestimarme -sonrió divertida la pequeña abrazándose a su cuello.

La familia Uzumaki salió del lugar directo a su casa, al llegar el rubio entró a darse una ducha, mientras estaba en el agua se recargó en los azulejos del lugar pensando en todo lo que había regresado a su mente hace unas momentos, aún podía recordar esa imagen de Sasuke siendo recibido por su esposa e hija con emoción, como lo había soltado para estar a su lado -soy un idiota -al salir de la ducha, entró en la cama dándole la espalda a su esposa, cerró sus ojos y cayó en un sueño profundo.