Capítulo 3

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El Uzumaki observaba a sus hijos hablar con tranquilidad -papá, ¿entonces te quedarás todo el día con nosotros? -Naruto sonrió ligero, asintió -anikii está feliz papá -Boruto se puso rojo -cállate, no es verdad -el rubio mayor sonrió -lamento haber estado tan ocupado estos días, tuve demasiado trabajo -la pequeña Himawari negó -lo importante es que estás hoy con nosotros papá -Naruto asintió con una sonrisa sintiéndose mal por haberse ausentado a causa de su debilidad -Naruto-kun, hice estofado, espero les guste -el rubio se puso incomodo, sin verla asintió, la señora Uzumaki lo vio con duda, veía que se alejaba de ella, no entendía el porqué, se sentó a su lado y bajo la mesa trató de tomar su mano, el hokage fue rápido, tomó sus palillos con esa mano -gracias por la comida -gritaron los menores, Naruto y ellos comenzaron a comer. Hinata no había entendido, ¿la estaba evitando? no le había dirigido una mirada desde que despertó, estos días había dormido en el estudio y no a su lado, comenzó a angustiarse.

-Me alegra que estés aquí, así podemos convivir más -el rubio asintió sin verla -no coman sólo carne -Himawari rio poquito -pero papá, tú también comes pura carne -ambos rubios rieron, una vez más Hinata se sintió excluida por su marido -pronto entrarás a la academia Hima, no estás nerviosa -la pequeña negó con una sonrisa -estoy emocionada papi, pronto alcanzaré a anikii -Boruto rio -te falta mucho Hima, pero patéales el trasero -la pequeña sonrió divertida -¿Inojin mandó los pinceles? -Naruto y Boruto apretaron el ceño -¿otra vez Inojin?, lo golpearé, ¿qué tanto platican ustedes dos? -Himawari negó con diversión, Naruto mordió su mejilla con algo de molestia, era su pequeña -sólo me está enseñando a dibujar, no seas grosero anikii -el hokage respiró tranquilo -supongo aún no es necesario la violencia Boruto -ambos rubios afilaron su mirada, asintieron de acuerdo en cuidar a la pequeña. Hinata comió lentamente esperando algo de atención de su marido, no llegaba nada.

Al final de la comida los pequeños corrieron al jardín, Boruto le enseñaba a Himawari como lanzar el kunai, Naruto se levantó y caminó tras ellos -Naruto-kun -el apodo comenzaba a irritarlo, kurama tenía razón, pensó en sus palabras, tal vez ninguno de los dos se amaba -¿sucede algo? -Hinata se angustió -me preguntaba, ¿si estás molesto conmigo? hice algo mal -Naruto mordió su mejilla, giró su mirada, sonrió algo forzado, fue evidente para la Hyuga, se desconcertó -me preguntaba ¿en verdad nos amamos? -la señora abrió sus ojos con terror, corrió hacia él y lo abrazó con fuerza -prometo que me esforzaré, te amo demasiado, lo que haya hecho mal, puedo solucionarlo, puedo cambiar -Naruto negó, retiró sus manos -el amor no se trata de cambiar, se trata de aceptar ¿por qué deberías cambiar cuando él que está preguntando soy yo?, ¿por qué querer ajustarte a las necesidades de alguien? sólo me hace preguntarme, ¿si es amor, costumbre, soledad u obsesión lo nuestro? tengo una pregunta -la señora no entendía, pero tenía miedo y no podía permitirse perder a su marido y su familia perfecta, levantó el rostro -si en algún momento viera que eres infeliz a mi lado, te dejaría el camino libre para que busques tu felicidad -Hinata abrió sus ojos en shock -si fuera al revés, si te dieras cuenta que soy infeliz a tu lado, ¿harías lo mismo? -la Hyuga negó con velocidad -buscaría la forma de hacerte feliz, no me detendría hasta ver tu sonrisa nuevamente, es porque te amo -Naruto sonrió viéndola a los ojos, pero su sonrisa no llegaba a sus ojos, besó su frente -lo supuse -Hinata sonrió feliz al ver que ya estaba mejor, tal vez quería que le dijera eso, vio salir a su marido a jugar con sus hijos, se quedó observándolo por bastante tiempo -mami, ¿estás bien? -Himawari la veía con duda, le dio algo de escalofríos que ni siquiera parpadeó al ver a su papá, la Hyuga sacudió su mente y asintió con una sonrisa -si, Himawari, ¿me ayudas con un poco de limonada? -la pequeña asintió con dudas, caminó tras su madre.

….

Naruto trabajaba en su oficina, eran altas horas de la noche, apretó el ceño, la puerta se abrió dejando pasar a su esposa -¿no piensas ir a casa a descansar? -el rubio hizo una mueca de molestia -últimamente estás más intensa Hinata, ¿qué sucede? -la señora apretó el ceño -tienes meses evadiendo la noche en casa, llegas cuando estoy dormida, no sólo tus hijos existen -el rubio levantó su mirada con cansancio -sé que existes Hinata, a diario duermo contigo, como diario en casa, les dedico tiempo a mis hijos, ¿qué más quieres que haga? -la Hyuga acomodó su cabello tras su oído siendo coqueta -necesito un poco de atención Naruto-kun, no me obligues a pedirlo -el rubio se puso incómodo, siempre le costó demasiado cumplir a su mujer, no era culpa de ella, sabía que era por su amor por Sasuke -no estoy de humor hoy Hinata, tengo muchas cosas en la cabeza -Hinata se cabreó, azotó su mano en el escritorio, nunca lo había hecho, el rubio abrió sus ojos con sorpresa al ver su byakugan activado -¿qué demonios sucede?, la mayoría de las parejas disfrutan de su intimidad, tiene semanas que no me tocas ¿qué no me deseas? -Naruto se puso incómodo -no digas tonterías Hinata, simplemente estoy cansado, sabías que esto sucedería, el trabajo de hokage es demandante -la señora se calmó al verlo enojarse -lo… lo lamento Naruto-kun, no sé qué me sucede, siento que te alejas de mí y me angustia-

La señora caminó hacia su marido siendo sensual, tomó su rostro, besó suavemente sus labios, observó los ojos de su marido, siempre se veían serios al besarla, pero últimamente eran fríos, intentó colar su lengua en su boca, pero el Uzumaki se alejó con velocidad -ve a descansar, no sé si te alcance despierta, así que descansa -la Hyuga apretó el ceño, la estaba desquiciando -deberíamos pensar en ir con Sakura, tal vez tienes algún problema de impotencia -Naruto abrió sus ojos bastante, eso le había dolido en su orgullo, apretó el ceño con molestia -tal vez simplemente no tengo ganas, retírate -la Hyuga se dio la vuelta con molestia, al salir aventó la puerta, se estaba hartando de esa situación.

Regalo (Itanaru)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora