— Ok Agatha, lo importante de esto es mantener el equilibrio. — asiento mientras me explica.
— Pero ¿no me dejarás sola, cierto? — tengo miedo. — No quiero caer y hacerme daño.
— Tranquila, estaré aquí contigo. — me sonríe. — Cuando te diga vas a comenzar a mover los pedales hacia adelante, nunca a la inversa, la postura recta y la mirada al frente; recuerda, el equilibrio es importante.
— ¿Cómo voy a mantener el equilibrio si voy a estar ocupada intentado mover los pies? — Ya me estoy estresando.
— Solo no muevas tu cuerpo, mantenlo en su sitio. ¿Preparada?
— Noooo. — lloriqueo.
— En 3, 2...
— ¡Espera!
— ¿Ahora que pasa?
— No me dejes sola Bruno. — lo miro directamente a los ojos.
— Jamás lo haré, nunca te dejaré sola. — pareciera que no hablamos del hecho donde yo intento aprender a montar bicicleta con su ayuda. — Ahora, cuando diga "ya" vas a mover los pies como te dije ¿ok?
— Ok. — digo después de un exagerado suspiro.
Mis manos sudan y tiemblan ligeramente. Tengo miedo de caer, pero, sé que él estará aquí para sostenerme.
— ¡Yaaa!
Comienzo a pedalear mientras Bruno sostiene la bicicleta por detrás, estoy gritando en medio de la calle del condominio, tacos salen de mi boca, maldiciones y todo lo chabacano que exista, sin razón alguna, no me he caído pero, hacer drama es un estilo de vida, y es el mío.
Dos horas después, me he caído más de cinco veces luego de que Bruno me deja por mi propia suerte, le he lanzado maldiciones, piedras y hasta amenazas, él solo se ha burlado y corrido a levantarme. Mi rodilla duele al igual que mi codo, me hice una herida y aquí está, tratando de sanarla.
— Te odio Troll. Si cortan mi pie por una infección te juro que...
— Agatha, deja de ser exagerada, es solo un razguño. — me echa agua para limpiar.
Estamos sentado en la acera, yo con mi pierna sobre las suyas y él sopla mi herida que duele y arde. Agarra una bolsa que trajo, preparado para situaciones como estas y, saca...
— ¡Alcohol! ¿ESTÁS LOCO?
— Hay que echarlo para que no se infecte Agatha.
— No. Mejor llévame al médico. — me mira como si estuviera loca.
— No irás médico por un arañazo niña. Deja de exagerar todo.
— Me va a doler Bruno. — lloriqueo.
— Yo soplaré. ¿Confias en mi?
Nos quedamos viendo por un momento. Obvio que confío en él, no tengo dudas de eso.
— Si, confío.
Pero mi grito se escuchó en todo el vecindario. No juzguen.
...
— Sujetate. — me dice.
Comienza a pedalear, y yo voy sentada delante de él disfrutando del paseo. Sonrío y grito de emoción. Siento su calor corporal pero, ignoro las sensaciones que recibe mi cuerpo y me centro en el paseo. Vamos por todo el condominio, nunca había deparado en ver lo hermosas que son las casas, lo bien cuidadas que están y las áreas del lugar. Hay un pequeño parque donde hay niños jugando, los árboles de aderezos a penas y tienen hojas y flores por la época del año, la mayoría de las hojas están en el suelo. Nos detenemos.
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Inefable: Fuera de este mundo
RomanceAmor Amistad Muerte Tres versiones, solo una es verdadera. ¿Cuál será? Es evidente ante tus ojos según tu forma de ver la vida, pero la respuesta es bastante obvia, o al menos así siempre lo supo Agatha. Diviértete pero también llora... Esas serían...