Llevo cerca de 5 minutos tras la puerta meditando si lo que voy a hacer es lo correcto. Tengo algo de temor de que Bruno no se sepa controlar y que todo lo que está perfectamente planeado en mi cabeza no salga ni remotamente parecido.
— ¡Vamos Agatha! No seas una cobarde. — me animo y abro la puerta.
Enseguida me doy cuenta como él detiene los movimientos que hacía mientras lavaba su cabeza. Veo a través del cristal de la ducha empañado su silueta desnuda y trago en seco. Nunca he visto a un chico desnudo. Si he visto fotos, tampoco crean que soy tan mojigata. Hoy en día es imposible no conocer los aparatos reproductores masculinos en todos sus ángulos y formas puesto que el internet es tan globalizado y en él podemos encontrar todo tipo de contenidos.
Está de frente, apuesto que intentando ver o descifrar que coño intento hacer. Con algo de nervios saco mi polera de Harry Potter que me regaló mi madre hace un par de días que trajo de su viaje y me quedo solo en sujetador. Mis shorts también terminan en el suelo. Cuando estoy en ropa interior camino despacio hacia la ducha. Solo se escucha el agua caer con fuerza y quizás mi respiración agitada y aguda por los nervios. Cuando estoy frente a él, abre la puerta de la ducha y me quedo quieta, rígida como un árbol cuando veo a Bruno desnudo. Mis ojos exploran cada parte y tengo que pestañear varias veces cuando veo su... bueno, ya saben. 《Esto es muy embarazoso》— ¿Qué intentas hacer Agatha? — parece ¿asustado?
Tomo aire y me relajo. Lo veo a los ojos e intento parecer confiada dándole una sonrisa y adentrándome en el sitio donde se encuentra parado y anonadado.
— No juegues así Agatha. Será mejor que salgas de aquí y...
Ataco sus labios y él jadea cuando mi cuerpo casi desnudo se pega con fuerza al suyo completamente desnudo. No me toca, al contrario, intenta alejarse. Con sus manos me aleja.
— Sal de aquí. — dice serio pero sus ojos brillan tanto que siento que me piden lo contrario.
— No Bruno. — le digo e intento volver a ir por él pero se aleja.
— No me hagas esto Agatha. — suplica.
— Bruno, confía en mi. — hablo bajo.
Él se queda en silencio y con algo de cautela sube sus manos hasta acariciar mis mejillas.
— Quiero hacer cosas contigo. — bajo la vista cuando digo eso porque me da vergüenza. Él ríe.
— Tendremos tiempo de hacer muchas cosas hermosa. — me hace verlo a los ojos y me guiña uno de los suyos.
— Bruno. — me da un beso y se aleja.
— Esperame en la habitación. — me dice.
Estaba por resignarme pero, algo presiona mi estómago y llama mi atención. Mis ojos se abren de golpe cuando veo la erección de Bruno. Lo veo a los ojos y él desvía la vista.
— Bien, es algo que no podemos evitar ¿sabes? — parece apenado. Sonrío.
— ¿Te duele? — pregunto. Él ríe.
— No. — no dejo de verlo.
— Es la primera vez que veo una así, en, persona. — se carcajea.
— Eres increíble Agatha.
Subo mis manos hacia su pecho y ahora deja de retumbar su risa. Me mira serio y yo a él. No dice nada, solo espera a ver mi próximo movimiento. Doy un paso en su dirección y él se aleja, así estamos hasta que su espalda se pega a la pared. Traga en seco y me emociona verlo nervioso. Mi cuerpo entero cosquillea ante esta situación.
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Inefable: Fuera de este mundo
RomantizmAmor Amistad Muerte Tres versiones, solo una es verdadera. ¿Cuál será? Es evidente ante tus ojos según tu forma de ver la vida, pero la respuesta es bastante obvia, o al menos así siempre lo supo Agatha. Diviértete pero también llora... Esas serían...