Ella lo sabía.

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Somos conscientes que el consentimiento de una persona ya sea en cualquiera de sus formas, es extremadamente importante?

Si por mi fuera en este momento tendría a Agatha con el torso en el escritorio y sus nalgas dándome una buena vista, sin embargo, yo no tenía el consentimiento de siquiera besarla.

Por lo tanto inhale profundamente por la nariz y exhale por la boca cuando me separé de su cuerpo, aunque mi mente y cuerpo estuvieran al mil por la adrenalina que me causaba tenerlas a las dos en una misma habitación tenía que mantenerme serena.

Cuando voltee de nuevo para fijar mi atención a las dos mujeres Agatha ya estaba parada firmemente al lado de Lilith, no pensé que las volvería a tener de nuevo así y menos siendo yo la que tenía que hablar seriamente con ellas, tome valor y comencé.

- Yo no sé si esto de salir con sus estudiantes es algo que hacen a menudo.-tome una pausa y después seguí.- pero tampoco me interesa saberlo, siendo honesta.- capté toda su atención al pasearme por la oficina con aires de suficiencia como si yo fuera la dueña.- Lo único que si me interesa es qué, yo no seré una más de alguna retorcida lista que tengan escondida por ahí ya que les recuerdo que usted es mi directora.- señale a Lilith.- Y usted mi profesora.- señale a Agatha.- Y por mucho que a mí me excite tal hecho no aceptaré que me follen y sea un logro más.

Escuché levemente como jadearon al decir lo último.

Agatha quiso hablar pero la pare al levantar mi mano y decirle que me permitiera.

- Ahora, se lo dije a Lilith y te lo digo a ti.- mi voz salió tan áspera y aterradora que no me sorprendió la cara que pusieron.- No estoy para juegos Agatha, no estoy para que cuando tú quieras y necesites, me busques para estar con ustedes y al siguiente día que aparezca una muñequita más con la que jugar decidas que ya no, y me adviertas que estás casada.- Lilith frunció el ceño y volteó a verla enojada, Agatha solo se puso nerviosa por la fuerte mirada que recibía de su esposa.

Me volví a acomodar en la silla por qué tan solo de recordar lo que ella me había escrito esa mañana simplemente por la presencia de una cuarta mujer hacía que mi sangre hirviera de los celos, tuve que frenar todo ese pensamiento porque sentí mis colmillos salir unos centímetros rasgando mi labio inferior.

Crucé mis piernas y el vestido se elevó a mis muslos de nuevo, si yo podía hacer trampa en esta charla para distraer a mis presas pues que mejor.

Aclaré mi garganta y seguí con lo más importante.

- Si fuera una situación "normal" de salir con una pareja de casadas, créanme que ahí solo acepto el follar de vez en cuando y seguir con mi vida.- use mi voz sensual para decir esto.- pero no lo somos, les veré la cara por el resto de mi carrera y joder yo no puedo con tanto, no soportaré sus ojos viéndome como si me quisieran comer, no soportaré ver una cabellera peliroja y una rubia sin que me den ganas de tenerlas amarradas y jadeando de placer.- sus expresiones eran pequeños piquetes de satisfacción para mí.- Les daré todo, absolutamente todo lo que quieran de mi, les daré exclusividad, les daré placer, les daré amor, mierda, si ustedes me lo pidieran yo me iría al mismo cielo siendo yo el peor demonio que podrían conocer.- fue metáfora pero sus ojos se veían tan impactados de escuchar eso.- solo dejen de jugar conmigo porque si es así...- jadee y me mordí el labio siendo consciente de que me lo abriría.- ustedes saldrán perdiendo.

Y como lo dije, la sangre inmediatamente escurrió por mi labio para hacer un recorrido a mi cuello y perderse entre mis pechos, lo único que no anticipe fue que una rubia despertara del trance en el que estuvo en estos días y se acercará lentamente hacia mi.

Lilith rodeo su escritorio y se recargo en el borde de este cruzando sus brazos y espero a ver qué pasaba, la mire a los ojos y si antes eran grises con toques verdes, ahora eran totalmente negros que ni la pupila podría distinguirse.