Llegué a mi casa y fui directamente a mi habitación, mi juicio se estaba nublando de tantas imágenes en mi mente, no podía ser cierto o si?El era capaz de eso?
Respiré, inhale y exhale pero nada funcionó.
En mis pensamientos solo estaban dos preciosos pares de ojos llenos de dolor y traición, el dolor que yo sentí junto a ellas era inexplicable, las había lastimado.
Quise controlarme, quise poder mantener todo ese poder en mi pero no podía, esto me sobrepasaba.
Con mucho trabajo pude salir de la casa, con la ropa desgarrada y a media transformación, mis colmillos empezaron a picar mi lengua y las alas solo podían extenderse cada vez más, mis uñas clavándose en mis palmas, y unos cuernos salir de mi frente sin saber que los tenía, no sabía que podía transformarme completamente hasta ese punto dónde mis emociones desbordaron y no pude encerrar más a la maldita bestia que llevaba dentro.
Mi mente se nublo y perdí conciencia de lo que hice 5 horas de mi vida terminando por despertar en una orilla cerca de la cascada, sin alas, sin colmillos y lo más importante sin cuernos pero eso sí, medio desnuda.
Tratando de enfocar mi vista noté una silueta sentada en el otro extremo del lago, sentía su total atención en mi solo que no podía visualizar bien quien podría ser, cerré los ojos nuevamente para poder relajarme y ver quién era esa presencia, los abrí y pude ver qué esa persona ya no estaba sentada en el mismo lugar sino que ya estaba parada frente a mi extendiendome una chamarra para poder tapar mi desnudez.
- Mataste a un animal.- oí su voz a lo lejos pero estaba lejos de reconocerla, no sabía quién era.
Me tapé y alcé mi vista para por fin descubrir quién era esa persona...bueno, no era una persona como tal era una sombra a la cuál no sé le llegaba a distinguir nada de quién podria ser.
- Quién eres?.- atiné a decir con mi garganta ardiendome como los mil demonios.
Fue cuando me percate que mi boca tenía un increíble sabor a hierro, y me acordé de lo primero que me dijo.
- Mataste a un animal.- volvió a repetir
Joder, que asco. Pensé.
- Tenías qué, estabas en un frenesí por eso no te acuerdas de nada, tu protectora o la sangre de tu compañera son lo único que te puede calmar en un momento así pero dado el caso tu solita buscaste con que calmar tu estado.- por qué sabía tanto?
- Qué eres?.- pregunté más seria
- Oh, nadie relevante.- rió y manoteo al aire.- nunca había visto a un demonio tan joven hacer su transformación completa, me dejaste sorprendido.
El seguía divagando sobre la transformación mientras yo solo podía sentirme miserable por lo que acababa de hacer, y no solo por la muerte del animal sino qué acababa de perder lo más allegado a una relación estable que pudiera tener.
A lo mejor el enamoramiento sería pasajero ¿No?
Todo esto era para mantenerlas a salvó, se los debía.Con mucho trabajo y dolor en mi cuerpo me levanté y me ajuste aquella chamarra de piel sobre mi, adaptándola para que nada indebido se revelará.
- No debes preocuparte, no miraré nada.- salió de su divagación alparecer.
- Gracias por ayudarme pero tengo que irme, ya que no quieres decirme que eres o quien eres.
- No es el momento Luzbel.- ya había empezado a caminar pero sorprendida de que este ser sabía mi nombre me quedé estática.
- Una vez más, reformemos la pregunta.- un aura de protección salió de mi para poder cubrirme de una barrera que yo ni enterada que podía hacer, el me estaba inquietando pero sin sentirme en peligro.- de qué me conoces?
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Ella lo sabía.
RomansaAlguien sabe cuál es el propósito de la existencia? El propósito de cada ser humano en este mundo? Hay muchas leyendas, mitos, frases que quieren darle una respuesta a estas preguntas pero mi más personal y grande frase es la de "Nacimos para mori...