17/Lilith

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Maratón 1/3

*Flashback
La noche del club

Después de ver a ese siervo bailar con nuestra compañera, ví que ella se empezó a sentir incómoda por las intensas miradas que estaba recibiendo de Agatha y de mi.

Agatha estaba a punto de explotar de celos, tuve que retenerla para que no se lanzará a estrangular al estúpido que mantenía sus asquerosas manos en el cuerpo de Luzbel.

- Cálmate, ahorita yo lo arreglo.- le susurré y toque levemente una de sus piernas para transmitirle tranquilidad.

Al separarse ellos dos, note que Luzbel se iba apresuradamente al baño, quiero suponer que el ardor en su piel no lo soporto.

La seguí hasta el baño y espere a que se refrescará además de que su olor me estaba haciendo añicos la paciencia de poseerla, a los segundos oi que abriría la puerta y entre lo más rápido posible para no darle tiempo de huir.

La escuché maldecir y yo no podía con mi sonrisa.

-Señora Mors, que la trae al mismo baño que yo?.- me veía con odio? Con deseo? Con ganas de golpearme, tal vez?

- Oh, perdón deamon no sabía que estaba ocupado.-conteste
le dedique una de esas sonrisas que solo causaba dos cosas; una que se lanzará a mi para besarme o dos que se lanzará a mi para abofetearme.

- Si, claro.- rodo los ojos, y bajo la mirada
Gran error y ella lo supo, sentí su mirada atravesarme el alma y quitarme la poca ropa que traía encima.

Podría jurar que yo no venía a mojarme la ropa interior con la mirada nada disimulada de esta jodida y preciosa mujer.

Aclare mi garganta y volvió a verme a los ojos.

- Mejor me voy para que pueda usar el baño.- me rodeo para salir pero de un jalón a su brazo la pegue a mi cuerpo, su precioso trasero quedó pegado a mi pelvis y gemimos por el brusco movimiento.

- Pero que está haciendo? Suelteme.- cómo se atrevía a decir eso? Sus piernas hasta temblaban de excitación.

Deje mis manos en su cadera para apretarla más a mi.

Y yo no podía sentirme mejor al tenerla así.

- Creo que te había dicho que lo que es mío no se toca, no?.- le dije al oído y rozando mis labios contra su cuello, la escuché suspirar.

- Ummm... Sssi, señoritaaa morss.- sonreí contra su cuello.

- Entonces tengo que ser más específica para que me dé su obediencia?.- baje mis manos a sus piernas para poder acariciarlas con mis uñas y volver a escuchar esos suspiros pesados.

- Nnno Lilith, porrrque yo no soy tuya.- me hizo colapsar con solo esa simple y estúpida frase.

Por qué? Porque tenía razón.

Regrese en si y le enterré mis uñas en su cadera.

Gimió y yo pensé que llegaria al orgasmo con ese sonido.

- Tiene razón, pero eso lo podemos cambiar.- la azote contra la puerta, su cara dió con la fría madera que se la puerta, pegue más mi pelvis a su trasero, quite con mi mano derecha su cabello del cuello mientras la otra seguía un camino de su cadera hacía el interior del babydoll que traía y que desde el primer momento que la vi ansie por quitárselo, llegue a sus pantys y deje mi mano un poco más abajo de su pelvis.

Mi mano estaba a centímetros de tocar su punto más sensible, pero me gustaba hacerla esperar, me gustaba la obediencia y ella no la tenía, solo tenía que hacerselo saber.

Ella lo sabía.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora