22

191 26 4
                                    


Las clases habían finalizado y con ello mis ganas de seguir en la universidad para el castigo, además de que después del castigo tendría que ir con Morgana a practicar mis habilidades, lo único que me podría subir el ánimo este día era que pasaría tiempo con Lilith.

Cuando acaban las clases o los horarios asignados para las materias parecía que por arte de magia todos los alumnos desaparecen, estaban desolados los pasillos.

iba caminando por el pasillo para llegar a dirección pasando por un salón que seguía abierto y me pareció extraño ya que al finalizar las clases, todos estos se cerraban con llave, escuché risas y reconocí la preciosa voz de mi rubia pero note que no estaba sola, pase por enfrente y vi de reojo que ella estaba sentada en el escritorio y la otra mujer no cerca pero no tan lejos de ella, hice como si no las hubiera visto y seguí mi camino, sabía que la rubia me había visto y que sintió esa indiferencia de mi parte a su presencia porque escuché sus pasos acercándose a la puerta para después soltar un fuerte suspiro al verme yéndome.

En realidad, ¿yo podría reclamar o actuar así? Justamente hoy me había besado con su esposa, y que supuestamente fue con consentimiento de Agatha también, sin embargo, que me puede asegurar que ellas dos no hacen esto seguido con diferentes personas, o peor aún con otras alumnas, yo no quería ser parte de eso, me negaba a ser parte de esto, y si lo ves de otra perspectiva no pinta nada bonito, yo nunca he tenido una relación dónde pueda dar mi opinión sobre la exclusividad pero aunque no tenga experiencia, si yo tuviera una pareja a la que también le gusta el poliamor, si me gustaría que fuera exclusivo, me gustaría que las tres partes sintieramos lo mismo, la misma pasión por cada una, el mismo amor, la misma emoción de estar juntas, la excitación por estar sexualmente las tres, esa obsesión por estar juntas, esa obsesión por mis parejas que no me permita pensar en una cuarta y que no me molestaría si fuéramos cuatro pero en esta situación somos tres y así nos cuento, o bueno, nos contaba porque creo que otra mujer vino a querer ser nuestra cuarta...

Pero en qué demonios estas pensando Luzbel?- mi subconsciente hablaba.- ni siquiera estás en una relación con ellas, la única con la que has tenido contacto es Lilith y al parecer lo que dijo de que su pareja te iba a dar ese contacto también, era mentira.

Mis pensamientos iban a mil y cuando menos lo espere, ya me encontraba tocando en la oficina de Lilith.

Toc toc.

- Adelante deamon.- cómo supo que era yo?

Daaah, eres la única que hay aquí aparte de las otras mujeres que estaban muy contentas platicando en el salón, ya ya.

-Deja de atormentarme consciencia.- susurré y abrí la puerta para adentrarme a la oficina.

- Buenas tardes Directora Mors.- estaba leyendo unos papeles en su mesa, con su entrecejo fruncido.

Pero que sexy.- pensé

- Siéntate.- habló.

Yo hago lo que quieras, me siento en tu escritorio, en tus piernas, en tu car...

- No te vas a sentar?.- Levantó su mirada y preguntó haciendo que saliera de mis sucios y perversos pensamientos.

- Oh sí, claro. Gracias.- sonreí nerviosa, no pareciera que hace unas horas nos estuviéramos comiendo la boca.

- Estaré en un momento contigo, solo déjame terminar, si cariño?.- eh? Me me dijo cariño?

Mi corazón daba saltos de emoción, esto confirmaba que si, nunca había tenido una relación más allá de lo sexual y verdaderamente se sentía diferente, se sentía seguro.

Ella lo sabía.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora