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Lara fue por mi para que fuéramos a comer algo, yo no tenía nada de apetito por los acontecimientos de hace un rato pero mi querida ojimiel andaba muy insistente.

No pude contarle nada ya que no pensé que fuera importante, sabía que ella ya había notado que estaba rara o muy callada pero es que seguía sin procesar las cosas que pasaron en menos de una hora.

Entramos a la cafetería y por primera vez en los días que llevo viniendo a la uni estaba súper llena, tuvimos que sentarnos con un grupo que Lara conocía y me presento con ellos, apesar de no convivir tanto en mi infancia y mi adolescencia me estaba desenvolviendo bien con ellos, éramos 6 en la mesa; Josh, Alex, Rose, y Victor de un lado y Lara y yo del otro.

Estábamos riendo por una anécdota que dijo Victor y Josh grito un nombre que me hizo ponerme nerviosa.

- Morgana, siéntate aquí con nosotros!!
Les va a encantar esta chica.-nos dijo

Me volteó a ver y me guiño el ojo, se sentó a mi lado y Josh nos la presento a todos.

- Chicos, ella es Morgana, Morgana ella es Alex, Rose, Victor y ella es Luzbel.

- Si, a ella ya la conocí más que bien, cierto Luz?.- posó su mano en mi pierna y gire mi vista rápidamente hacía ella por lo que acaba de decir y por el contacto.

-Oh, umm si. Está en mi clase de música y ahí la conocí, no salimos a ningun lado solo hablamos en la clase, si eso.- Ay noo! No podía quedar más en ridículo, sentí que apretó mi pierna y supuse que le había dado gracia mi nerviosismo

-En música?.-pregunto Lara.- Bueno, pues te diré que Luz da las mejores lecciones y hasta te quedas con ganas de más.- queeeee?

- Ah si? A ver cuándo puedes darme lecciones a mi también Bel, quisiera aprender a tocar mejor el piano.- mierda. Más roja no podía estar y no me podía hacer más chiquita a lado de estas dos.

Me dijo Bel? Nunca nadie me había dicho ese apodo, me gustó.

- Ya ya, dejemos de hablar de clases que apenas salimos de ese infierno.- comento Victor

Morgana no había quitado su mano de mi pierna, subía y bajaba la mano acariciándome e intercalando sus dedos con sus uñas.

De repente su mano se detuvo en seco y a mí se me erizo todo el cuerpo cuando escuchamos claramente a alguien decir susurrando;

*O dejas de tocarla o sabrás el porque mi apellido significa muerte.

Ella lo escucho, yo lo escuché pero los demás siguieron en su plática normal como si nadie hubiera dicho eso atrás de nuestra mesa.

Vi de reojo quien estaba atrás de nosotros pero no había nadie, sin embargo, sentí ese calor en el cuerpo, ese calor que solo dos personas pueden provocar en mi con solo observarme.

Deduje que estaban cerca y que habían visto todo, pero yo no podía estar más confundida y disociada de la humanidad que en este momento. No le tome importancia y supongo que tampoco Morgana que aunque ya había detenido las caricias dejo su mano sobre mi pierna.

Tengo la leve intuición que lo hace para que yo me sienta tranquila y es difícil creerlo pero antes de que me tocará yo estaba muy consternada y ahorita me siento muchísimo mejor. Y el vacío y el dolor en el pecho se apaciguan un poco con su tacto.

Me resultaba extraño pero me estaba ayudando mucho para no entrar en un descontrol sobre mi.

Yo nunca fui una niña muy normal, tan solo puedo echar un vistazo a mi pasado y bueno, mi cabello el hacerse pelirojo cuando estaba enojada y en otras circunstancias entonces eso no era muy coherente, el tener esas pesadillas y despertar lastimada por las mismas, las alucinaciones o recuerdos que tenían de chica viéndome al espejo, etc. Solo que lo que pasó hoy no era algo que esperaba.

Ella lo sabía.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora