Alguien sabe cuál es el propósito de la existencia?
El propósito de cada ser humano en este mundo?
Hay muchas leyendas, mitos, frases que quieren darle una respuesta a estas preguntas pero mi más personal y grande frase es la de "Nacimos para mori...
Puedo jurar que esa tensión sexual se sentía en todo el club, cómo? No sé, pero aunque la perdí de vista sentía su mirada quemando cada parte de mi cuerpo, adentrándose en mi piel.
No podía tener esos pensamientos por mi directora, intenté disiparlos con más alcohol en mi sistema pero eso nunca es buena idea. Las sensaciones se hacen más fuertes, tu mente se apaga y actúas por impulso y adrenalina.
Eso fue lo que hice al aceptar bailar con Zoran, por impulso pero más que nada, por estupidez.
No era una canción lenta pero si era una canción muy sexual y el lo malinterpreto, quise jugar con fuego y terminé quemandome por no solo encontrar un par de ojos en nuestra dirección. En qué momento había llegado ella?
Y en qué jodido mundo el vestirse así está permitido?
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
La recorrí con la mirada y me mordí el labio inferior, cómo iba a poder evitar eso? Si la persona que era mi perdición estaba justamente a lado de la persona que sería mi muerte.
Zoran seguía bailando pegado a mi espalda, podía sentir su respiración en mi cuello y sus labios rozando mi piel, comenzó a tocar mi abdomen encima del encaje, bajaba y subía sus manos mientras nos moviamos al ritmo de la música.
Yo en ningún momento despegue mi mirada de esas dos, estaban en un balcón arriba de la pista sentadas en un sillón terciopelo color rojo, al cual estaban a nada de romperlo por la manera tan fuerte que estaban clavando sus uñas en el.
Sentí el beso que me dio en el cuello justo encima de la marca de esos colmillos, y eso fue la gota que derramó el vaso para mí querida perdición.
No se aventó del balcón porque la mano de la directora se lo impidió, le dijo algo en el oído y las dos voltearon a vernos de nuevo.
No pasó mucho tiempo en lo que sus miradas me empezaron a quemar y supongo que también lo sintió Zoran porque se alejo de mi asustado y nervioso, subió la mirada hacía dónde estaban ellas y así como la subió inmediatamente la bajo, me dijo que fuéramos a tomar algo y lo seguí hacia dónde estaban los chicos.
Yo no podía con el ardor y les avisé que iba al baño a por lo menos mojarme las piernas y los brazos.
No conocía muchos clubs por no decir que mi conocimiento era nulo pero este era uno de muy buen presupuesto porque hasta tenía varios baños, bonitos y limpios.
Me metí a uno un poco alejado de todo el ruido para poder calmar mi cuerpo con más tranquilidad.
Moje mis piernas, mis brazos y mi cuello, toque la marca y se erizo mi piel al mismo tiempo que suspiré.
- Tienes que olvidarte de eso Luz, fue un error y no se volverá a repetir.- me decía a mi misma viendome al espejo.
Acerque más mi cara al espejo para verme mejor, no sabía cuánto había tomado pero si mis ojos eran cafés con tonos grises, pues ahorita se había borrado todo lo gris para mezclarse con rojo? Parpadee muchas veces pero seguían siendo igual.
Pensé que era efecto del alcohol en mi sistema y mejor no le tome importancia, me voltee para ya salir de ahí pero alguien me sorprendió entrando al baño.
Y adivinen quién era?
Mi queridísima muerte en persona.
- mierda.- me maldije por no cerrar con seguro la puerta.
-Señora Mors, que la trae al mismo baño que yo?.- esa sonrisa cínica algún día la iba a borrar ya sea de una cachetada o algo mejor.
- Oh, perdón deamon no sabía que estaba ocupado.- se puede sonreír más? No le duele la cara?
- Si, claro.- rodeé los ojos, y baje la mirada Gran error.
Me encontré con su cuerpo, esas piernas desnudas y solo acariciadas por una bata que por ende no deja nada a la imaginación, con ropa interior de encaje que amoldaba muy bien su cintura y sus pechos.
Carraspeó y subí la mirada de inmediato.
- Mejor me voy para que pueda usar el baño.- la rodeé para salir pero de un jalón me pegó a su cuerpo, mi trasero quedó pegado a su pelvis y por el brusco movimiento las dos gemimos.
- Pero que está haciendo? Suelteme.- y no, cómo podía decir eso sí la fricción de mi trasero con su pelvis me estaba enloqueciendo.
Dejo sus manos en mi cadera para apretarme más contra ella.
Joder, eso se siente tan bien.
- Creo que te había dicho que lo que es mío no se toca, no?.- suspiré fuertemente porque me estaba hablando al oído y su aliento caliente daba a mi cuello.
- Ummm... Sssi, señoritaaa morss.- sentí la sonrisa más cerca de mi cuello.
- Entonces tengo que ser más específica para que me dé su obediencia?.- sus manos habían pasado de mi cintura a mis piernas, rasguñaba con sus largas uñas mi piel y eso me estaba haciendo delirar.
- Nnno Lilith, porrrque yo no soy tuya.- se detuvo, su respiración, su toque y hasta el tiempo.
Reacciono y me enterró sus uñas en la cadera
Gemí y bueno, era obvio ya que ese tipo de cosas no es que se me hicieran indiferentes.
- Tiene razón, pero eso lo podemos cambiar.- me azotó contra la puerta, mi cara dió con la fría madera, pegó más su pelvis a mi trasero, quitó con su mano derecha mi cabello del cuello mientras la otra seguía un camino de mi cadera hacía el interior del babydoll, adentrándose a mis pantys y dejando su mano un poco más abajo de mi pelvis.
Solo un poco más y tocaba mi punto más sensible, pero le gustaba la tortura, y más si la desobedecian y me lo hizo saber.
Beso, lamio, succionó mi cuello justamente dónde estaba el pulso, cuando le iba a pedir que me tocará fue cuando sentí sus colmillos traspasar las capas de piel.
Gemi o grite? No supe lo que hice, sin embargo, si supe lo que ella estaba haciendo fue lo mismo que Agatha me hizo, hacerme llegar al orgasmo tomando mi sangre.
- Aaaah Lilith, basta. Me duele.
Mentirosa.- decía mi conciencia
Seguí gimiendo como la perra que era, ya que el tener mi trasero pegado a ella, el que su mano estuviera a nada de tocar mi vagina y peor que estuviera bebiendo mi sangre no me ayudaban en nada. Me rendí
-Mierda si, sigue. Por favor no pares.
Gimió al sentir mi éxtasis llegar y enterró más su boca mi cuello, y se repite la historia. No pude hacer más que correrme por el gemido que soltó.
- Ah, ah ah dios.- despego su boca de mi cuello, lamio y beso dulcemente dónde me abrió.
Suspire, controle mi respiración, me acomode el cabello y voltee a verla.
Lo que pensaba hacer se perdió en el momento en que ví sus ojos, rojos como la sangre que tenía escurriendo por su boca y que desgraciadamente era mía.
Volvió a sonreír cínicamente y ahí descubrí que si, que le borraría la sonrisa con una cachetada.
Estrelle mi mano en su mejilla, me vio sorprendida. Acerque lo más que pude mi cara a la suya y susurré sobre sus labios.
-Que sea la primera y última vez que usted me toca, y que le quede claro yo no soy suya ni nunca lo seré.
Se quedó pasmada mientras yo salía triunfal de ese baño, pavoneando mi cuerpo con una sonrisa firme y sintiéndome mejor que nunca porque esas dos me han dado los mejores orgasmos de mi vida y sin tocarme, pero estaban jugando con fuego y yo...