Página 06 [Bunny pt2] KookNam

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KookNam
Nam Bottom
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—¿Namjoon?— susurro Jungkook cuando fue arrastrado hacia la habitación del Omega. No se esperaba ser llevado al pequeño nido del mayor.

Cuando la puerta de la habitación fue abierta, pudo sentir el fresco aroma del Omega en todo el lugar pero no veía el nido de Namjoon, no había nada ahí exepto la cama y otros muebles.

—Namjoon...— volvió a llamar con la esperanza de tener una respuesta pero fue empujado hacia el interior del armario, un gran armario donde había varias prendas acomodadas en la parte de abajo. Ahí estaban las camisas que le había regalado dias atrás.

—Se un buen conejito— dijo el mayor antes de meterse junto a él y cerrar la puerta del armario, se coloco sobre él con cuidado para evitar que huyera.

Por qué Namjoon ya lo había reclamado como suyo.

—¿Que tengo que hacer?— le preguntó un poco dudoso mientras trataba de levantarse pero Namjoon se lo impedía.

—Quedate quieto— gruño en un tono enojado con sus manos sobre los hombros del más joven para empujarlo hacia abajo. Namjoon no quería que su conejito huyera.

—¿que hacemos aquí?— estaba nervioso y no podía evitar preguntar cosas sin sentido. Era demasiado obvio el por qué estaba ahí.

Namjoon volvió a gruñir por las palabras del alfa. Estúpido conejo que no entiende su indirecta. Con enojo, enterró sus pequeños dientes en el hombro de Jungkook como una señal de que era imposible huir de él.

—Namjoon...— soltó a modo de suspiro permitiendo que los dientes lastimaran su piel y que su cálida lengua limpiará la sangre.

—No te vaya Jungkookie...— murmuró contra su cuello mientras se acomodaba en su regazo permitiendo que sus entrepiernas se rozaran logrando sacar pequeños suspiros en ambos.

—No lo haré— tomó entre sus manos él cálido rostro del moreno y lo acercó a él para robarle un beso lleno de ternura que se fue volviendo salvaje y obsceno gracias a Namjoon.

—No te vayas— volvió a murmurar mientras movía sus caderas logrando que los roces fueran más rápidos.

Jungkook apretó su agarre en las caderas del moreno para buscar un poco más de placer. El lugar donde estaban no era tan pequeño ni tan grande, era perfecto para ambos y eso lo hacía soltar suspiros de satisfacción.

Su conejito preparo su pequeña "madriguera" para aparearse con él, para pasar su celo solo con él y lo confirmaba por solo ver sus camisas acomodadas en el bonito nido de Namjoon.

Eso lo hacía sentirse satisfecho.

—Jungkook— murmuró contra sus labios mientras sus cálidas manos se metían bajo su camisa para tocar su abdomen firme y duro, podia sentir bajo sus dedos los marcados cuadritos.

Jungkook era demasiado sexi para su mente pecaminosa.

—¿Que quieres hyung? ¿Mmm?— susurro contra los labios rojizos del mayor obteniendo un pequeño gemido de satisfacción, su mirada se concentro en las orejas de Namjoon que se movían con entusiasmo.

[ Libro Erótico ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora