[ Libro Erótico ]

Página 19 [Muñequita] BTS x Nam Fem

Solo son siete chicas viviendo en la misma casa, pero seis de ellas se quieren follar a la chica más inocente del grupo.

NamSoon no sabe el por qué sus compañeras siempre la siguen y la elogian.

[...]

El tan solo verla acostada boca abajo sobre el sofá, su imaginación brillo con luces rojas. NamSoon era una mujer hermosa con piernas largas y gruesas, una cintura pequeña como el reloj de arena y un par de pechos que estaba segura de que no iban a caber en sus manos.

Apretó las piernas cuando la vio acomodarse sobre uno de los cojines para leer mejor su libro, sus pies se movian de manera alegre mientras murmuraba palabras extrañas.

Se veía tan linda, tan tierna con su largo cabello castaño callendo sobre sus hombros desnudos gracias a la blusa de tirantes. Aunque eso también era su pesadilla ya que NamSoon no estaba usando sostén por el simple motivo de que hacía calor y era obvio que hacía demasiado calor por el pequeño short que cubria su respingado trasero.

¿Por qué se veía tan deliciosa cuando no estaba haciendo absolutamente nada?.

No pudo evitar frotar sus propios muslos cuando la preciosa morena meneaba sus caderas con afán de acomodarse.

Dios, no podía evitarlo pero cuando dejo que sus acciones actuarán por ella, sus manos ya se encontraban bajando esos coloridos pantaloncillos de sus piernas largas para dejar al descubierto unas bonitas bragas rosas de encaje que cubrían muy poco el tesoro que quería profanar.

NamSoon era hermosa y su trasero lo era aún más. Sus manos no dudaron y quitar la última prenda para tener un acceso fácil al paraíso que se ocultaba entre las piernas de la morena.

—¿Por qué eres tan hermosa? Joder, quisiera hacer tantas cosas contigo.— murmuró contra la oreja de la contraria para deleitarse con suaves y bonitos suspiros.

—Yoonji...— un suave jadeo salió de sus labios cuando la mayor rozo con sus dedos su coño con delicadeza hasta llegar a su clítoris.

—Que bonita, tan bonita y toda para mí...— murmuró mientras se acomodaba entre las piernas de la más joven para tener el acceso necesario para tocarla sin obstáculos hasta sentir la conocida humedad entre la punta de sus dedos.

—Por favor...— rogó en un pequeño gemido mientras trataba de alzar sus caderas para darle más acceso a la mayor.

—Quedate quieta y te haré sentir bien...— no pudo evitar gemir al sentir la calidez envolviendo sus dedos cuando se atrevió a meterlos en el húmedo agujero de su preciosa chica.

Se movió para intentar robarle un beso a NamSoon pero una voz en la lejania le impedía moverse.

¿Quien diablos la estaba molestando?.

—¡Yoonji!— grito NamSoon desde su cómodo sofá con un cojín en la mano con el propósito de aventarselo a la mayor.

—¿Eh?

—Llevo cinco minutos hablandote, parece que te fuiste a un viaje muy lejano.— soltó a modo de burla mientras se sentaba con las piernas cruzadas en la posición de indio.

—Un viaje...— murmuró para si misma con la mirada fija en la joven morena.

—Eh... ¿Si?, creo que mejor me iré a mi habitación para que sigas en tu "viaje".— tomó su libro junto a su peluche de alpaca para dirigirse hacia la escalera y dirigirse a su habitación, ignorando la mirada de Yoonji.