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Amanecía, la luz del sol entraba sutilmente por el pequeño espacio que había entre las cortinas de la habitación de Louis, ambos chicos descansaban, Harry se encontraba encima del pecho del castaño, ambos completamente desnudos, solo los cubría las sábanas color plomo que adornaban la cama. Pasaron una linda noche, después de tener una hermosa velada y haber declarado su amor en presencia de la luna, ambos hombres no pudieron resistirse a hacer el amor nuevamente, entre gemidos y fluidos corporales quedaron completamente dormidos, desnudos, dándose calor solo con sus pieles, no fue por el sonido del teléfono del rizado que ambos hombres despertaron con un gruñido, ¿Quién era la persona que osaba con molestarlos?

— Amor, ¿No piensas contestar? — Preguntó Louis bajito, solo para el oído del rizado.

— Hum, no. — El teléfono volvió a sonar.

— No dejará de sonar si no lo haces. — Harry bufó mientras estiraba una mano para alcanzar el teléfono que yacía en la mesita de noche.

— Es Liam. — Contestó. — Hola Li. — Soltó un bostezo. — Acabo de despertar, pronto iré a desayunar... sí, estoy comiendo, no te preocupes... ¿Cómo estas tú?... Oh eso es maravilloso...Bien, entiendo... — Louis intentaba no escuchar la conversación, así que solo optó por cerrar los ojos, fingiendo dormir. — Entonces el fin de semana estarás aquí, perfecto Li, te esperamos... Te amo también y si me estoy portando bien... ok, bye. — Colgó la línea.

— ¿Quién era? — Preguntó Louis como si no hubiera escuchado toda la conversación.

— Li. — Lo miró con una mirada que juzga. — Dice que estará aquí el fin de semana, parece que venderemos la casa, hay personas que están realmente interesadas.

— El fin de semana... eso es en 3 días.

— Sip. — El rizado se mordía las uñas un poco ansioso. — Tenemos que decirle sobre lo nuestro.

Louis se percató del nerviosismo del menor y lo jaló hasta quedar cara a cara. — De eso me encargo yo pequeño, tú tranquilo. — Besó su sien. — Ahora, a clases.

— No quiero ir, quiero quedarme toda la mañana aquí, contigo.

— Tentador, pero tienes presentación final de pintura con oleos, amor, no puedes faltar. — Harry bufó. — Y yo tengo que trabajar en la composición de la letra de una canción.

— Bieeeen, iré a bañarme entonces. — Se puso de pie, mostrando todo su esplendor, el ojiazul veía atentamente sus glúteos redondos con ligeras marcas rojas causa de las nalgadas que le dio la noche anterior. — Sin babear Lou. — Louis sonrió.

— Quiero comerte. — Dijo mordiéndose los labios descaradamente, el rizado se ruborizó completamente.

— Tonto.

— Por ti. — Se acercó sigilosamente y besó una de las nalgas del ojiverde.

— Lou... ¿N-no quieres venir conmigo?

— Eso ni se pregunta pequeño. — Lo jaló del brazo desesperadamente en dirección al baño.

El tiempo pasó volando, tomaron una ducha muy satisfactoria entre besos y toqueteos, Louis lavó los rizos del rizado y luego se lavó algunas partes un poco intimas, no era la primera vez que se bañaban juntos, ya se tenían confianza, como si se conocieran de vidas anteriores. El castaño llevó a su ahora novio a la universidad como cada mañana, esperó a que se adentrara en la puerta principal para poder volver a casa, tenía trabajo acumulado, eso le pasaba por dejar las cosas a última hora.

A eso de las 6 pm Harry volvía a casa, después de tener una tarde agradable tomando frappes como cada jueves con Niall, lo primero que hizo al ver al rubio fue contarle las nuevas noticias, presumió su anillo de la paz y decidió llevarlo hasta la muerte, un poco exagerado según Niall.

Me quedo en Doncaster [L.S]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora