Capitulo 20 | El despertar

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Capítulo 20 | El despertar

Su cuerpo cayó lánguido en un pozo que parecía no tener fondo, sus sentidos se encontraban aturdidos, el silencio lo invadía y a pesar de que grito hasta desgarrar sus cuerdas vocales su voz no se escuchaba, no había nada. Sus ojos se cerraron debilitados por la fuerza de gravedad que lo absorbía y cuando creyó que desfallecería, su cuerpo se detuvo. Quedó flotando en el aire sin tocar el suelo, solo sintiendo que una extraña sensación lo recorría.

Miró a su alrededor, pero no pudo ver nada, todo estaba oscuro y la luz se había apagado. Respiro tratando de mantener la calma y comprender qué era lo que le estaba ocurriendo.

—¿Yoongi? —intento de nuevo. Llamar a alguien, pero esta vez con calma.

No hubo respuesta, su voz solo fue un eco que se repitió a lo largo de la profundidad.

—¿Hay alguien aquí? —volvió a intentarlo.

No estaba dispuesto a rendirse hasta obtener respuestas.

Nada.

El silencio nuevamente hizo acto de presencia. Lo intentó por un largo rato, llamando a la nada. Intentando conectar con algo que le permitiera determinar dónde se encontraba. Sus ojos comenzaron a cerrarse debilitados por lo que sea que lo estuviera sosteniendo, pataleo e intento zafarse, pero fue en vano. Una fuerza invisible lo retenía y mantenía gravitando como si estuviera en el espacio.

Príncipe... príncipe... príncipe —una voz comenzó a llamarlo desde algún rincón.

Era suave, sutil, y dulce. Sus ojos lucharon por mantenerse un poco más abiertos y miró hacia todos lados buscando al dueño proveniente de aquel susurro.

—¿Quién eres? —susurro con la voz débil— ¿Qué hago aquí? —volvió a preguntar.

Ha llegado el momento de despertar —respondió.

Jimin trató de moverse, pero no pudo siguió inmóvil mientras flotaba en la nada. Entonces avistó una pequeña luz que comenzaba a rodearlo, una bruma de polvo azul, fuerte, vigoroso y zafiro como las estrellas. La oscuridad comenzó a iluminarse cuando pequeños puntos de luz se esparcieron a lo largo del lugar donde se encontraba.

Era una cúpula.

Observó que estaba en una especie de cilindro enorme, hecho de polvo de estrellas que no permitían el paso de nada. Estrellas que se encontraban cubriendo cada rincón, mientras unos lazos de polvo lo sostenían para que no cayera. Sus sentidos despertaron tras ver donde se hallaba y casi pierde el sentido cuando vio a una mujer acercarse.

Era delicada, de tez blanca con algunas marcas azules, que recorrían sus delicadas muñecas hasta llegar a su cuello, sus ojos eran dos esmeraldas perdidas en el océano, de un vibrante azul, su cabello era gris y lacio, caía delicadamente sobre sus hombros mientras era adornado por una tiara, sus labios eran azules y finos. Llevaba un vestido de seda azul con bordados de diferentes tonalidades que iban desde el blanco hasta el plateado, una túnica ondeaba tras su espalda con delicadeza. Su belleza era etérea y su aura poderosa, delicada y feroz.

—Has venido príncipe Park —exclamó la mujer con parsimonia.

Se detuvo frente a él, gravitaba sin tocar el suelo. Su postura era delicada como la de una reina e imponente como una líder.

—¿Quién eres? —susurró el humano confundido.

—Soy Stella —reveló y las piezas comenzaron a encajar en su cabeza—. Has venido al plano interdimensional, en tu subconsciente donde tu parte élfica había estado dormida por milenios —reveló.

ORION I: Guardián de estrellas ★ YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora