Capitulo 17 | Enfrentamiento

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Capítulo 17 | Enfrentamiento

Sus miradas se encontraron en medio del fuego, la oscuridad y el frío. Colisionaron como dos asteroides a punto de destrozar todo a su alrededor. La sangre cubría la blanca nieve, los gritos eran inclementes, algunos llenos de vigor y fuerza otros desoladores y a punto de susurrar su último aliento.

Arwen la miró desde el balcón de su reino, observó su salvaje cabellera roja. Sus arrolladores ojos ardían en fuego buscando venganza, sus manos se encontraban sobre el barandal de hielo que la sostenía de una muerte inminente. La sangre fluía por sus venas con los ardientes susurros detrás de su oreja que le decían que acabara con ella. Con la persona que una vez la vio nacer y crecer, que arrebatara su vida y diera fin a las sombras oscuras que asolaban a su pueblo y lo desintegraban lentamente hasta volverlo nada.

Lúthien miró a su hermana —o a quien creyó que lo era— porque ahora solo veía a una desconocida de ojos azules, claros como el agua. Cabello blanco largo y lacio cubierto de una corona que la hacía destacar e imponer, su piel era tan pálida, pero se encontraba tintada por los símbolos del reino de Nix. Una rosa se cubría en el centro de su pecho por el vestido, las ramificaciones de sus raíces iban desde sus brazos hasta su pecho y espalda. Y eso lo sabía Lúthien porque ella tuvo las mismas marcas antes de ser desterrada.

Ahora sus manos eran cubiertas por ramificaciones de un agujero negro, un filamento de estrellas que hacían un recorrido hasta detrás de su cuello donde se encontraba todo su poder. Al ser exiliada de Nix, Lúthien vagó por muchos reinos colérica y con los pensamientos nublados.

Su corazón estaba destrozado porque su propia familia le había dado la espalda. La había convertido en un monstruo.

Pasó una larga temporada así, hasta que llegó al bosque de las sombras donde conoció a Caranthir quien estaba armando una expedición para atacar a los elfos. Al ver a Lúthien en vez de atacar prefirió tenderle una mano y le ofreció el mundo.

Le dio refugio y consuelo. Le otorgó una familia con el clan Tenebrae. Lúthien sin nada que perder y con los susurros de las sombras clamando por venganza, decidió unirse y aliarse a los elfos oscuros. En silencio y con cuidado tejieron un plan magistral que daría fin a todos los reinos, serian consumidos por un agujero negro, que permitiría renacer al reino de las sombras, le daría un nuevo mundo reinado por ella y Caranthir. Sus poderes de la nieve le permitieron mezclarse con los de los elfos oscuros, su corazón se marchitó y le permitió ser absorbido para no sentir más, fue así como siendo una híbrido adquirió poderes aún más fuertes de lo que alguna vez imaginó.

Confraternizo con su pueblo, acompañó a Caranthir quien a pesar de no haberle contado su historia de cómo es que se había convertido en el líder de los elfos oscuros, Lúthien sabía que su historia era igual de oscura que la suya, por eso habían encontrado una conexión.

Ahora después de largos años en silencio y oscuridad estaba frente a frente ante su hermana quien miraba imponente como su pueblo era consumido en cenizas.

—Arwen —susurro con desdén Lúthien.

Comenzó a caminar a pasos lentos y reverberantes hacia la fortaleza donde su hermana se protegía. Arwen la miró críptica, pero no dijo nada, dio media vuelta decidida a bajar y enfrentarse a ella. Pero a medio camino fue detenida por su madre Idril. La reina la retuvo entre sus brazos y la sostuvo fuerte, su rostro estaba impecable y sereno.

Algo que Arwen admiraba de su madre la reina de Nix es que era una coraza tan dura que hasta en los momentos de mayor tensión y dolor siempre se mantenía imponente, no se doblegó ni dudo. Siempre actuaba con firmeza y si era necesario se convertía en una fiera dispuesta a proteger a su hija —Arwen—, porque para ella Lúthien no era más que un error del que se arrepentiría toda su vida.

ORION I: Guardián de estrellas ★ YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora