Capitulo 23 | Las sombras emergen

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Capítulo 23 | Las sombras emergen

Jimin se quedó paralizado observando como Yoongi se alejaba. No comprendió qué era lo que había ocurrido en el momento y justo cuando iba a ir detrás de él, un estruendo lo hizo detenerse, giro sobre su eje viendo el enorme jardín de flores que se extendía frente a él, comenzar a incendiarse, primero era un fuego pequeño que comenzó a extenderse a una velocidad alarmante.

Miró en dirección de donde provenía aquel ataque y vio a unos cuantos elfos oscuros crear con sus manos pequeñas llamaradas que lanzaban.

Impactado por lo que estaba presenciando y sintiéndose confundido respecto a cómo debía actuar, decidió encaminarse de regreso al palacio.

Pero algo lo detuvo, o más bien alguien.

Una mujer, alta, de cabello rojo brillante, ojos rojos como la esmeralda, piel tintada de tatuajes en forma de rosas, que corrían desde sus muñecas entrelazándose a lo largo de sus brazos. Su aura era potente, feroz, peligrosa...

Trago saliva nervioso.

No podía ser.

Frente a él, estaba una elfa muy poderosa.

Y no supo cómo es que pudo conjeturar aquello, pero una extraña punzada le hizo saber que tenía que tener cuidado.

—Vaya... vaya. Pero a quién tenemos aquí —susurro con total goce.

—¿Quién eres? —dijo Jimin tratando de ocultar el temblor en su voz. Por suerte las palabras habían salido tan seguras que una sonrisa regocijante se extendió en los labios de la mujer.

—Mucho gusto, alteza. Soy Lúthien —murmuro con ironía y descaro—. La elfa hibrida más poderosa, que acabara contigo —sentenció.

Si Jimin pudiera palidecer aún más lo hubiera hecho. A pesar de que el terror le recorrió las entrañas se mantuvo impasible con una mirada férrea, no mostró debilidad ni un ápice de miedo. No estaba dispuesto a dejarse amedrentar por nadie.

Así el infierno se desatará.

—Eso lo dudo —respondió sarcástico. Orgulloso de su buen y descarado sentido del humor.

—¿Ah no? —la mujer alzó una ceja—. No eres ni la mitad de fuerte de lo que soy —dejo las falsas formalidades de lado—. Recién tu poder ha despertado, príncipe.

Sus palabras se deslizaron seguras, filosas entre sus oídos. Pero se prometió a sí mismo que se defendería a toda costa, no perecería sin antes luchar. Aunque no tuviera la más remota idea como usar sus poderes.

—Mi despertar es solo un hecho contundente del destino que me espera —dijo con firmeza—. Ha llegado el momento de detenerlos Lúthien.

La elfa soltó una carcajada burlona, ácida e irónica como si las palabras de Jimin fueran un chiste. Lo recorrió de arriba abajo y comenzó a caminar. Jimin se movió tratando de mantener la mayor distancia posible entre ellos, era por ahora la forma más segura de mantenerse a salvo. Sus pasos se movieron en un singular baile circular, estaban tanteando el terreno antes de empezar la guerra.

—Morirás.

—No.

Lúthien se preparó para atacar, alzó sus manos a la altura de su pecho de donde brotó una potente luz roja que empuñó una espada. Filosa y reluciente, Jimin observó en silencio, pero no hizo nada, no sabía cómo.

—Mírate, eres patético. Ni siquiera tienes algo con lo que defenderte —exclamó Lúthien.

Jimin apretó los puños a sus lados y su mandíbula casi dolió de tanta fuerza que estaba conteniendo. Estaba a punto de responderle cuando un rayo atravesó su lado rozándole y se impactó contra Lúthien quien fue lanzada hacia atrás por el poderoso ataque.

ORION I: Guardián de estrellas ★ YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora