Jack Frost y el espiritu del viento.

Nunca Serás Como Yo

-Deben de estar por aquí, acompáñenme.

Jack apenas podía con el asombro, hasta hace un momento habían bajado unas elegantes escaleras, y ahora, se encontraba en la biblioteca mas grande que haya visto en su vida, Ramon, con su porte elegante ya había recuperado su seguridad caminando por los pasillos mientras lo guardianes (A excepción de Meme y Dani) los seguían. Aunque, si ponías atención, el ratón cojeaba un poco, aun herido de la paliza que acababa de recibir.

-¿Donde están las capsulas Ramon?- Pregunto Hada, casi igual de asombrada que Jack.

-¿Oh?- Hizo un gesto de confusión, pero luego soltó una pequeña risa.-Ah, nosotros ya no usamos capsulas. Gracias- Dijo esto ultimo a un grupo de ratones, que traían un elegante bastón. Ramon lo tomo, recuperando su postura al caminar.

-Pff.- Jack contuvo su risa, Norte lo miro regañándolo internamente. 

-Aquí es donde los guardamos ahora.- Continuo Pérez, señalando su alrededor con el bastón, sin dejar de caminar.

-Con todo respeto Pérez, estos son libros.- Dijo esta vez Norte, Pérez rio con elegancia. Jack pudo ver como Hada seguía viendo a Pérez atonita.

-Les hace falta salir un poco de sus guaridas queridos guardianes. La magia a avanzado mucho, mas de lo que creen. Los libros son, por así decirlo, nuestras capsulas.- Conejo respingo, incrédulo.

-Estas bromeando.- Pérez se detuvo.

-Toma uno Frost, el que desees.- Jack dudo por un momento, pero, al buscar con la mirada tomo un libro, lo abrió dudoso.

Una luz cálida broto del libro y, entre las paginas, la visión de las memorias de una niña de tez morena se comenzó a proyectar.

-Wah...- Jack suspiro con una sonrisa, mientras los guardianes veían asombrados las memorias de la pequeña, Ramon se acerco y paso de pagina suavemente, la visión camio y esta vez la niña tenia un par de años mas.

-Las capsulas permiten al dueño de los dientes volver a ver esos recuerdos, volver a sentir lo que sintió en su infancia. Pero, con un poco de alquimia, y la ayuda de unos amigos, convertimos los dientes en libros.- Pérez explico con suavidad, Jack aparto la mirada del libro, para darse cuenta de que Ramon le hablaba directamente a el. -Creamos la biblioteca de memorias mas grande del mundo. Y así, no solo yo puedo ver las memorias, sino que todos los espíritus pueden venir, ver las ilusiones de sus niños,  y ayudarlos. Gracias a estos libros encontré mi misión, mi chispa, mi magia...

'-Tu centro.- Completo Jack, maravilladlo. Ramon le sonrió con complicidad.

-Exacto.- Cerró el libro con delicadeza y lo regreso a su lugar.

-Increíble.- Soltó Jack son sinceridad.

 -Mi misión no es solo cuidar las memorias de los niños, es apoyar a los demás espíritus a cumplir sus misiones.- Vio esta vez a Hada a los ojos. -Supongo que debo agradecerte Hada, sin ti jamás  habria hecho nada de esto. - La mirada de Hada palideció, y Jack no entendió el por que, pero Pérez solo siguió caminando.

Después de unos minutos de caminata, llegaron a un pasillo, donde todos los libros parecían antiguos y llenos de polvo.

-Andy y Annie Ara.- Murmuro Pérez para si mismo Sacando un par de libros. -Aquí tienen.- Se los entrego a Norte.

"Vaya, ni pareciera que nos apalearon, lloramos, nos agarramos a golpes entre nosotros y descubrimos un nuevo guardián invisible para esto." pensó Jack, después de unos días tan intensos, le sorprendió simplemente encontrar los libros. 

-Bien, vayamos arriba para verlo con Meme y Daniela.- Dijo norte, todos asintieron empezando a caminar. Jack dejo que se adelantaran un poco esperando quedar a solas con Ramon, este ultimo entendiendo su intención camino a su ritmo, quedando junto a el.