⚠️Aviso⚠️
Está historia será una saga de la misma manera que la obra original, eso quiere decir que está es la primer parte.
-¿Donde haz estado en todo este tiempo?.
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- Esperando tu llegada... Pero jamás volviste.-
• Esta historia será contada de...
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|Año 1855, Houston Tx.|
En la noche del 4 de Abril una dulce niña [Hija mayor de una de las familias más nobles del estado] se encontraba paseando en los bosques junto a su Madre. La mujer había notado las señales de que su hija estaba despertando los poderes de sus antepasados y debía iniciarla con la ceremonia de la luna como su abuela anteriormente lo hizo con ella.
Lillian:— Mamá ¿Por qué estamos aquí de noche?.— Su Madre no dio respuesta alguna hasta llegar a un claro* en donde se arrodilló ante la pequeña. Caroline:— Escúchame bien hija ¿Sabes porque nos hemos mudado aquí?.— Inclinando su cabeza y recordando el motivo le respondió. Lillian:— Porque la abuela Black falleció en un accidente.— Esa mentira le habían dicho por aún ser solo una Infante y no abrumarla con la noticia que había sido condenada a muerte por unos cazadores. Caroline:— Esa no es la verdad, cariño tus abuelas y yo somos descendientes de grandes brujas de siglos pasados y tú también lo eres.— Acaricia su mejilla admirando su belleza, la niña a pesar de su corta edad tenía el entendimiento suficiente para comprender lo que su Madre le decía. Lillian:— Es por eso que puedo hacer esas cosas que a mis hermanos les asusta...— El poder solo se transmitía a las mujeres, los hombres a pesar de no poseer estos dones tenían el ADN en su interior y el linaje continuaría. Caroline:— Así es...— Un crujido se escuchó entre el silencio nocturno.— No tenemos mucho tiempo mí niña, tenemos que comenzar con la ceremonia, solo así podrás controlar la magia que llevas dentro.
Siguiendo los mismos pasos que hicieron con ella acostó a la niña bajo el claro de luna, saco de su bolsa el libro de hechizos de su familia recitando un conjuro que anclaba la energía de la bruja iniciada a los elementos naturales, teniendo la bendición de su Diosa Madre para despertar y potenciar sus dones además de alejar las maldiciones que todo mundano* les arrojaba a su merced. La niña sentía una extraña sensación recorrer por todo su cuerpo, como si un impulso eléctrico le activará todos los puntos de poder que hasta entonces permanecían inactivos, provocando que sus ojos cambiarán por un momento.
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La luz de la luna se reflejaba en ella cubriéndola por completo, se había convertido oficialmente en una portadora de la magia. Con cada llegada de un nuevo descendiente arrastraba consigo parte del poder de sus antepasados creando así a brujas más fuertes y sabías. Al despertar de un pequeño transe a causa del ritual que su Madre realizó la miro un poco asustada.
