🌘 Capitulo XII🌒

793 44 1
                                    

|Una semana después

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

|Una semana después...|

Los Cullen se habían tomado muy enserio el hecho de integrar a una semi mortal a la familia, consiguieron una casa, muebles, comida, ropa hasta una cama para la joven. Su hermano se dedicó a buscar todo lo que a ella le gustaba para que se sienta cómoda, al ser la única que necesitaba todo eso tanto Esme como Rosalie sentían ese lado maternal por Lili ignorando el hecho de que tenga casi la misma edad que sus hermanos.
Lillian se sentía un poco extraña al recibir toda esa atención ya que en los años que estuvo viviendo en la naturaleza no le hacía falta nada de eso, tan solo sus libros, un cambio de vestimenta y la comida lo conseguía gracias a la fértil tierra del lugar.
Podría llegar a ser un tanto incómodo el hecho de que solo ella pudiera dormir pero era algo de lo que se debía acostumbrar si viviría con ellos, le habían hablado un poco sobre los demás integrantes sin nombrarlos específicamente, ya tendrían tiempo de presentarlos.

« Que nostalgia, este sentimiento regresa más frecuente en estos últimos días. El dedo anular no ha dejado de molestarme, tal vez el alma de mí amado esté listo para renacer...»

La joven creía que su antiguo amor volvería a nacer así como pasó con su Madre y su Padre, ella tendría paciencia para volverse a encontrar y finalmente estar juntos.

Emmett:— Y ahí está de nuevo, es como si volaras en el aire Lili...— Dijo moviendo su mano frente a los ojos de la chica.— Estás a punto de volver loco a Edward.— Se reía mientas apuntaba a su hermano sentado en el sofá con cara de concentración.
Edward:— Es que todo el tiempo los pensamientos de cada persona llega sin problema a mí mente... Pero en cambio contigo es como si fuera un desierto.— La familia sin querer soltó una pequeña risa.— No lo digo de esa manera claro está.
Lillian:— No te preocupes Edward, no me molesta que lo digas así... Es una manera de protegerme, así como lo fue el primer día.— Dijo mientras tomaba su taza de té. En cierto punto estaba sintiendo comodidad con ellos.
Edward:— Hablando de eso... ¿Cómo hiciste para ser tú la que se metió en mi cabeza?.— Se había aguantado la pregunta para no ser grosero con su nueva hermana.
Lillian:— Pues... Es parte de mis habilidades, cada bruja puede desarrollar varios poderes con el paso del tiempo.— Tanto Carlisle como los demás se acercaron para unirse a la conversación.
Rosalie:— Entonces... ¿Escuchas los pensamientos de todos al igual que él?.— Podía sentirse un poco apenada de que su cuñada viera su privacidad con Emmett. La chica río por su expresión.
Lillian:— No linda, descuida que no me quiero imaginar nada de lo que ustedes hacen.— Su hermano nunca fue muy vergonzoso y se rió junto a ella. Los demás observaban divertidos la escena.— Más bien puedo seleccionar la mente de quién quiero ver, buscar una información en específica o simplemente ver toda su vida hasta el momento en el que nos encontramos.— No sonaba tan raro para ellos, al ser criaturas que poseen dones especiales les hacía sentido esa posibilidad.
Edward:— Y el bloqueo de tu existencia en la mente de Emmett ¿También fue tu magia?.— Estaba interesado en saber cómo lo hacía, la joven aquel día no solo vio su nombre si no la forma en la que se sentía al ser quien invadía la privacidad de todos sin ser intensional.

Antíguo Amor || Jasper Hale Donde viven las historias. Descúbrelo ahora