🌘 Capitulo VIII🌒

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|18 de septiembre de 1935|

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|18 de septiembre de 1935|

La vida que creí que tendría luego de recobrar parte de mis recuerdos fue muy distinta de la que imaginé, se sentía agradable tener una familia como la que ahora tengo. No había guerras, ni abandonos, ni cazadores buscándome.
Me sentía orgullosa de la vida que Jonh y mis hermanos tuvieron, por las historias de Laurie (Mary/Mamá) mí querido hijo se convirtió en un doctor muy respetado, se había casado con una bruja escocesa que conoció en sus viajes al extranjero y tuvo a dos hijos, Mathew y Laurie siendo la única bruja de nuestro linaje por mí parte hasta que nació la linda Caitlin.
Por parte de mí nieto solo tenía un hijo varón y que al parecer no se sabía de su ubicación luego de la muerte de sus padres, lamentablemente mi hermoso bebé había muerto hace unos años de una enfermedad similar a la de mí Padre, no pude conocerlo pero a través de la mente de su hija tuve la oportunidad de ver todo lo que había logrado.
Mí poder volvió casi por completo, renacer implicaba una baja importante de energía tanto como romper con algunas de las leyes de la magia pero era la suficiente para mantenerme por mucho tiempo, aún tenía el mismo objetivo que antes, lograría detener el tiempo de mí cuerpo y descubrir cual era la promesa que me impulsó a tomar esa drástica decisión, mí querida nieta tampoco sabía cuál era, solo me contó del sueño que anunciaba mí llegada.
Todo permanecía igual, los niños jugaban afuera aprovechando los últimos días de calor antes de regresar al agradable clima de otoño, Gatlinburg no se alejaba del bello recuerdo que tengo de Houston con su bosque frondoso, con la diferencia de que aquí el viento fresco y el invierno se sentía aún más.
La relación con Emmett y mis hermanos/bisnietos se había hecho aún más fuerte, el amor que tenía se multiplicó al sacar ese lado maternal que no pude explotar en su totalidad, al igual con Laurie que al no tenerme como en realidad debía me dedique a enseñarle toda la historia de la familia que desconocía.
Los libros y varias cosas más se habían quedado en la biblioteca donde deje encerrados a William, a Peter y a Harris junto a mí querido Jonh, luego iría a recuperarlos,no tenía prisa alguna, quería disfrutar más de esto, ya tendría tiempo para pensar en cosas del pasado.

Emmett:— ¿En qué piensas?.— Preguntó luego de contar un trozo de leña.— A veces te quedas mirando en un punto fijo por minutos, pareces un búho.— Su risa me daba gracia por lo grave que era.
— En nada que tu pequeña cabecita entienda..— Me gustaba molestarlo, nunca había sentido el cariño de un hermano mayor.
Emmett:— ¡Oye!...— No había un momento en que no riera con él.— Mejor deja de holgazanear y pásame el tronco que está a tu lado, a ver si logras si quiera igualar mi súper fuerza.— Levantaba sus brazos orgulloso de su estado físico, hice una pequeña trampa con magia para poder levantarlo.
— Ahora ¿Quien es la que tiene súper fuerza? ¿Eh, fortachón?...— Me miraba incrédulo como ponía la madera frente a él.
Emmett:— ¡Hiciste trampa!... No es justo.— Dejó el hacha a un lado y se puso a inspeccionar el tronco.
— ¿Cómo crees? No sería capaz de hacer eso para dejarte en ridículo hermano mío.— Me reí viendo cómo levantaba él está vez con el peso normal, cuando lo soltó volvió a dirigir la mirada a mí dirección está vez más en forma de cómplice.
Emmett:— Mejor no diré nada o me convertirás en sapo..— Se acercó para decir en un murmuro.— ¡Pequeña Bruja!.
_ Ahora si verás...— Lo correteé por el patio trasero a manera de juego.

Antíguo Amor || Jasper Hale Donde viven las historias. Descúbrelo ahora