Capítulo treinta y ocho: ¡Uau!

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-¡Hola!
Harry apreta mi mano con fuerza y me lanza una mirada, antes de que Ellen se le acerque y lo abrace.
-¿Cómo estás? -le pregunta él.
-Estupendamente, ¿Fue un vuelo muy largo? -pregunta ella, saludándome a mí ahora.
-No, viajamos ayer por la noche. Apenas lo sentimos -le cuento yo.
-¡De acuerdo! Nada más de charla hasta la entrevista. ¡Pasen a sus camarínes! Maquillaje y peinado los esperan.
Cuando el momento de irnos cada uno por nuestro lado llegó, extrañé inmediatamente a Harry. Su cercanía había sido lo que más había añorado últimamente, y no lo había tenido tan cerca como hubiese deseado entre ayer por la noche y hoy.
Durante la semana, los mensajes y las videollamadas tampoco consiguieron mantenerme satisfecha. Harry estaba ocupado todo el tiempo. Las entrevistas sobre el nuevo disco y demás no se detenían, y seguían un curso que apenas podía mantener a los chicos despiertos, gracias a sus participaciones en los conciertos y en fiestas hasta tarde por la noche. Harry llegó a la puerta de mi casa, luciendo como un muerto viviente. Y yo lo esperaba más vigorosa que nunca, lo cual fue una decepción para mí, ya que yo había fantaseado con tenerlo sobre mí, besándome el cuello, y Harry no me ayudó mucho a completar mucho mis fantasías. Durante el viaje la charla fue corta, lo que más escuché fue sus leves ronquidos mientras estuve despierta. Me sentía decepcionada, e irritada, pero Harry estaba exhausto y sabía que habría tiempo para nosotros después. Pero ese después tuvo que esperar mucho más que para la mañana del sábado, ya que aquí estábamos, en el show de Ellen, para atender su entrevista.
Gran idea, Nicole.
Cuando llega una chica a maquillarme y otro a peinarme, los reconozco enseguida. Son los que me atendieron la primera vez que estuve aquí.
-Deberías cambiar el color de tu cabello, querida -mencionó el peluquero -. Te verías bien en un negro azabache.
-Por ahora creo que estoy bien -dije, pero en realidad quería decir:"Ahora mismo estoy en la mitad de un año escolar que no me permite encargarme de mi demasiado". Pero decidí callar.
-Natural, ¿no?
-Quizás algún color fuerte en los labios -sugerí a la maquilladora.
-¡Tengo un labial melocotón que de seguro te encantará! -dijo y lo sacó de su cosmetiquero. Asentí al verlo y sonreí cuando ví lo bien que quedaba.
-¡Me gusta! -digo, consiguiendo que sonría. Luego, un chico entra y me instala el micrófono en una parte de mi camisa blanca y negra. Me sonríe, disculpándose por tener que tocarme demasiado.
-¿Y Harry Styles? -le pregunto. ¿Harry Styles? ¿Por qué pregunté por su nombre completo? Suena raro en mi boca.
-La espera afuera, señorita Nicole -me dice el chico, que no debe tener más de veinte años.
-Nicole, a secas -lo corrijo. Sonríe con nerviosismo una vez más y termina con el micrófono.
Cuando salgo, Harry me espera afuera y me cuenta que comenzaremos cantando algo, me deja elegir la canción.
-Supongo que... ¿Fool's Gold?
Asiente y sonríe. Ambos sabemos quién escribió la canción y en qué momento de nuestra extraña relación lo hizo.
Nos sitúan en el escenario y hacemos pruebas de sonido. Me entretengo diciendo estúpideces por el micrófono, haciendo reír a Harry y al escaso público presente.
Un chico cuenta hacia atrás y las cámaras se dirigen a nosotros, y de pronto ¡En vivo!
Se escuchan los aplausos y comenzamos a cantar, una vez que la banda que nos acompaña, comienza la canción versión acústica. Harry y yo estamos sentados en sillas, frente a micrófonos, y estamos cerca. Me mira, y pone su mano sobre mi pierna, mientras yo comienzo a cantar.
I'm like a crow on a wire
You're the shinning distraction that makes me fly home
I'm like a boat on the water
You're the rays on the waves that calm my mind
Oh, everytime...
Harry continuó.
But I know in my heart you're not a constant start
And yeah, I let you use me from the day that we first met
But I'm not done yet
Falling for you...Fool's Gold...
Cuando terminamos de cantar, mis emociones están a flor de piel. Harry me ha cantado como si no hubiera nadie más allí, me he olvidado de todo lo demás, excepto de sus ojos y de su increíble voz.
Ellen aplaude y nos invita a sentarnos, saludándonos como si ya no lo hubiera hecho antes.
-Lo hicieron muy bien -dijo -. Suenan bien juntos.
-Claro -dice Harry, pasándome un brazo por los hombros. Yo solo me reí.
-Cuando oí por primera vez que existía una relación entre ustedes dos, me sorprendí muchísimo. Pensé que no se llevaban. ¿Cómo empezó todo esto?
-¿Responderás tú? -me pregunta Harry.
-No sé, hazlo tú -digo, pero luego agrego: -¡Qué demonios! Lo haré yo.
Todo el mundo ríe, incluídos Ellen y Harry.
-Harry me preguntó si quería ser su novia hace un mes, más o menos -digo y sonrío -. Pero creo que incluso antes de eso, estábamos juntos, ¿no? -consulto con Harry.
Asiente y me sonríe.
-Sí, antes de que Horan se casara, yo la había invitado a salir, mientras ella estaba con Alex.
-¿Y aceptaste? -preguntó Ellen, sorprendida.
-Sí, bueno, prometió que sería una invitación amistosa. En ese momento, yo no consideraba dejar a Alex -admito. Harry resopla, sorprendido. Ellen, con los ojos brillando de curiosidad, me alienta a que siga.
-¿Y cuándo consideraste dejar a Alex?
-¿No estamos aquí por Nicole y por mí? -interrumpió Harry, celoso, pero bromeando, al mismo tiempo.
-Harry, Ellen quiere saber -le digo, entrelazando mi mano con su mano, que descansa sobre mi hombro. Continuo: -Hubo una pelea con Harry el día que me invitó a salir, nos peleamos a muerte.
-Dios me libre -murmura Harry y yo lo fulmino con la mirada, haciéndolo reír, y luego, no pude reprimir una risita tonta.
-¿Qué pasó después? -incitó Ellen.
-En el matrimonio de los Horan, Harry y yo teníamos que estar cerca, obligatoriamente, y eso puso como loco a Alex. Finalmente, dejó Dublín ese mismo día, dejándome a mi con los leones -dije, apuntándolo a él. Mi novio.
-¿Te dejó sola en Dublín por celos? -una vez asentí, ella abrió los ojos como platos -. No lo puedo creer.
-No fue tan malo como suena. Alex siempre fue un caballero conmigo -digo y Harry niega con la cabeza.
-Pero, vamos a ver, ¿tenía razones para tener celos? -preguntó Ellen. reacomodándose en su asiento.
-Sí -dice Harry, y se remueve -. Yo le había advertido a Nicole que me gustaba, y que iría a por ella. Y Alex lo sabía. Creo que aún tiene ganas de matarme -dijo y río.
-Chis -lo hice callar. No quería ser mala con Alex. Él no lo había sido conmigo -. La culpa fue mía. No debí estar con Alex cuando sabía que estaba pensando en otra persona -digo, y pongo la mano en el muslo de Harry.
-Avancemos, ¿cuándo se declararon?
-Dublín -respondimos los dos al mismo tiempo.
Los recuerdos de mi cuerpo amoratado gracias a los besos de Harry me ruborizaron, y Ellen lo notó.
-Estamos en horario familiar -dijo.
-¿Podemos cortar? -bromeó Harry y los tres nos reímos.
-Más adelante, Harry estuvo de gira y nos mantuvimos hablando a través de mensajes de texto -cuento y Harry toma la conversación.
-Nicole ignoraba completamente mis intentos de...¡Rayos, Nicole! -me reprendió, riéndose -. Ellen, para lo único que me hablaba era para contarme de su día, ¡no me quería coquetear!
-¿Y, para qué? -pregunté -Seguía un poco enojada contigo luego de Dublín.
-¿Enojada o confundida?
-Ellen, ayúdame -dije, y me tapé la cara con las manos.
-Harry, entiéndela, estaba a punto de entrar al instituto -dijo. Harry quitó mis manos, y entrelazó nuestros dedos, dejando nuestras sobre su regazo.
-Vale, vale.
-Vale -repite Ellen -, ¿y después?
-Luego la fui a ver a su casa.
Ellen hace una mueca -Uh..., padres.
-Mis padres lo adoran -rodé los ojos -. Creo que más que a mi.
-Me gusta la familia de Nicole. Son unidos -comentó Harry.
-De acuerdo, y desde entonces, ¿qué podrían decir de su relación?
-Maravillosa -dije yo.
-Creo que nunca había tenido una relación como la que tengo con Nicole -confesó Harry, y eso me sorprendió. Siempre había tenido celos de Taylor, o de otras chicas que habían estado con él, solo eso, porque habían estado con él. Pero, ahora que dijo eso, me transmitió confianza. No está con ellas porque está conmigo. No está con alguien más porque me prefiere a mi.
-Ahora, tengo unas preguntas para ustedes de parte de sus fans, con el hashtag #PreguntaleANazza, ¿les gustaría responder?
-Por supuesto -dijo Harry.
-Vale, la primera es para ti, Harry. Dice así, ¿Cuál fue la primer cosa que te hizo fijarte en Nicole?
Harry se quedó mirándome.
-Su actitud -dijo -. Cuando entró a su propia casa y nosotros estábamos ahí, disfrazados por todo el rollo..., -le contó a Ellen - Nicole nos miró con esos ojos abiertos, siendo amable sin siquiera saber quién éramos ni por qué estábamos en su casa. Pudo habernos echado de su casa pero decidió ser amable en su lugar, y creo que eso se lleva todos los puntos en una primera impresión -explicó y luego se acercó para besar mi hombro.
-¿Qué tal tu primera impresión, Nicole?
-Para mí fue diferente, yo no me fijé inmediatamente en Harry. Quiero decir, era la primera vez que lo veía en carne y huesos, lo único que podía pensar era "Dios mío, es Harry Styles. Tengo que contárselo a Danielle" -digo y hago reír a Harry -. Pero al principio creí que era inalcanzable o algo así. Y luego me di cuenta que es su sencillez que a veces se disfraza de arrogancia, porque la gente no le conoce. Y yo no le conocía.
-¿Quién crees que le enseñó a ser así?
-Anne. Por supuesto -digo y Harry se ríe, negando con la cabeza.
-Otra, de nuevo -dijo Ellen -¿Qué creen el uno del otro como persona?
-Nicole es estupenda. Me enamora su cabezonería al tomar una decisión, porque es fiel y apegada a sus principios. Cuando se propone algo, lo obtiene y solo gracias a sus méritos. Creo que se merece todo lo que quiera, porque sé que se ganará merecerlo -dijo Harry.
Me gusta el concepto que Harry tiene de mí, me dan ganas de agarrarlo y estamparle un beso en los labios delante de todo el mundo, pero me controlo.
-Harry es una persona de muy buenos sentimientos. Es preocupado, amable, humilde, gracioso... y talentoso. Es sencillo y aunque tenga el mundo en sus manos, no se aprovechará de él, porque es consciente de lo que esta bien y lo que no. Tiene claros sus sueños, y no los deja de lado por nadie ni nada -digo, y miro a Harry -. Tu también eres cabezón.
Harry me sonríe y me besa cortamente en los labios, agradeciéndome por mis palabras.
-¿Qué es lo que más les molesta del otro? -lee Ellen de su teléfono.
-Ufff -digo -. Terreno difícil.
-No me gusta... ¿qué no me gusta? -me pregunta Harry -. ¡Ya sé! Me ignoras cuando estoy juguetón y estoy a kilómetros de ti, quiero decir, ¡A quién le hace mal decir algunas palabras sucias, ¿eh Ellen?!
Eso hace reír a todo el mundo, excepto a mí. Me ruborizo.
-A mi no me molesta nada de ti -digo -. Próxima pregunta.
-¿Cinco palabras que más les gusta que le diga el otro?
-Cariño, Amor, Joder, Harry y... no es una palabra, pero es mi favorita: Te quiero -dijo Harry, enumerando con sus dedos, vestidos en anillos.
-¿Te gusta cuando maldigo? -le pregunto, divertida - Mis cinco palabras serían: Nena, Ven aquí..., ¡Qué demonios! Adoro todo lo que me dice, por su acento.
-¿Se ven juntos en el futuro?
-Sí -dijo Harry.
-Absolutamente.
Si el futuro era mañana, entonces sí.
Harry me lanzó una mirada, y Ellen lo notó.
-Es difícil hablar de futuro cuando tienes la Universidad por delante, ¿no crees? -me justifico.
-Claro -convino Ellen -. Pero, mientras se quieran, creo que todo estará bien, ¿no?
-Algo que aprendí de Nicole, es que eso no es verdad. Cuando tu quieres a alguien, no significa que la relación sea un exito. Ambos pasamos por malos días, por cansancio y por días en los que no queremos vernos ni la sombra, o días en los que simplemente, quieres discutir con todo el mundo. El amor no tiene nada que ver con eso, el amor es eso que nos hace volver atrás, con la cabeza en alto, para pedir perdón porque no dejaremos que una pelea sea tan importante para que nos separe de alguien a quien de verdad queremos.
-¡Joder, cuánto te quiero! -le dije y lo besé en la mejilla. Qué lindas cosas que hemos marcado el uno en el otro.
¡Aaaaissss, qué lindas las cosas que dice!
- ¿Ya ves? "Joder".
[...]
Cuando salimos del recinto, voy contentísima en el auto de mi novio.
-Eso estuvo bien -dijo.
¿Bien? Para mí, estuvo increíble. Disfruté cada minuto y todo fue gracias a las palabras de Harry.
Me crucé de brazos, con una sonrisa tonta en el rostro, y pegué mi frente a la ventanilla. Miré el cielo nublado de Los Angeles mientras íbamos en camino al departamento que Harry tiene aquí.
Cuando llegamos, Harry estaciona en su lugar y nos bajamos tomados de la mano.
-¿Tienes que hacer ese informe que mencionaste? -pregunta -. Puedo prestarte mi computadora, y yo podría preparar el almuerzo -ofrece.
Sonrío y asiento, feliz.
-Vale -me sonríe de la misma manera y subimos al ascensor, después de que Harry salude al conserje del edificio donde vive algunos meses del año.
Una vez dentro, repaso mi mirada por el amplio departamento. Es grande, limpio, moderno y está muy bien iluminado gracias a los grandes ventanales en el fondo del departamento.
No había tenido tiempo de verlo anoche, cuando llegamos, debido a que venía exhausta y Harry me arrastró a la cama en cuanto llegamos, sin prender siquiera una luz.
La entrada consta de un pasillo que lleva a la puerta de la cocina, la cual es, sinceramente, de ensueño. Todos los muebles son color oscuro, incluso el refrigerador. Amplia y con todos los utensilios necesarios para preparar el bufet más sofisticado de la historia de la cocina.
-Me gusta mucho -digo -. Es preciosa.
Harry sonríe y me lleva a la sala de estar, que es sencilla, discreta, pero igual de moderna. Tiene una chimenea que se enciende con un botón en el control remoto, y una televisión de pantalla plana que cuelga de la pared. Luego, una pequeña terraza, con una parrilla para barbacoas.
-No la ocuparé mucho estos días, claro está -dice, jugando conmigo, pero cuando ve que frunzo el ceño, me recoge en sus brazos -. Oh, Nicole -dice y me besa, con una sonrisa que me contagia.
Luego nos disponemos a hacer lo que dijimos, él cocina, y yo trabajo en su computadora.
El aparato vuela en internet, y yo solo sé cliquear para cerrar o abrir ventanas, literalmente.
-¿Dónde está Word?
-En el menú -me gritó de vuelta. Si supiera donde está el menú, ¡ya hubiese encontrado Word!
Dios..., a veces estar tan al margen dd la tecnología no es bueno.
Cuando al fin lo encuentro, comienzo mi investigación acerca del proceso de la Mitosis.
Cuando ya estoy casi terminándolo, llega un mensaje y se abre camino en la pantalla.
Nadine.
No puedo evitar leerlo.
"Hola, guapo. Buena entrevista, casi lo creí. Ja ja. X".
-¿Qué? -exclamo sin pensarlo.
-¿Qué pasa?
Me sobresalto. Harry ha salido de la cocina con un paño entre las manos.
Piensa, rápido.
-Nada, es solo que borré todo sin querer. Ya lo arreglo yo - digo rápidamente y me meto en la computadora para cerrar el mensaje.
Mi corazón se acelera.
Abro de nuevo el mensaje.
"Casi lo creí" ¿Qué signigica eso?
Lo releo hasta que me lo sé de memoria.
Cierro la pantalla de un golpe y me levanto. Necesito aire.
¿Harry sería capaz de...?
Dios, no. No quiero ni pensarlo.
"Hola, guapo".
¿Por qué le habla esa chica? ¿Quién es?
Nadine. Nadine. Nadine...
Atrapo mi teléfono y le marco a Danielle. Mientras suenan los pitídos, salgo a la terraza.
-Hola, loca -me saluda.
-Oye -saludo.
-¿Estás bien? Suena a que estás apunto de volverte loca.
-¿Estás sola? Necesito tu ayuda.
[...]
Harry ha preparado una ensalada césar. Se lo he agradecido y luego hemos empezado a comer. Me habla y yo solo asiento o hago gestos de que lo escucho, pero, vamos... esa chica no ha dejado mi mente desde que envió ese mensaje.
Una parte de mí, la Nicole mala, quiere hacerle ver a Harry que sé que habla con ella. Y que ella le dice guapo, y que no le creyó.
Pero la otra parte, la parte que confía en Harry completamente, me obliga a quedarme callada y esperar. A ver qué pasa, a ver si solo ha sido una joda de parte de ella, a ver si Harry me cuenta que su amiga le dice guapo y que casi le creyó.
-Estás distraída, preciosa -dice, y me toma la mano -. ¿En qué piensas?
-¿Qué?
-¿Qué pasa, no te gustó? -dice y me sonríe.
-Está delicioso -digo -. Solo me duele un poco la cabeza.
-Ve a recostarte, yo recojo todo esto -me dice y se levanta, recogiendo nuestros platos.
Obedezco y me voy a su habitación, recostándome en su cama celestial.
Gimo al acostarme. Mi cabeza es un desastre.
Escucho durante algunos minutos cómo Harry lava los platos en la cocina y cierro los ojos, quedándome dormida.

MIENTRAS SEAMOS JÓVENES: Un verano memorable  |Harry Styles|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora