MIENTRAS SEAMOS JÓVENES: Un verano memorable |Harry Styles|

Capítulo cuarenta y dos: Speak now.

Nicole Molina.
Cinco meses después del nacimiento de Teddy. Agosto.
-Tengo diecinueve años, puedo hacer lo que se me de en gana -bromeé con Danielle por teléfono.
-¡Pero no acostarte con tu ex! -gritó seriamente, haciéndome reír.
Estaba de vuelta de la Academia de baile, iba hacia mi pequeño departamento ubicado unas calles mas abajo. Lo había conseguido por un buen precio y era lo que necesitaba. En una hora más comenzaba mi turno en el pequeño restaurante de comida mexicana que quedaba a la vuelta de la esquina.
Mis padres me habían ayudado a cambiarme antes de lo estríctamente necesario a Nueva York. Lo decidimos así porque era uma forma de que me acostumbrara al constante movimiento de Manhattan, a la vida allí antes de entrar a la Universidad. Además de estar cómoda en un lugar propio y no tener que estudiar entre cajas de mudanza cuando entre a la Universidad este próximo Septiembre.

A Harry no lo había visto hace tres meses, la última vez que nos vimos me preguntó quién era Max y por qué me tocaba. Lo había vuelto loco la última vez que visitamos a Teddy y Max me acompañaba. Le dije que solo era un amigo, y que no pasaba nada. Y así era.
O eso quería hacerle pensar, no había razón para explicarle mi vida amorosa ahora. No eramos ni amigos. Luego me arrastró a la cama y practicamos sexo del bueno, tan bueno que hasta le solté algunas guarradas mientras mi cuerpo lo abrazaba y lo arañaba por la espalda. Eso fue hace tres meses, y hoy se me escapó mientras hablabamos Danielle y yo.

-Da igual ahora, -digo - no lo he llamado y él tampoco a mí. Ambos sabemos que solo el placer se apoderó del momento.
-Vale, vale, ¿y Max?
-Está en Los Ángeles. Lo nuestro no iba a funcionar -le dije y luego cambié de tema -¿Cuándo traerás a Teddy? Zayn me contó que estaba gigante.
Zayn. Zayn se había ido de la banda un poco después del nacimiento de Theodore. La noticia nos llegó como balde de agua fría, pero logramos superarlo, él sigue en contacto y nos hemos hecho más cercanos, a pesar de que ese tipo NaughtyBoy me desagrade por completo, no era motivo para que el chico increíble de ojos marrón con una voz impresionante también me desagradara.
-La próxima semana estaré por allí, Niall me dijo que hoy pasaría por tu casa, estará cerca.
-El quinto disco -adiviné -. Estos chicos son unas máquinas. Estaré de vuelta en mi casa a las once, avísale que es mejor que pase mañana.
Pero, al abrir mi puerta, descubrí que era demasiado tarde.
¿Cómo demonios entraban a mi casa sin tener mis llaves?
Decidí que era mejor no preguntar.
Saludé a todos como si fuera normal que estuviesen allí. Estaba Niall, Liam, Louis, y sorprendentemente, a su lado estaba Zayn.
-Lindo departamento -dijo Liam.
Rocky, el Buldog francés que Danielle y Niall me habían regalado cuando me vine a vivir sola a Nueva York con la excusa de que me haría compañia, estaba en la falda de Liam, jugueteando e intentando morderle las manos.
-Es lindo -dijo, riéndose.
-Rocky -dije -. Ve adentro.
El perro ladeó la cabeza y aulló.
-Hablo en serio.
Se fue corriendo, y su collar de puas se movía con él mientras corría y escapaba a mi habitación.
-¿Qué pasó? -pregunté una vez mi mascota estuvo dentro de mi habitación.
-Tenemos que pedirte un favor, un tanto delicado -dijo Louis, llendo al grano.
Me entregó una carta abierta, con una targeta muy elegante dentro. Dejé mi mochila y carpeta en el sofá que mamá me regaló.
Y leí:
Nos complace invitarte a la celebración de nuestro matrimonio.
Harry Edward Styles Cox y Nadine...

-Se van a casar -concluí, sin necesitar leer nada más.
-Él no la quiere -aseguró Zayn -. Me lo ha dicho. Ella lo tiene agarrado de las bolas, dijo que estaba embarazada.
-¿Qué? -dije y me empezaron a sonar las manillas de un reloj en la cabeza.
Tictac, tictac...
-Será mañana, en Londres -admitió Niall, con una sonrisa de disculpa.
-Él no... -dije y tuve que agarrarme de la encimera de mi cocina americana. Lo intenté de nuevo: -... ¿Está embarazada?
-Estamos seguros de que no lo está, recibimos los resultados de su test hoy en la mañana, se lo hicimos sin su consentimiento -admitió Louis -, y dieron negativo.
-Sin embargo, el examen que nos mostró Harry, el que ella se había hecho semanas atrás con su doctor de confianza, daba positivo -dijo Liam, apuntando claramente el engaño de esa perra.
Pero existía la posibilidad de que sí estuviera embarazada. Por supuesto que existía la posibilidad.
-¿Y que tengo que ver yo en todo esto? Es su boda -dije y me dispuse a llenar el recipiente de Rocky de agua.
No, esto no era real.
No podía estar pasándome a mi.
-Tenemos un plan -dijo Niall -. Él sabe que no quiere casarse, al menos no con ella, pero de todas formas, decidió creerle. Cree que así hace bien las cosas. Nuestro plan se basa en una llamada.
-Solo una llamada -apuntó Louis.
-Eres la única que puede llamarlo y hacerle ver lo equivocado que está. En el fondo, hace esto por ti -continuó Zayn. Dejé el recipiente en el suelo y volví a la sala.
-¿Por mi? -pregunté.
-Sigue enamorado de ti -dijo Liam, y tuve que tomar asiento -. Sabemos lo que pasó hace tres meses, él mismo nos lo confesó. Él no hubiese vuelto a ti si estaba convencido de su decisión, se acostó contigo como una última vez.
-Como una despedida -agregó Louis.
-Esto no puede estar pasándome -dije, incapaz de responder nada más.
-Llámalo -insistió Niall -. Salgamos de esto ahora.
-Y, ¿si no funciona?
-Tomarás el primer vuelo a Londres junto a Zayn. Si nos ve junto a ti a cualquiera de nosotros tres, sabrá que tramamos algo. Interrumpirás la boda y dejaremos que él elija.
Es un buen plan.
Jesús, Harry, en qué estás pensando...
Marqué y esperé.
-Recuerda no mencionar la boda, solo hacerlo dudar -me dice Louis, tomándome la mano temblorosa.
-¿Nicole? ¿Le pasó algo a Theodore? -respondió en cuanto cogió el teléfono.
-Hola, sí... quiero decir, no. Solo quería saber cómo estabas -dije, y maldije en mi fuero interno por mi voz nerviosa.
-Eh..., estoy bien -dijo -¿Có-como estás tú? -tartamudeó.
-Bien, estaba pensando en ti... eh, es decir, quería invitarte a pasar por aquí, ya sabes. Podríamos beber un poco de vino, ver una película, como los viejos tiempos -solté mientras mordía los bordes de mis dedos.
-Si sigues mordiéndote te herirás -dijo. Oh, qué bien me conoce.
-Y, entonces, ¿qué dices? -pregunté, dejando de lado mis dedos.
-Nicole, ahora mismo estoy en el ensayo de la cena de bodas -dijo, como si fuera obvio.
-¿Quién se casa? -pregunté y reprimí un sollozo. Me tapé la boca con la mano y cerré los ojos con fuerza.
-Pues..., yo -susurró.
Sorbí por la nariz e intenté soltar una risa, pero salió más como un alarido de dolor.
-Enhorabuena, Harry. Es lo que siempre deseaste, ¿no? -pregunté mientras intentaba que las lágrimas dejasen de correr por mis mejillas. Zayn acarició mi hombro.
Los chicos me veían con dolor. No se imaginaban lo que estaba pasando.
¿Seguía enamorada de Harry? Nunca había dejado de pensar en él. Nunca. Harry siempre ha estado ahí, incluso por Teddy. Él es el único que nos conecta directamente. Y no puedo permitir que eso sea nuestra única conexión. Al menos puedo intentarlo.
-Sí, es lo que siempre quise -suspiró.
-Harry...
-Lo siento. Tengo que irme -y colgó.
Lanzé el aparato a cualquier parte y abracé a Louis.
-Preparénse chicos, en cuanto vuelva del trabajo, tomaremos un vuelo a Londres.