MIENTRAS SEAMOS JÓVENES: Un verano memorable |Harry Styles|

Capítulo veintidos: Libre albedrío

Lucky- Jason Mraz en la multimedia.
Nicole Molina
Los primeros tres días estuvieron basados en ir a bares con mis primos Daniel y Lucía, reírnos, contarnos anécdotas y querernos harto.
Mi abuelo, me recibió de brazos abiertos, más viejito que nunca. Ya no trabaja en el taller pero tiene gente de confianza ahí para ayudarle. Me paseé por ahí para ver qué tal y el negocio ha crecido favorablemente.
Mis tíos, me abrazaron y me contaban cosas de cuando era chica, pequeña, un punto. Me preguntaron qué estaba haciendo ahora y solo dije Siendo joven. Se partieron de la risa y me dejaron en mi habitación momentánea para dormir.
Las noches fueron lo peor. Me quedaba hasta tarde tratando de conciliar el sueño, pero en lo único que pensaba era en Harry. Un día mi prima Lucía me apreto del brazo, me llevó al bar a fumar y entre que prendiamos un cigarrillo y otro, me obligó a contarle todo. Al principio, los ojos le brillaban de incredulidad, pero cuando le conté cómo me sentía, me abrazó y lloró conmigo.
Ella con veintiun años, me dijo que me fuera a un hostal a las afueras del pueblo, que disfrutara sola de la calma y que todo iba a estar bien si me dedicaba a soltarlo todo.
Asi que lo hice, le pedí un auto viejo a mi abuelo y salí en busca de la tranquilidad.
Al cuarto día, lo único que hacía era llorar, llorar y... llorar. Pensar en todo lo que me equivoqué y en que no había vuelta atrás... Si no tenía solución, ¿Qué mas iba a hacer?
Pensaba en Harry y en la forma en que me trataba cuando estabamos en Londres, la forma en que me llevo a la luna con tan solo algunas palabras cariñosas. Como lo dejé tomar el control que yo misma le dí...
Llorar y dormir fue lo que más hice durante el cuarto y quinto día. A las ocho de la noche del quinto día, dije Es suficiente. Y partí de vuelta a Jerez, donde me esperaba mi prima.
Cuando llegué, me abrazó y me dijo que se me notaba que lo había dejado todo allá.
La noche del quinto día, fue la última peor noche que tuve en mi visita a Jerez.
Soñé que estaba en la misma habitación donde se suponía que dormía durante la visita a mi familia, en la oscuridad iluminada por una vela, puedo distinguir la cama en la que estoy, una puerta a la derecha y una ventana a la izquierda.
En el sueño, llamo a gritos a Harry.
Detrás de la puerta, que se abre despacito, veo a Harry con intenciones de entrar. Por favor, le ruego, ven.
Tranquila, musita con desesperación, tranquila, mi vida, solo es un sueño.
Se acerca a mí con ojos cansados y con el pelo hecho un lío.
¿Cómo llegaste aquí...? ¿Yo te llamé? le pregunto con los ojos cerrados.
Posa sus dedos sobre mi mejilla y me acaricia. Me da cariños en la frente mientras me mira con pena.
Solo llegue aquí por instinto, pero sé que tu voz me guió. Gritabas mi nombre y no me pude contener.
Te necesito, Harry, le digo cerrando los ojos ante su caricia ardiente sobre mi piel, hazme tener un sueño bonito, por favor.
Cierra los ojos me dice. Cierra los ojos y piensa en algo bonito.
Desperté en la mañana, entonces, en medio de una respiración saltada. Mis ojos se abrieron en el segundo en que desperté y durante cinco minutos no hice nada más que pensar en Irlanda.
Me levanté al baño, en medio del amanecer del sexto día, y fui en busca de un teléfono.
Caminé hasta el almacén con llamadas al extranjero más cercano y me introduje a mi misma en una cabina.
-¿Diga?
-Danielle, soy yo.
-Nicole, ¿Cuál es el problema? Suenas preocupada.
-Solo quería saber como estabas, con todo esto del viaje me he olvidado de ti. Desperté pensando en la boda, y los testigos, la recepción...
-Ayer apenas tomaste el avión Carly llamó, dijo que tenía tres opciones cotizadas para cuando lleguemos mañana. Tenerla a ella es genial, no me tengo que preocupar de nada.
-Me hubiera gustado tener más tiempo de anticipación para ser yo la que te ayude, lo siento...
-Te entiendo, a mi me ha pasado lo mismo estos días, se expandió el rumor y Ellen llamó a Niall para una entrevista. Estoy muy nerviosa.
-¿Diran la razón más que principal?
-¿Te refieres a mi niña? Pues no, por supuesto que no- comento como si yo estuviera loca.
-¿Cómo sabes que es niña?
-Lo presiento. ¿No sería hermosa? Saqué la cuenta y estará en mis brazos a mediados de Marzo.
-Estoy segura de que llegará a alegrar toda tu vida, amiga.
-Y la tuya también, será como tu sobrina- se ríe por la línea. Sonrío y miro hacia el local, la señora me indica que me quedan dos minutos para hablar por el monto qye he pagado.
-Danielle, nos vemos mañana.
-Tu vuelo está pagado, solo tienes que presentar tu identificación en el check-in. El vuelo es muy temprano, tenemos que aprovechar el día.
-Adiós, cuídate.
-Te quiero.
Cuelgo la llamada y ahora con el corazón mas en paz, me devuelvo a casa caminando mientras el dia amanece.
Solo quiero enfocarme en ser yo.
Me voy tarareando hacia casa, cuando una chica se me acerca sonriendo.
-¡Hola!- me dice en español.
-¿Qué tal?
-¿Puedes sacarte una foto conmigo? Eres Nicole Molina, ¿cierto?
-Me confunden mucho con ella.
-Eres idéntica. ¿Segura que no eres tú?
-Muy segura.
Asiente, sin sonreír y se va caminando por dónde vino. Al dar vuelta la cuadra, me pongo la gorra de la sudadera y corro calle abajo.
Cuando llego a casa de mi abuelo, todos estan comenzando a desayunar.
-¿Dónde estabas?
-Salí a llamar a una amiga, era urgente.
-Sientate, tu tía acaba de preparar churros y café.
-¡¿Churros?! ¿Como la abuela?
-Gracias al santísimo comenzó a practicarlos hace semanas...
...
La noche del sexto día, mi tía Andrea me prepara una caja completa de churros para el viaje, y hacemos una parrillada en el patio trasero para despedirme. Me pasan una guitarra y canto Lucky de Jason Mraz, que tanto les gusta.
I feel so lucky...
Al otro día, todos se levantan lo más temprano para despedirse de mi, y a las 8 ya estoy en Madrid con Lucía.
-Gracias por todo.
-Llamame cuando necesites algo, siempre estaremos aquí.
La abrazo una última vez y luego de algunos minutos subo al avión que me llevará a Irlanda. El viaje dura aproximadamente dos horas, por lo que, si salí de Madrid a las nueve, llegué a Irlanda a las once de la mañana, aun con hora de España. Pero al pisar Irlanda, son las diez.
He viajado en el tiempo.
El vuelo en el que vienen Niall, Danielle, y Harry aterriza a las once (hora local de Irlanda), tengo una hora y algo más para dar vueltas por el aeropuerto o perderme en la ciudad de Dublín.
Me siento en un banco, y busco los churros con azucar flor, me como uno o dos, me acomodo y sin quererlo, me quedo dormida.
-¡La encontré!- un grito en el fondo de mi mente, me obliga a despertarme.
Abro los ojos lentamente y a unos metros veo a Harry caminando hacia aquí.
-Ya han llegado.
-Sí, hace quince minutos, no te encontrábamos. Dan y Niall están llamando a Carly ahora- luego de decir eso, besa mi frente y se sienta un banco más allá.
-¿Hace cuánto supiste de la noticia?
-Ayer- se carcajea.
-Estoy agotadísima. Solo quiero dormir- comento mas para mi misma.
-¿Dónde estuviste todos estos días? Estuve buscándote.
-En el continente...- le digo frotando mis ojos.
-¿Dónde?- insiste.
-Harry, creo que estamos teniendo una conversación que no nos lleva a ninguna parte.
En eso, llegan los novios acompañados de una mujer de unos cuarenta y pocos, de melena a lo paje y cejas muy definidas.
-Ellos son los testigos- nos presenta Niall.
Me levanto rápidamente y saludo a la mujer.
-Nicole Molina.
-Carly Mishra.
-Harry Styles- se presenta él.
-Mucho gusto. Una furgoneta nos espera afuera, ¿nos vamos?
Tomamos nuestras cosas y nos vamos detrás de Carly. Danielle me abraza en el camino y me pregunta cómo ha ido el viaje. -Reflexivo, revelador, relajado y desahogante.
-¿Ver a tu familia te hizo bien?
-Claro, estuve con Lucía y con el abuelo, comí muchos churros, subí de peso y ahora estoy más feliz y tranquila.
-Se te nota, estas mas centrada. ¡Me alegro!
-¿Como han ido las cosas con el novio?
-Fuimos al doctor y la vimos por una pantalla. Apenas es una pepita de sandía. Se puso a llorar.
-¿Y tú? ¿Qué sentiste?
-Me enamoré de mi bebé al instante en que lo ví, Nicole. Nunca hubiese podido abortarlo...
-Siento haber dicho eso, sabes que solo quiero lo mejor para ti.
-Lo mejor para mi es Niall.
-¿Te das cuenta de que cuando entremos a clases serás Danielle Horan y no Matthews?- digo riéndome.
-Por dios, cuánto papeleo.
...
-La catedral de la Santísima Trinidad, el centro espiritual de Dublín, del siglo XII será el lugar perfecto para decir el "Sí, quiero" a la luz de las velas.
-Es hermosa- concuerda Niall con Carly.
-Si estás de acuerdo, entonced yo también.
-¿Estás segura? ¿No quieres verla primero?- le pregunto yo.
-Hay mas iglesias- agrega Harry.
-Hay muy poco tiempo- dice sonriendo-. Y confío en el novio.
-Lo próximo en la lista es la celebración. Tenemos una parcela cerca de la iglesia, a eso de diez minutos en auto, donde se pone una carpa gigante blanca. Dentro estarán las mesas de los invitados, un escenario para la orquesta que pidieron y para los brindis, y una pista de baile para entrada la noche.
-Me gusta...- comentan los novios, se miran y eligen colores y canciones mientras Harry y yo permanecemos en silencio.
-Para los testigos, siendo las personas mas cercanas a la pareja, se encargarán de los juegos.
-¿Qué juegos pueden ser?
-Los que ustedes como testigos decidan. Si los novios o los participantes ganan los juegos, los novios se llevarán un regalo especial de la agencia.
Harry me mira y yo le devuelvo la mirada.
-Todo por los novios, supongo- me dice.
-Claro.
...
Más tarde, nos movemos al Ayuntamiento de Dublín y los testigos tenemos que firmar y afirmar que existe una relación de respeto y amor entre la pareja. Hablamos con el oficial civil que asistirá y casará a los novios. Nos dan fecha y hora para el día 12 de septiembre a las siete de la tarde.
Luego, nos vamos a almorzar a un restaurant y después cada testigo se lleva a su novio a probarse la ropa para el matrimonio.
Danielle esta muy emocionada, y entramos a la primera tienda de vestidos que divisamos en las calles de Dublín.
-¡Queremos un vestido de novia!- le decimos a la vendedora que nos atiende.
Danielle se prueba mil y un vestidos antes de encontrar el indicado.
-¿Hippie Chic?
-Creo que me podría gustar...
-Prueba.
Cinco minutos después, sale del probador la novia más linda que he visto, vestida con una delicada pieza Hippie Chic.
Me quedo muda, sin palabras, mientras ella se sonríe al espejo.
-Este vestido queda bien con una diadema en el cabello o quizas con algunas flores. Las tiaras no le van- dice la vendedora.
-Creo que me haré una trenza con flores...- opina Danielle.
-Estarás perfecta- por fin digo.
-¡Ah!- me dice- Tu telefono está en mi bolso. Busco mi movil entre sus cosas y lo enciendo. Miles de notificaciones aparecen al instante, las ignoro y llamo a Harry.
-¿Ya están?
-Hace mucho rato. Ahora estamos viendo mi traje.
-¿Qué color llevarás?
-La corbata es azul.
-De acuerdo, pregúntale a Niall a qué hora sale el avión.
-Hey, idiota, ¿a qué hora deberíamos estar en el aeropuerto?... A las ocho, Nicole.
-Son las seis.
-Sí.
-Tengo que correr.
Cuelgo y corro a los vestidos de damas.
Busco por las largas percheras uno azul pero ninguno me convence, corro entre los vestidos pero no veo ninguno que me guste. De pronto, resbalo con la cola de un vestido amarillo y me golpeo contra el suelo.
-Demonios...
Me quedo en el suelo, esperando el dolor, pero nunca llega. En ese momento, giro mi mirada y veo una caja semiabierta debajo de un perchero en otro pasillo.
Camino hacia la caja y me agacho a su lado, esto es una broma...
Un vestido azul descansa dentro de la caja.
-Es...
-Perfecto- continua Danielle, con su ropa puesta de nuevo.
-¿Tú crees?- le pregunto.
-Sí. A Harry le encantará.
-Dirás Alex.
-¿Irás con él a la boda?- pregunta sorprendida.
-Pensé que no habrían problemas. ¿Los hay?
-No, claro que no. Solo pensé que... nada, no importa.
-Espera, espera. ¿Asignaron a Harry de testigo solo para que lograra algo conmigo?
-Bueno... pensé que podía ser una buena idea.
-Sabes por lo que hemos pasado Harry y yo, y has visto que no funcionamos juntos, ¿Por qué seguir intentándolo?
-Pero yo sé que tu podrías aun lograr que él... no lo sé. Solo sé que cuando se miran se dicen tantas cosas... parece que el amor también es sordo.
-Mira- le digo recogiendo el vestido- Que tu hayas encontrado el amor perfecto a la primera mirada, no significa que todos lo lograremos.
-Lo siento.
-Yo también lo siento.
...
Pagamos los vestidos y nos juntamos de nuevo con los chicos para irnos a casa. Harry me aparta un segundo.
-Me gustaría que te vayas a casa algunos días conmigo.
-¿Para qué?
-Para arreglar todo lo que dejamos hace un mes.
-Pero las cosas no son asi de sencillas.
-¿Por qué no?- pregunta ofuscado.
-¡Porque no! Porque para arreglarlas ambos debemos querer.
-Pero yo se que tu quieres, ¡puedo verlo!
-Ojalá fuera así- le digo.
-Por favor, perdóname.
-Ya lo hice, Harry.
-¿¡Entonces es por él?!- explota.
-¡Quizás sí!
-Pero tu me quieres a mi, Nicole. Por favor, analiza, cariño.
-¡Si no sabías si estarías de acuerdo, ¿Por qué me dejaste?!
-¡Tu lo hiciste!
-¡YA BASTA LOS DOS!
El grito de Danielle me deja sin aliento.
-¿Sabes la verdadera razón de que este idiota no te buscara más? Fue mi culpa- dice Danielle, en medio de las lágrimas- La razón de por qué sufriste durante días en realidad fue mi gran bocota.
-No, Danielle. ¿De qué hablas? Cómo se te ocurre.
Miro a Harry y a Niall que bajan la cabeza y no me miran.
-¿Danielle?
-Esa noche me desperté y fui a la cocina por un vaso de leche o agua, tenía sed. Me encontré con Harry y comenzamos a hablar. Me enfurecí y le dije que tu merecías a alguien mejor, alguien que estuviera seguro.
-Pero, Danielle...-le digo sin poder creerlo.
-Nicole...No hay ni un solo día que no me arrepienta de lo que le dije. Sobretodo por lo que te hize pasar.
-¡Me viste mal y no me lo dijiste, Danielle! ¿Por qué no me lo dijiste?
-Porque no podía, no era el momento adecuado.
-¿Y ahora es el momento adecuado? ¡Pudiste ahorrarme muchas cosas, ¿pero no era el momento adecuado?!
-Nicole...-habla Niall.
-¿Tu lo sabías, Niall?
-Yo...
-Harry...¿Por qué no hiciste nada?-digo llorando.
-Por favor no llores...
-¡Respóndeme!- grito y mis lágrimas salen disparadas.
-Pensé que tenía razón. Aun lo creo.
Seca mis lágrimas y me intenta abrazar pero yo no lo dejo.
-Danielle.
-Por favor no me odies.
-Ya no se quién es mi mejor amiga.
-¡Lo siento!

-Yo también...y mucho.