El sol iluminaba la ciudad de New York, entrando por el vidrio de la ventana.
Spreen abrió lentamente sus ojos, dándose cuenta del escenario que tenía enfrente.
Quackity estaba acostado boca abajo, descubierto de la parte superior, dejando relucir las incontables marcas rojas y violáceas que su cuerpo poseía.
Spreen tragó grueso, confundido, y más que nada, culpable.
Quackity era prácticamente como su hijo.
Se levantó y comenzó a ordenar todo el desastre, había semen en el ventanal de la habitación y en otros lados más. Limpió todo y se fue a duchar, al salir, comenzó a ver todas las llamadas perdidas y mensajes no leídos, comenzando a contestar uno por uno.
Quackity abrió los ojos lentamente, sintiendo su cuerpo pesado y agotado, como si toda su energía vital hubiera sido absorbida por un demonio o un espíritu.
Al acomodarse, vio a Spreen sentado en la orilla de la cama con una toalla en su cintura contestando mensajes.
Suspiró pesado, sintiéndose alegre de repente.
Gateo sobre el colchón de la cama hasta enredar sus brazos en el cuello del alfa, abrazándolo.
—. ¿Has despertado? ¿Cómo te sientes? - preguntó Spreen, dejando de lado su teléfono para concentrarse en Quackity.
El menor tarareo, paseando sus manos por todo su pecho.
—. Exhausto - respondió, sonriente —. Tú... haces muy bien las cosas.
Spreen desvió el rostro, sonrosado. Era consciente de que su relación con Quackity había mejorado, pero no esperaba que ambos terminaran teniendo esa especie de "relación" tan pronto, esperaba que Quackity cumplierá los veinte al menos.
—. ¿Quieres desayunar? - preguntó Spreen, soltándose de los brazos de Quackity para tomarlo de su cintura y alzarlo, cargándolo en sus brazos.
—. ¿Qué me prepararás? - preguntó el menor, sonriente.
Spreen sonrió al ver su rostro —. Lo que desees.
La sonrisa en el rostro de Quackity se amplió, cambiando a una juguetona, Spreen sintió un escalofrío al verla.
El menor se acercó a su oído para susurrar bajo —. Quiero comerlo a usted.
Spreen jadeo al escucharlo, sintiendo su rostro arder.
—. Buenas tardes, joven Quackity. ¿Qué lo trae por acá? - preguntó el profesor de Ciencias Jurídicas.
El menor le sonrió, ese día estaba "llamando" demasiado la atención. Desde su ropa cubierta en pleno verano, hasta la peculiaridad de hablarle a un profesor.
—. Sólo quería saber cierta información - respondió, sentándose frente a él.
El hombre lo analizó por un momento, hasta que aceptó hablar.
—. Supongo que es por lo que él te pidió, ¿no? - preguntó, directo al grano.
Quackity no se sorprendió, sintió algo de adrenalina, asintiendo sonriente.
—. Dijo que usted podría platicarme de algo, dígame, ¿qué sabe? - preguntó, acomodándose.
El profesor sonrió, admirando la valentía del menor.
—. Será un caso corrupto, el cliente es inocente y pelea unos terrenos que son suyos. Dream se encargó de falsificar cierta información para contradecir la del cliente, por lo que el tipo optó por llevar las cosas a juicio - informó.
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Blood - Spreeckity
Fanfiction"El diablo es optimista si cree que puede hacer más malo al hombre" - Karl Kraus. "Que piensen lo que quieran, pero no pretendía ahogarme. Tenía intención de nadar hasta hundirme -pero no es lo mismo" - Joseph Conrad. Droga, deudas, clubs nocturno...