-Por favor, Kevin.
-No.
-Solo van a ser un par de horas, te prometo que estaremos aquí antes de que te des cuenta.
Rodé los ojos.
Luis me miraba fijamente con ojos de súplica desde el marco de la puerta, había llegado a interrumpir mi noche de no hacer nada.
-Si aceptas ir conmigo no volveré a pedirte nada nunca, lo prometo.
-Como si fuera tan fácil librarme de ti.
Me senté de golpe en la cama, lo señalé de la manera más varonil y amenazante que pude.
-No pienso regresar muy tarde, mañana tenemos entrenamiento.
-Te lo prometo, eres el mejor.
Corrió hacia mi closet a buscar algo de ropa, me levanté de mala cama y tomé la toalla.
Después de darme una ducha salí con la toalla enredada en la cintura, tomé una hoodie lila, unos jeans y mis AF1.
A Luis se le había metido en la cabeza ir a la feria del pueblo, la verdad no lo entendía muy bien, digo, me gusta la feria, pero este día en especial no había nada interesante programado.
Tomé las llaves de mi auto y salimos, el camino no fue muy largo, íbamos platicando de muchas cosas.
Cuando llegamos me di cuenta de que, en efecto, no había mucha gente, pero la poca que estaba se comenzó a acercar a pedir fotos y autógrafos.
Terminamos y nos dirigimos a los juegos, Luis, como el hombre maduro de 27 años que era, estaba pescando para conseguir un juguete que seguramente era más barato que el mismo boleto para el juego.
Yo lo miraba mientras tomaba una michelada, de pronto un ruido llamó nuestra atención, en el escenario había alguien chocando su mano con el micrófono, nos miramos y caminamos hacia allá, no había mucha gente, tal vez unas 70 personas, pero en una esquina había un grupo de gente gritando y aplaudiendo, alcé una ceja.
-Buenas noches.
El teléfono de Luis comenzó a sonar y me hizo una seña de que atendería en un lugar con menos ruido, asentí.
-Mi nombre es Carolina Almazán, esta noche estaré cantando algunas canciones conocidas y un par de mi autoría, espero que les guste.
Sonrió, acomodó el micrófono a su altura y comenzó a sonar la tonada de "ojos marrones" de Lasso.
Quise darme un palm face casi inmediatamente, me gustaba la canción, pero, ¿por qué últimamente parecía que era la única canción en el mundo?
La chica comenzó a cantar, su voz era tímida al principio pero después fue agarrando confianza y se notaba bastante cómoda ahí arriba.
Su voz... estaba bien.
Yo que sé, yo no soy crítico musical.
De pronto sus ojos comenzaron a buscar a alguien entre la gente, en un segundo tenía sus ojos clavados sobre los míos, me estremecí.
¿Por qué no dejaba de verme?
Me sonrió, yo correspondí su sonrisa un poco confundido, alguien tocó mi hombro.
-Veo que el pequeño Kevin ha decidido levantar suspiros el día de hoy.
-Cállate.
-Es bonita.
-Supongo.
-¿Por qué no le pides su número?
-No esa clase de bonita.
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Golden Boy. ||Kevin Álvarez||
Teen FictionÉl era un jugador de balones de oro, ella era una principiante. Él era divertido, ella era más bien torpe. Él era guapo, ella era hermosa. En fin, el uno para el otro.