9. ¿Quién es licenciado?

1.8K 81 22
                                    

Llegué al hotel.

Estaba bastante molesto, pero no quería ponerme en un plan con Caro del que luego me arrepentiría, por eso había decidido irme de ahí.

No sabía que era lo que pasaba conmigo, pensé que éramos amigos solamente, que tonto.

¿Cómo llegué a pensar que podía convivir con ella todos los días sin sentir nada?

Era increíble, era bonita, atenta y todo el mundo la quería.

Y yo no era la excepción.

Me senté en la orilla de la cama y puse las manos sobre mi cara.

No podía creer que estaba empezando a sentir cosas por ella.

Me tiré hacia atrás, había tantas cosas que me hacían sentir culpable.

Seguía saliendo ocasionalmente con otras chicas, probablemente, y solo probablemente, seguía sintiendo algo muy pequeño por Dome y por si eso fuera poco, la había llamado "mejor amiga" más veces de las que en realidad podía contar.

¿En qué universo un chico como yo podía estar con alguien como ella?

Ella era luz, era magia.

Y yo solo era yo.

Si, era futbolista profesional, ¿y?

Eso era realmente todo lo que me describía, no tenía más cualidades que esa.

De repente, mientras estaba ahogándome en mis pensamientos, me entró una llamada.

Bendito celular.

Contesté, de nuevo era Dome.

-Hola.

Dije sin muchos ánimos.

-Hola, Kev. Te llamo por dos cosas.

-Te escucho.

-La primera es que quiero pedirte una disculpa por lo que hice en el estadio, te juro que mi intención nunca fue que te dejaran fuera del partido, me hacía mucha ilusión verte.

Dijo apenada y yo suspiré.

-Lo sé, yo también lo siento. Y por lo del partido no te preocupes, me sirvió más estar ahí en la banca.

Dije recordando la pequeña platica que había tenido con el DT.

-De todas formas lo siento.

-¿Cuál es la segunda?

Pregunté después de estar unos segundos en silencio.

-Felicitarte.

-Oh, gracias... ¿Por qué?

Pregunté confundido y ella rió.

-Por tu cambio al américa, tonto.

-¿Qué?

Pregunté desconcertado.

-Está en todos los noticieros de deportes y en redes, es una locura.

-¿Qué?

Volví a preguntar, ella seguía riendo.

-No te hagas el loco, sé que es un tema del que tal vez por el momento no puedes hablar y lo respeto, solo quería felicitarte. En fin, te dejo descansar, espero verte pronto, te quiero.

Dijo lo último con la voz un poco baja.

-Si, espero lo mismo, adiós.

Y colgué.

Estaba en tal estado de shock que casi no me di cuenta de que me había dicho que me quería.

Tomé el celular de nuevo y busqué el número de mi representante, de repente me entró una llamada de Caro.

Golden Boy. ||Kevin Álvarez||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora