Estaba con los chicos esperando a Caro y a Lily, ellos no paraban de hacerme preguntas que yo simplemente ignoraba.
Hasta que Roberto alzó la voz molesto, nosotros volteamos a verlo, que temperamento traía últimamente.
-Kevin, ya basta. Compórtate como un hombre y acepta tus sentimientos, no te va a matar decirle a Caro que estás enamorado de ella.
Alcé una ceja.
-No estoy enamorado, dije que comenzaba a sentir algo por ella, COMENZABA.
Recalqué y Luis negó con la cabeza.
-Dejen de pelear por cosas que no podemos controlar, Kevin es un cerrado y eso nunca va a cambiar.
-¡Oye!
Dije ofendido.
-Y tú Roberto, es tu mejor amigo y así matara a 10 personas justo ahora, lo tendrías que apoyar igual, así que relájense que me están mareando.
Nosotros nos quedamos callados.
Las chicas bajaron, Caro traía ojeras y yo sabía que era mi culpa.
Tal vez me había alterado mucho ayer, pero no me gustaban para nada las injusticias.
Quizá me había afectado un poco la llamada de Dome hablándome del América, solo tal vez.
-Hola.
Dijo Caro mirándome y yo sonreí de lado.
-Hola, patosa.
Sus ojos comenzaron a ponerse rojos de nuevo y me abrazó.
-Kevin, odio que estemos enojados. Por favor dime que me perdonas.
-No tengo nada que perdonarte, pero si hay muchas cosas que tenemos que hablar.
Dije y ella asintió.
El tiempo pasó rápido, cuando estábamos en el avión, volteé al pasillo y noté que todos estaban durmiendo.
Miré a Caro, ella me veía como queriendo decirme algo, así que la alenté.
-Sea lo que sea, quiero escucharlo.
Dije y ella asintió.
-Hablé con el gerente del hotel, me dijo que le regresaría el trabajo a esa chica, le aclaré que todo había sido un malentendido.
Sonreí.
Sabía que al final haría lo correcto, siempre lo hacía.
-Además- Continuó - Quiero pedirte otra disculpa por lo de Gavi, no quería que pensaras que estaba pasando algo más con él y se me hizo fácil mentir, pero obviamente esa nunca es la solución y todo terminó peor por mi culpa.
-Eres una persona libre, así te conocí. Me parece increíble que hagas de tu vida un papalote si así lo deseas, lo que no me gusta son las mentiras, siento que no había necesidad de decirme algo que no era verdad.
-Lo sé, tienes razón.
-Y como no me gustan las mentiras, voy a decirte toda la verdad ahora y por favor, por lo que más quieras no me interrumpas, créeme que esto es lo más difícil que he tenido que hacer en mucho tiempo.
Ella asintió y yo me aclaré la garganta.
-Cuando te conocí, no tenía idea de la maravillosa chica que eras, para mí solo eras una chica más, pero la convivencia contigo fue lo único que hizo falta para darme cuenta de que nunca voy a conocer a alguien como tú, nunca voy a volver a estar con alguien que me dé tanta paz, tanta felicidad. En unos días lograste ganarte por completo mi cariño, me haces reír y siento que te conociera de toda la vida.
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Golden Boy. ||Kevin Álvarez||
Roman pour AdolescentsÉl era un jugador de balones de oro, ella era una principiante. Él era divertido, ella era más bien torpe. Él era guapo, ella era hermosa. En fin, el uno para el otro.