Golden Boy. ||Kevin Álvarez||

7. Let's do this.

Era el momento decisivo.

Eran las 4 am.

Lily y yo teníamos las maletas hechas, habíamos desayunado algo ligero y sano, habíamos ido al baño antes de salir de casa, ¡habíamos hecho todo bien!

¿Entonces por qué la desgracia nos perseguía?

Cuando estábamos arreglandonos, sonó la puerta de la casa.

Habían llegado nuestros padres.

¿Cómo por qué rayos llegaban a esta hora, quien viajaba a las 4 de la mañana?

A papá le habían dado vacaciones en su trabajo y había decidido ir a ver a su familia a Veracruz, a donde mamá quiso acompañarlo.

Por nosotras había estado bien, hasta ahora.

Obviamente no habíamos pedido permiso.

Obviamente no nos dejarían ir a Italia.

Tal vez eran padres cool y liberales, pero se los habíamos ocultado.

Y en efecto, estábamos sentadas frente a ellos mientras Lily se llevaba la mayor parte del regaño, como siempre.

-¡Por favor! Es una oportunidad única, ¿papá?

Lily volteó a ver a mi padre quien, debo decirlo, casi cedió después de ver los ojos de borrego que Lily estaba haciendo en su dirección.

Pero mamá interrumpió.

-Por supuesto que no, Liliana. Y fue muy irresponsable de tu parte tomar esta decisión y arrastrar a tu hermana a ella.

Yo fruncí el ceño.

-Lily no me "arrastró" a nada, creo que más bien fue al revés.

-La respuesta sigue siendo no.

Dijo mamá.

Y cuando estábamos a punto de echarnos a llorar y humillarnos, el timbre sonó.

Volteé a ver a mi hermana y ella sonrió con un brillo de esperanza en sus ojos.

-Llamé refuerzos.

Dijo mientras se levantaba del sillón y caminaba hacia la puerta dando de brinquitos.

Apenas se abrió, sonreí también.

Luis, Roberto y Kevin estaban parados del otro lado de la puerta, Luis abrazó a mi hermana y ella los dejó entrar.

-Hola, patosa. No conocía tu casa.

Dijo Kevin mientras me daba un beso en la mejilla.

Antes de que pudiéramos decir algo, volteamos a ver a papá y podía jurar que la mandíbula le caería al piso.

-¿Pe-pero que es esto?

Dijo mirando a los tres chicos que estaban parados frente a él.

-Hola señor, mucho gusto.

Dijo Roberto mientras se acercaba para darle la mano.

Papá la hizo a un lado y lo abrazó.

¿Qué?

-Mariana, ¡son los tuzos! ¡los tuzos están en mi sala!

Le gritó papá a mi mamá mientras ella los veía igual de sorprendida.

¿Pero en que mundo vivía, que todos los conocían excepto yo?

Kevin sonrió y se acercó para abrazar a papá también, él miró a Luis esperando que hiciera lo mismo, pero este no reaccionó, solo se quedó estático en su lugar.