Golden Boy. ||Kevin Álvarez||

6. Fuera de la liga.

Habían pasado varios días y yo apenas y había hablado con Kevin.

Hoy era miércoles en la noche, el día de la "cita" con Roberto.

No tenía nada de ganas de ir, pero yo yo era el tipo de persona que cancelaban de la nada, no podía hacerle eso, él se había esmerado mucho planeando esta salida.

Pero tampoco quería tener problemas con Kevin, no sabía que era lo que le había molestado.

Sabía que no eran celos, me había dejado en claro muchas veces que él no sentía lo mismo que yo.

Pero tampoco debía gustarle mucho la idea de que sus dos mejores amigos salieron juntos.

Decidí hacerle facetime, tenía que hablar con él, lo extrañaba muchísimo.

Sonó varias veces, justo cuando pensé que no contestaría, apareció su cara del otro lado de la pantalla.

Estaba acostado, despeinado y con ojeras.

Estaba durmiendo.

¡Estaba durmiendo!

¡¿Cómo podía estar durmiendo?!

Y yo pensando que estaba muy preocupado.

-Hola, bello durmiente.

-Hola, bonita.

Dijo sonriendo adormilado.

Sentí algo en el pecho, creí que me daría un infarto.

-¿Qué haces?

Pregunté y él alzó una ceja.

-Busco la cura de la diabetes, ¿que te parece que hago?

Solté una carcajada.

-Lo siento, no era mi intención despertarte.

-No te preocupes, no quería dormir tanto tampoco.

-¿Qué harás hoy?

Pregunté nerviosa.

-Nada, me quedaré a ver unas películas, tengo ganas de pedir alitas.

Él estaba de lo más normal, parecía tan fresco y que no le afectaba para nada el hecho de que Roberto y yo íbamos a salir hoy.

Una pequeña parte de mi, tenía la esperanza de que le molestara.

-Suena rico.

-Si, pensaba ir al antro pero mañana es el partido y no quiero estar desvelado. Por cierto, ¿vendrán?

-Creo que si, Luis le dio entradas a Lily.

Sonreí y él me imitó.

-Esta vez si me dejarán jugar todo el partido.

Yo reí recordando la semana pasada y él sentado enfurruñado en la banca.

-Ahí estaré, seré la bonita que te esté hechando porras.

Hablamos un rato más y colgó ya que le estaba entrando una llamada de su madre.

Yo me levanté con pesadez y me metí a la ducha, al final de cuentas tenía que arreglarme para salir.

Cuando terminé, me puse algo muy sencillo, pero lindo.

Me peiné y me llegó un mensaje de Roberto diciendo que estaba afuera.

Yo salí, no sin antes despedirme de Lily, quien me miraba con pena desde el sillón.

Se había decepcionado cuando le conté, ella juraba que yo me haría novia de Kevin.