—Extraño muchísimo a Luis.
Dijo Lily mientras hacía un puchero.
Yo la miré desde mi cama, ella estaba frente a mi, sentada en el suelo.
—Y yo a Kevin, pero ya no podemos hacer nada.
Me encogí de hombros y ella asintió.
Gavi se había ido a España ayer por la tarde, se suponía que estaría una semana más en México pero decidió regresar por el problema que había tenido con su amigo.
No lo entendía muy bien, el chico no me conocía de nada y ya afirmaba cosas sobre mí.
Lo peor de todo era que Pablo había decidido ir tras él en lugar de quedarse conmigo.
—Debes entenderlo, son mejores amigos, para los hombres eso significa mucho.
Dijo Lily y yo negué con la cabeza.
—No me molesta que se haya ido, lo raro es que ese chico hablaba de mí como si me conociera, como si tuviera algo en mi contra.
—No debe haberle gustado nada que su mejor amigo se fuera en plenas vacaciones a otro país, seguramente tenían planes.
—Tal vez.
Dije no muy convencida.
De pronto el celular de mi hermana comenzó a sonar repetidamente.
—Es Roberto.
Dijo alzando una ceja, yo la miré confundida.
—¿Qué quiere?
—No lo sé, Caro. No he contestado.
Dijo mirándome como si fuera algo obvio, yo rodé los ojos.
—Pues contesta, tal vez sea importante.
Ella asintió y deslizó su dedo sobre la pantalla, atendiendo la llamada.
Había tenido una larga conversación con mi hermana sobre lo que me había dicho Luis y ella estaba consciente de que tenía un problema, estaba tan consciente que había comenzado a ir al psicólogo y en un par de sesiones que llevaba, se le veía muy tranquila y contenta.
—Hola.
Dijo ella.
—Pon el maldito altavoz, Liliana.
Le susurré/grité y ella lo hizo.
—Hola, Lily. ¿Cómo estás?
—Bien gracias, ¿Cómo estás tú?
Hice cara de aburrimiento y ella me hizo un gesto con la mano indicando que no hiciera ruido.
—Eh, bien. Quería hablar contigo de algo.
—Soy toda oídos.
—Luis se va hoy.
—¿Cómo qué se va hoy? ¿A donde?
—Se va a Los Ángeles y después a la Ciudad de México.
—¿De qué rayos estás hablando, Roberto?
—Me imagino que no estás muy enterada, fue convocado para jugar en la copa oro con la selección.
Mi hermana se puso de pie rápidamente y yo la imité.
—¿Se va a ir a vivir para allá?
—Por lo menos mientras dure, solo quería que lo supieras, me imagino que nadie te lo dijo.
—No.
Dijo Lily susurrando.
—Mira, me dijo que lo viera en el aeropuerto en 10 minutos, por si te sirve de algo la información.
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Golden Boy. ||Kevin Álvarez||
أدب المراهقينÉl era un jugador de balones de oro, ella era una principiante. Él era divertido, ella era más bien torpe. Él era guapo, ella era hermosa. En fin, el uno para el otro.