—Por el amor de Dios, peinate Nahin.
Dije mirándolo seriamente mientras él jugaba videojuegos con Israel, Roberto, Luis y Gavi.
—Ya voooy.
Dijo alargando la "O" mientras se levantaba del sofá arrastrando los pies.
—¿Todos los demás están listos?
Los chicos asintieron.
Había pasado exactamente un año desde que Kevin y yo habíamos decidido vivir juntos y honestamente, había sido la mejor decisión de mi vida.
—Listo.
Dijo parándose frente a mí mientras yo asentía aprobatoriamente.
—Estás preciosa.
Me tomó de la cintura y me besó.
—Lo sé, yo siempre estoy preciosa.
Él rió.
Ellos estaban vestidos de manera muy casual, por ahora.
Hoy al mediodía se casarían nada más y nada menos que Luis y Lily.
Estaba de lo más emocionada justo ahora, su relación había sido de altos y bajos, pero desde que habían vuelto a ser pareja mientras Luis jugaba la copa oro 2023, no habían vuelto a separarse.
Podría decir que estaban incluso más unidos.
Hacía dos meses ya que Luis había decidido dar el siguiente paso, proponiéndole matrimonio a mi hermana en una linda cena romántica preparada por él mismo.
Pero habían decidido apresurar los planes, ya que hace 3 semanas, nos enteramos de que Lily estaba embarazada de 1 mes y medio.
Ellos no podían estar más contentos, recuerdo que Luis se apresuró y tan solo un día después de enterarse de la noticia, ya había hecho la compra de su nueva casa.
—Me queda un poco grande.
Dijo Pedri saliendo de la habitación de invitados, había entrado a medirse el esmoquin que usaría.
Seguíamos viviendo en el departamento y así habíamos bautizado esa recámara, habían pasado muchas más personas por ahí.
—¿Qué dices? Te ves guapísimo.
Dije y él me sonrió y me abrazó.
Nuestra relación había mejorado a tal punto de que ahora nos visitaba incluso si Pablo no podía venir.
—Bien, me voy a cambiar para irnos.
Yo asentí.
—Al menos a alguien aquí le importa ser puntual.
Dije claramente al aire, ya que ninguno de los chicos me estaba prestando atención, bufé.
Cuando Pedri estuvo listo, desconecté la consola.
—Eres una loca.
Dijo Roberto pasando por un lado de mí, yo le saqué la lengua de la forma más madura posible.
Nos dividimos en dos autos, Kevin, Pedri, Pablo y yo iríamos en el auto de mi novio y Roberto, Israel e Israel irían en el auto de Luis con él de chófer.
En el camino fui haciendo un par de bromas preguntando a Pedri y Gavi, cuando seguirían ellos.
—Por el momento no lo creo, él es aún muy chico.
Dijo y Pablo lo miró ofendido.
—Ya casi tengo 20.
—Qué grande.
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Golden Boy. ||Kevin Álvarez||
Teen FictionÉl era un jugador de balones de oro, ella era una principiante. Él era divertido, ella era más bien torpe. Él era guapo, ella era hermosa. En fin, el uno para el otro.