Capítulo 24

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Bill pov's:

- La feria es dentro de dos días. - añadió Georg.

- Imposible, no me dejan ir - comentó Marie con una expresión frustrada.

- ¿Y si vamos nosotros? - preguntó Tom y eso causó un silencio entré nosotros.

- ¿Tú crees que estemos relacionados con esto? - A Gus no le parecía dar mucha gracia.

- Quién sabe.

Volví a leer el trozo de papel que se encontraba en medio de la mesa.

Lo decía bien claro.

- El escrito dice que Marie debe ir totalmente sola, a la actividad de patitos, es obvio que tienen intenciones malas - opiné cruzando brazos.

- Sí, como si la fueran a secuestrar o algo - le di un guantazo no muy fuerte a Tom por su comentario - ¡Au!

Georg se rió pero al instante se le borró la sonrisa al ver a Gus y a Marie con una mirada de seriedad.

- Es lo que piensan mis padres. Han pensado en contratar a un detective para que investigue sobre esto.

- Lo veo normal, deben estar preocupados por tu bienestar - comenté.

- ¿No creen que han sido muy extrañamente ingeniosos? - todos miramos a Gus con una mueca - quiero decir, como sabían lo de las zanahorias, eso da por hecho que estuvieron des de antes observando a la familia Lin.

- Que dices... - comentó con sorpresa mi hermano en voz baja.

- Sí. ¿Marie, hace unos días tuviste algún conflicto con alguien o algo parecido?

Antes de responder a la pregunta de Gus, miró hacia otro lado pensativa.

- Con Adeline.

- ¿La rubia?

- Efectivamente.

- ¿Sabes si ella tiene conocidos o familiares que fueran capaces de hacer algo así por venganza?

- No, solo sé que tiene un amigo de la infancia, pero él nunca haría eso.

El castaño pecoso, como olvidarlo.

Por una parte estaba de acuerdo, parecía algo despistado para hacer semejante plan como ese.

- Entonces no podemos hacer gran cosa - añadió Gus y después suspiro.

- Si es la rubia, en ese caso podríamos ir nosotros, ella nos conoce, ¿no? - mencionó Georg.

- Sí, y esperar a que nos secuestren y nos violen, ¿No? - dijo Tom en una tonalidad de ironía.

- Y encima que tú diste la idea antes...

- Dejen de discutir, parecen niños pequeños - los dos me miraron sin mucha expresión y seguidamente apartaron la vista.

- No me parece bien seguir el plan, quién sabe si realmente son criminales o algo peor, mis padres se ocuparán de ello y cruzaremos dedos para que Mitternacht... Se encuentre bien - noté que su voz se quebró levemente al pronunciar el nombre que ella misma puso al pequeño gatito.

- ¡Chicos! ¿Quieren calletas de limón? - la señora Lin se acercó a nosotros con una bandeja llenas de esas galletas que nombró.

- No gra - Georg y Tom me interrumpieron.

- ¡Sí! - dijeron al unísono.

Minutos más tarde, los cinco nos encontrábamos en constantes silencios y el único sonido que se escuchaba era el crunch de las galletas.

♪ 𝐒𝐮𝐦𝐦𝐞𝐫𝐭𝐢𝐦𝐞 𝐒𝐚𝐝𝐧𝐞𝐬𝐬 ♪ | Bill KaulitzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora