Capítulo 27

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7:30

Entre la muchedumbre y el clamor, la dificultad de escuchar a Gustav era una realidad.

- ¿¡Que!? - dijo entre gritos Bill quien tenía más voz para ser escuchado.

- ¡Digo que quedan solo 15 minutos! - al fin lo escuchamos y al instante, todos miramos nuestros teléfonos para confirmar la hora.

Tenía razón. El entretenimiento de la feria nos hizo olvidar por completo la razón de la que estábamos aquí.

- ¡Meiii, vamos al barco pirata! - me agarró de la mano y me dejé llevar.

Adeline me explicó que no es la primera vez que está en una feria. Siempre que va a una, lo aprovecha al máximo. Hoy la veía más animada de lo normal.

- ¡Adeline! - la llamé pero fue en vano.

Llegamos a una cola inmensa para acceder a la atracción. Noté una mueca de deserción en el rostro de Adeline.

- Vaya... ¡Demasiada gente!

- Que esperabas, es un sábado.

- No te lo niego - no me soltaba de la mano y seguía buscando con la mirada otras atracciones para montar.

- Deberíamos ir con los...

- ¡La pista de coches! - empezó a correr sin soltarme hacia un escenario con pequeños coches.

Éste a diferencia de los demás, no había sobrecarga de gente.

- Adeline, quedan solo 10 minutos.

- Lo sé, aquí pagas 4 euros por persona y te dejan estar 10 minutos en el mini coche - se colocó un casco de protección y seguidamente me dio el mio.

- ¿No sería mejor ser puntuales?

Sin darme cuenta, ya lo tenía puesto. El tono de Adeline solia ser muy persuasiva y confiada. A veces me gustaría convencer a la gente con esa facilidad...

Nos montamos cada una en un mini coche y coloqué mis dos manos en el volante.

- ¡¡Meii, mira!! - Adeline empezó a dar vueltas con su mini coche. Era entendible el control que tenía, puesto que ella tiene vehículo y carné de conducir.

Apuesto a que si yo lo hacía, algo malo iba a pasar.

Empezé despacio, dando vueltas sin ningún tipo de sentido.

Miré hacia un segundo donde se encontraba Adeline y ella estaba...¿Derrapando?

Era increíble el movimiento que hacía y el buen control que tenía.

Intenté repetir el mismo movimiento pero simplificado.

A la primera no salió.

Y a la segunda, perdí el control y choqué contra otro mini coche.

- ¡Perdón! - me disculpé al instante.

- ¡Ten más cuidado! - al ver su rostro, me pregunté ¿Qué hacía un señor mayor en una atracción como esta?

- ¡Hey! ¿No tenías suficiente dinero para comprarte un coche y vienes a las atracciones para montar en uno por 4 euros a 10 minutos? - Adeline se acercó a nosotros lentamente con un tono alto y claro.

Al acercarse más, su rostro cambió rápidamente a uno de sorpresa y segundos después, el señor mostró una sonrisa tenebrosa.

- Vámonos Mei - se levantó del mini coche y se acercó a mí para darme su mano, yo correspondí y rápidamente salimos del lugar.

♪ 𝐒𝐮𝐦𝐦𝐞𝐫𝐭𝐢𝐦𝐞 𝐒𝐚𝐝𝐧𝐞𝐬𝐬 ♪ | Bill KaulitzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora