Capítulo 15

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Bill pov's:

La semana pasó relativamente rápido, suele pasar cuando estás ocupado a cada momento y no tienes momentos de ocio.

Al fin llegó viernes.

Estuve esperando la llamada de Marie des de ese martes pero no tuve respuesta.

Quizás no pueda ir después de todo.

Si es el caso, me quedaré pasando el rato con Tom, Geo y Gus en la piscina.

Sabiendo que hubiera preferido estar con ella, a éstos ya los tenía más vistos...

Salí de la ducha y me dispuse a recoger un poco el cuarto.

Fue en vano porque me cansé al instante.

Reconozco que soy bastante vago en estas cosas.

- ¿Reservaste la piscina está noche? - pregunto Georg entrando a mi habitación sin preguntar.

Suspiré.

- ¿Qué te han dicho Tom y Gustav? -

- Nada, no te piques - se sentó en el borde de la cama - solo quería saber -

Cerré la cremayera de la mochila y me senté delante suyo en la otra cama.

- Voy a dar el primer paso - dije al fin.

- ¿Qué? - seguidamente soltó una carcajada.

- Sí... - me ordené el cabello.

- Al fin, has estado todos estos días pesado con el tema. Sabes, me alegro por ti si piensas que esa es la persona indicada -

- Cállate, solos somos amigos - me levanté molesto.

- ¿Amigos? ¿De qué trata sobre el primer paso si se puede saber? - bromeó.

No pude evitar reírme con él, tal vez era de los nervios.

De igual forma lo acabé echando, tenía que prepararme para salir.

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Los cuatro nos estacionamos en un McDonald's cerca del hotel.

Mi lugar favorito para comer en estos momentos.

- Esta vez pediré el helado a sabor vainilla con nata - comento Gustav que era el último en bajar del auto.

- Eso lo pediste la última vez - añadió Tom - ¿Por qué no prueban la de oreo? -

- Nata con galleta - opinó Georg.

Abrí la puerta del McDonald's con dos manos y sentí el olor de las hamburguesas entrar por mis fosas nasales.

Respiré profundamente.

- Déjanos entrar - me empujó Tom y Georg que se encontraban detrás mía.

- Ehh - me quejé.

- Eso te pasa por tapar la puerta - añadió Gustav.

Maldijé mentalmente.

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Después de comer nos quedamos ahí un rato para que bajara la comida.

- ¡Estoy que reviento! - se estiró Georg.

- Sí, yo también - repitió Tom mientras se daba palmadas en el estómago.

- Después de esto, llamaré a Marie - mencioné mientras miraba la hora del teléfono.

Noté que esos tres se miraron con cara coqueta.

♪ 𝐒𝐮𝐦𝐦𝐞𝐫𝐭𝐢𝐦𝐞 𝐒𝐚𝐝𝐧𝐞𝐬𝐬 ♪ | Bill KaulitzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora