La miré de arriba a bajo buscando si tenía alguna herida o algo parecido.
Su expresión indicaba estar preocupada y lentamente se acercó a mí.
- ¿Estas bien? - dijimos los dos a la vez.
- Yo estoy bien, ¿y tú? - me acerqué a ella para estar cara a cara.
- Sí...
- ¡Menos mal! - la abracé y noté como el gatito saltó y se sentó al lado nuestro mientras nos miraba.
- Bill, yo también me alegro de que estés bien - correspondió mi abrazo.
Noté unas pequeñas lágrimas caer por mi lagrimal, como si hubieran estado ahí retenidas desde hace mucho tiempo.
- Bill - se separó del abrazo y me miró, seguidamente apartó las lagrimas que caían por mis mejillas - ¿Los demás están bien?
Asentí. En estos momentos, no me importaba verme como un mapache por el simple hecho de que mis lagrimas estaban escurriendo mi maquillaje.
Me alegraba saber que ella estaba bien y que ese disparo...
Abrí los ojos al recordar de nuevo el disparo. Podía recordar que el sonido venía de una zona más lejana.
- Vamos a buscar a los demás y salgamos de aquí de una vez - me levanté y le ofrecí mi mano.
Caminamos mientras el Mitternacht nos perseguía.
Busqué con la mirada y vi un gorro sobresalir de un coche. Cualquiera podría verlo, no se molestaba en esconderse un poco más.
Nos acercamos a pasos rápidos y silenciosos hacia el coche.
- ¡Tom! - grité entre susurros.
- ¡Bill! - primero me miró a mi y seguidamente miró hacia Marie con una expresión de sorpresa.
- Tom, ¿Estas bien? - preguntó Marie.
- Sí - se agachó un poco más - Georg y Gus están en ese coche grande, los vi esconderse juntos después de escuchar el disparo.
- Entonces están bien... Me alegro - miré hacia el coche mencionado.
- Hay que juntarnos y buscar el coche de Georg.
- Lo sé, el problema es que no sabemos dónde está.
- Georg lo sabrá - Tom salió del coche corriendo de una manera algo graciosa pero silenciosa que era lo importante - ¡Vamos!
Los dos lo seguimos y llegamos al coche grande anteriormente mencionado.
- Bien, ya estamos todos juntos - comentó Tom.
- Hey, ¿Están todos bien? - preguntó Georg.
- Sí, afortunadamente - respondí.
- Georg, dime que sabes dónde está tu coche.
- Sí, está casi a la entrada, debemos acercarnos.
Entre todos nos miramos, me posicioné delante de de ellos y saqué de nuevo la cabeza.
- No veo a nadie - comenté.
Fui el primero en salir y los demás me siguieron. Cada coche que pasábamos, agachábamos un poco la cabeza y al salir, acelerábamos los pasos.
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Después de unos largos minutos, llegamos a la entrada del estacionamiento. Georg nos indicó donde se encontraba su auto.
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♪ 𝐒𝐮𝐦𝐦𝐞𝐫𝐭𝐢𝐦𝐞 𝐒𝐚𝐝𝐧𝐞𝐬𝐬 ♪ | Bill Kaulitz
Fiksi Remaja-𝑅𝑒𝑚𝑒𝑚𝑏𝑒𝑟, 𝐼'𝑙𝑙 𝑎𝑙𝑤𝑎𝑦𝑠 𝑙𝑜𝑣𝑒 𝑦𝑜𝑢, 𝑏𝑦𝑒... De nacionalidad Alemana y raíces orientales, Marie Lin, una adolescente de 16 años atada a sus padres hasta que al fin empiezan las vacaciones y conoce a un grupo de chicos que por p...