Lo lamento

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Una pequeña luz se podía ver a través de la ventana de una gran mansión oscura. Desde el gran letrero oxidado se podía sentir la penumbra de cada rincón que rodeaba aquella casa, las flores marchitas bordeaban los jardines y le daban un ambiente triste y pesado.

Xavier sabía que se encontraría con algo así al hablar de la familia Addams. Personas que encontraban normal todo lo extraño y siniestro del mundo. Pero fue aún peor, verlo ante sus propios ojos.

Hasta el aroma del aire, te advertía que no cruces aquellas puertas. El castaño supuso que era parte de lo estético de aquel lugar, pero que acostumbrarse a todo lo que implicaba esto, le costaría más que cualquier dibujo complicado que se haya propuesto.

Abrió la puerta del auto y pudo percibir a unas cuantas arañas corriendo hacia las llantas de la camioneta. De un sopetón cerró la puerta y retrocedió unos pasos, sin perderse de la extraña mirada que le ofrecía la azabache desde el otro lado.

- ¿Ahora que sucede? - le pregunto con el ceño fruncido.

Estar con ella se había convertido en un particular escenario, similar a estar cerca de un Hyde.

Cuando estuvieron juntos, que no fue mucho más de 12 horas atrás; ella había sido una mujer dulce, lo más diferente a lo que era ahora. Pero debía suponer que la magia se acabaría apenas pasará la calentura del momento.

Desde que el sol salió a través de las nubes, ella había cambiado, se había convertido en la misma chica retraída y desconfiada que siempre aparentaba no necesitar a nadie más que a si misma. Y eso en cierta parte, lo lastimó.

- ¿Por qué mierda tienen tantas arañas?- pregunto con la nariz arrugada.

- Les gusta estar aquí...

Dijo y se giró hacia la puerta negra que estaba en frente de ellos, tan solo unas cuantas gradas llenas de espinas, los separaban de aquel soporte de madera.

- Ah... debí suponerlo- dijo el castaño sin mucho cuidado de ser escuchado, sabía que ella ya no le estaba prestando atención.

Camino con pasos inseguros y se junto  con ella en frente de aquella puerta, evadiendo cada ramita que quería introducirse en su piel.

- Interesante manera de evitar que entren...

- Más bien...es una exquisita forma de lastimarte al entrar, nada mejor que unas gotas de sangre al entrar en la morada Addams- dijo ella con las comisuras de la boca levantadas levemente.

Xavier se quedó observandola con la esperanza de que fuera un chiste de mal gusto, pero cuando vio sus pies caminando en medio de las espinas, sin ninguna precaución, su garganta se atasco en medio de su respiración.

- Ahora...intenta no decir imprudencias en frente de mis padres- dijo ella y volteó a verlo como si fuera la mayor escoria que se ha presentado en su vida- no necesitan saber más de lo estrictamente necesario.

El castaño inhaló y trago el sabor amargo que se había instalado en sus amigdalas.

- No planeaba hablar de todas formas...y ¿Qué es lo estrictamente necesario entonces?

- Tú y yo apenas nos conocemos, solo te estoy ayudando a descubrir una amenaza en tu contra, pero nada más que eso...- dijo ella con la vista fija en la puerta.

Xavier se pasó la mano por su cabello, desordenandolo aún más.

- Correcto entonces...no hablaré ni diré nada Addams- dijo y se poso junto a ella con rostro de indiferencia. Sabía que no podía esperar grandes cosas de la pelinegra, pero jamás imagino que iba a tratarlo como un desconocido en frente de su familia.

Tenebroso y Palpitante Amor - MERLINA Y XAVIERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora