La excepción

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Después de varias horas de búsqueda, encontró el taller, justo como lo había visto la última vez, grande y teñido de gris por el paso del tiempo y las temporadas de lluvia.

Molesta por el mosquito castaño que la había estado fastidiando con comentarios sin presencia de gracia, como todas las personas de este pueblo. Se encontraba sentada sobre un taburete de madera que había encontrado junto a varios lienzos amontonados en una esquina.

Podía observar que Xavier, a pesar de su complicada relación el año pasado, seguía manteniendo su gran pintura en un cobertizo alto. Por un momento pensó, que él, solo arrojaría su cuadro y sus recuerdos a una gran hoguera hirviendo, pero le sorprendió encontrar lo contrario.

Frente a ella estaba una hoja garabateada con varias líneas, estaba ideando un plan para empezar su investigación. Sin embargo por más que intentaba concentrarse, siempre existía una gota de pintura que caía sobre su rostro o sobre su hoja; pintura que se originaba del pincel de Xavier. Quien ni siquiera se molestaba en pedir disculpas, solo paseaba con un tarro de pintura negra en sus manos, con sus cejas juntas y concentrado en lo que sea que esté haciendo frente a un lienzo gigante.

- Oye idiota- se volteó y se bajó del taburete.

No hubo respuesta de su parte.

- Thorpe- volvió a llamarlo, pero tampoco respondió. ¿La estaba fastidiando?

Se acercó con pasos rápidos y le arrebato el pincel de las manos. Él se quedó en blanco y jalo sus audífonos de sus orejas con la mano manchada.

- ¿Qué te sucede?- pregunto con el ceño fruncido.

- Te he estado llamando- parpadeo y bajo su mirada desaprobatoria a su pintura.

- Oh- camino hacia la mesa y agarro un trapo manchado anteriormente con restos de pintura, para limpiarse- lo siento, no podía oírte.

- Ya me dí cuenta- volteó su vista a su hoja sobre la mesa y aclaró su garganta antes de hablar- estás manchando mi plan con tu pintura escurridiza.

- Oh- se acaricio la parte lateral de su cuello y volteó su vista a su hoja- amm ¿Lo siento?

- ¿Es lo único que te enseñaron a decir?- regreso su vista hacia él, quien solo levanto los hombros y se giró nuevamente hacia la mesa para sostener otro pincel- enserio necesito concentrarme.

- Merlina, te juro que nose que quieres de mí, me quieres excluir de tu maravilloso plan pero al mismo tiempo ¿quieres usar mi taller como tú guarida secreta?- se giró y la encaro.

- Entonces es eso- respiro lentamente antes de ir hacia su maleta para ponerla nuevamente sobre sus hombros- lamento haber abusado de tu hospitalidad- soltó con sarcasmo.

- No me refiero a eso, pero ¿por qué no quieres mi ayuda? se que no soy la gran cosa pero podría serte útil en algo- puso el pincel sobre la mesa y metió sus manos en los bolsillos de sus pantalones- a menos de que, no te agrade estar conmigo..

Bajo la cabeza y centro su mirada sobre un tablón manchado con pintura blanca. Podía mentirle, podía decirle claramente que no le agradaba su compañía y por esa razón quería alejarse de él a cada instante. Pero algo se lo impedía, no podía cerrar las puertas completamente.

- No es eso- resopló y cruzó sus brazos- necesito mantenerlos a todos al margen de la situación. Anteriormente ya han ocurrido varios accidentes, de los cuales aún me siento responsable.

- Pero nada de lo que ha ocurrido es tu culpa, si no hubieras llegado a Nunca Más, jamás hubiéramos conocido toda la verdad- se acercó lentamente.

- Pero tu jamás hubieras terminado en la cárcel por algo que no hiciste, Tyler posiblemente mantendría calmado a su monstruo interior y posiblemente seguirían teniendo una directora para continuar dirigiendo a esa escuela, y también a su loca coordinadora aficionada a las plantas.

Tenebroso y Palpitante Amor - MERLINA Y XAVIERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora