Está hecho

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El reloj en la pared continuaba sonando, los golpes estaban a punto de volverme loco. Hasta que llegaron a ponerse uniformemente en el número 9, todos enfocaron sus ojos en el mismo y nos volteamos a ver entre nosotros, como si estuviéramos esperando algo en específico, pero nada sucedió. Ya marcaban 8 horas sin la presencia de Merlina entre nosotros, y al parecer era el único en enloquecerme por el pasar eterno de los segundos. 

El único a excepción de Enid, que regresaba su mirada de incertidumbre hacía mí, demasiadas veces, como si en cualquier momento, Merlina fuera aparecer agarrada de mi brazo. Era extraño. 

Todo era muy extraño. 

Primero esta mañana, todo fue extremadamente perfecto para mi parecer. Pude verla a mi lado, totalmente relajada y con una ligera pero imperceptible sonrisa en sus labios, mientras el sol alumbrara su cabello azabache que se desordenaba en las almohadas, y su piel pálida parecía brillar con el ambiente mágico de la habitación. Todo parecía sacado de un sueño. O eso era lo que yo creía. 

Cuando la vi en clase, creí que existiría una reacción, una actitud diferente. Pero en lugar de eso, había desaparecido a través de las puertas, como si nada hubiera sucedido y como si, por alguna extraña razón, decidiera evitarme. 

Después, aquella reunión misteriosa de padres de familia, con una celebridad como mi padre por supuesto, que llego acompañado de un par de gorilas muy conocidos por mi persona, rodeándolo mientras ingresaba y se pavoneaba ante los demás. Asintiendo levemente en mi dirección, en una especie de saludo, tratando de cumplir con su intento fallido de "padre", un intento que me parecía muy mediocre después de todo. 

Pero ahora, la rareza iba aún más allá. Cuando pasando las 7 de la noche, todos mis amigos me rodearon, tratando de esconder una ligera lástima en sus miradas. Como si de alguna manera quisieran protegerme de algo que pudiera herirme, de algo que iba a lastimarme, y así fue. Ajax ocupo el primer lugar en acercarse y poner su mano sobre mi hombro, mientras Bianca cubría el segundo puesto, frotando mi muslo de manera amistosa y un tanto...apresurada, como si sus movimientos estuvieran atrapados en el nerviosismo. Mientras mi mente, digería la información de la manera más lenta posible, como si necesitara todo el tiempo y la energía posible, para procesarlo. 

"Vimos a Merlina con Tyler esta tarde" 

Esa era la pequeña conclusión a la que había llegado. Desde ese instante, deje de escuchar el resto de la conversación. No había más explicaciones, no necesitaba más explicaciones. 

Por la reacción de mis amigos y por la ausencia de Merlina, supe de inmediato que era lo que estaba ocurriendo. Era completamente obvio. Mis sueños funcionaban y esta vez no fue una excepción. Sabía lo que ocurriría y aún así, decidí confiar en el destino, como si de esa manera pudiera evitar lo inevitable. 

Cuando la vi regresar aquella noche, con la cabeza gacha y las manos entumecidas en cada lado de su cuerpo, supe que algo andaba mal, supe que algo se había arruinado y no fue ninguna sorpresa escucharla decir las palabras siguientes, que estaban envueltas en un gran discurso de lástima y solidaridad hacia mi persona que solamente me provocaba nauseas. 

Fue tan terrible escuchar el como nunca estuvo enamorada de mí, pero fue aún peor, escuchar las razones y las justificaciones por las cuales me había dado la "oportunidad" , mi corazón se sentía como un simple musculo que se detuvo, dejo de bombear y en lugar de enviar sangre, envió descargas eléctricas para torturar mi ser aún más. Pude ver sus rasgos, sus movimientos al hablar, era casi como un discurso, de esos que se utiliza para realizar exposiciones cuando estás demasiado nervioso, o como unas palabras que debes utilizar estrictamente para llegar a tu objetivo.

Tenebroso y Palpitante Amor - MERLINA Y XAVIERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora