Descubriendo Tu Verdad

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Camine de regreso a mi clases de esgrima, completamente ajeno a todo lo que sucedía a mi alrededor. No podía concentrarme en nada, y podía jurar que había dejado una parte de mi uniforme en mi habitación, pero poco importaba ahora.

No podía dejar de escucharla en mi mente, su voz no había cambiado nada, seguía siendo fría y filosa como la hoja de un cuchillo. Tan directa e insensible en ocasiones, que me hacía enfurecer pero, al mismo tiempo, era tan profunda que llegaba a calmar cada instinto que se recorría por mi cuerpo. Su rostro, era igual de perfecto, con sus facciones perfiladas. Mi mente las memorizo como si lo necesitara.

Y algo que me pareció tierno y muy alterno a ella pero que ahí estaba, es el temblor en sus manos. Al parecer, estaba un tanto nerviosa, pero el resto de su compostura seguía intacta.

Por un momento sentí la necesidad de caminar hacia ella y tomar sus manos entre las mías para tranquilizarla, para decirle que todo estaría bien y que podía contar conmigo para lo que sea que esté sucediendo ahora en su vida.

Pero tan pronto como tenía esos impulsos, mi cruel mentalidad regresaba todos los recuerdos de esa noche, como si fuera una maldita película de terror que yo tuviera que ver obligatoriamente para dejar de ser un completo idiota.

Y las mismas palabras siempre estaban ahí...

"Cuando nos besamos, cuando tuvimos sexo, pensé que iba a llegar a sentir algo, pero lo único que puedo llegar a sentir es...miseria y lástima, además de una amistad que supongo está arruinada..."

Claro que estaba arruinada, como no podría estarlo después de decir semejante cosa sin ningún tipo de remordimiento.

Por momentos me ponía a reflexionar sobre aquella accion. Quemando mi cerebro y pensando en esa manera tan brusca de romper con todo lo que estaba pasando entre nosotros. Cómo si quisiera ofender y lastimar intencionalmente

Y eso solo me traía de vuelta a mis sueños iniciales.

Mi propio poder o lo que sea que sea está cosa que tengo y que me hace "especial", me advirtió de esto. Me advirtió que esto podría pasar y yo solo lo ignore por completo.

Y aquí estaba nuevamente pensando en ella, teniendo lástima por ella a pesar de todo lo que me había hecho. No podía sacarla de mi mente, no podía dejar de recordar todos nuestros momentos y todas las esperanzas que estaban puestas en ellos.

Esa manera tan extraña y hermosa que tenía de demostrar que le importabas. Aquella noche en la que se pasó de tragos y me dijo que yo era importante para ella, que tenía poder sobre ella y que nuestra relación era diferente a todo lo demás.

Esas acciones se interponian en poder olvidarla y poder continuar.

Sin darme cuenta había llegado al salón de esgrima y entré sigilosamente a los vestidores, ya que había llegado tarde. Me cambié y pronto me dí cuenta que en efecto, lo que había olvidado en mi habitación eran los guantes. Por suerte tenían unos varios en la galería que podía utilizar, siempre y cuando me permitieran participar.

Entre en el salón principal que estaba completamente iluminado y todos mis compañeros ya se encontraban ahí, incluyendo a Ajax quien estaba demasiado meloso con Enid. En una esquina estaba Bianca con Yoko y la nueva integrante de nuestro equipo, quien ahora era mi ¿Novia? Bueno ella nos llamaba así a ambos, y yo la verdad no le di importancia, ni tampoco creía que era necesario etiquetar lo que teníamos, pero aún así no me negué a qué ella lo haga.

Su nombre era Dafne era castaña, con ojos azules y muy bonita. Su poder o rareza para los ojos de los demás, era hacer crecer a los elementos de la naturaleza, como flores, plantas curativas y semillas de árboles enormes.

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⏰ Última actualización: Oct 18 ⏰

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Tenebroso y Palpitante Amor - MERLINA Y XAVIERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora