Xavier Thorpe-
Los días nublados eran ya escenario predestinado para la academia de Nunca más, los días soleados eran excepciones totalmente maravillosas que se daban cada cierto tiempo, y cuando eso sucedía, todo ser vivo aprovechaba de aquel momento, sin la necesidad de pensar si en algún otro día volvería a suceder.
Era increíble como todos vivían un día por vivir, sin la preocupación de lo que vendrá después o que consecuencias traerá consigo el destino. Sin pensar en las personas que estarán en el camino, o si provocarán un gran impacto en el corazón.
Todos reían cuando podían hacerlo y lloraban cuando tenían el momento para desahogarse, pero nadie se ponía a reprochar las tragedias de los días siguientes. Nadie que esté en medio de un beso, dentro de una tormenta, se pondría a pensar en el corazón roto que traería dos días después. No, porque lo único que desea tu mente, cuerpo y alma en ese instante, es saborear el dulce fluido de la felicidad.
La vida talvez sería más fácil si supiéramos las tristezas que vendrán a sacudir nuestra vida o talvez, podría ser más amarga de lo que ya es. Xavier no veía diferencia en eso, le hubiera bastado con seguir los consejos de su cordura, para evitar todo este lío de emociones que solo lo dejaban con un nudo enorme en la garganta.
Le hubiera gustado, evitar verla desde el primer día, evitar conocerla como lo había hecho, evitar salvarla cuando ella solo lo había entregado a su propia condena. Debería haberla olvidado después de saber que su corazón estaba en manos de otra persona, debió haberla abandonado cuando lo condenó por segunda vez sin siquiera dudarlo, cuando lo único que él había hecho desde que la vió, fue amarla. Amarla con cada poro de su piel, desear tanto que se encuentre a salvó.
Él debió haberla soltado, como se suelta una cuerda que te está astillando las manos, debió haberla soltado.
Pero no lo hizo, y su corazón se estaba encargando de hacer los reclamos respectivos, recalcando cada momento en dónde fue un completo idiota, su alma se lo reprochaba, como si de un juicio se tratará.
Detuvo el auto en frente de la gran academia, todas las luces estaban apagadas, pues nada alumbraba las paredes grises. Tan solo las estrellas brillaban hacia el gran tejado cubierto por las hojas de los árboles.
Xavier apagó el motor y el silencio lo abrumó, sus manos soltaron el volante y se apoyaron sobre sus piernas. Volteó su mirada hacia el asiento del copiloto. Nunca debió haber robado este auto, si no lo hubiera hecho, nada habría sucedido. Nunca la habría besado, nunca la habría tocado, nunca podría haber visto su hermoso cabello negro, rodeando su rostro sonrojado mientras la sostenía de la cintura.
Suspiró y se pasó una palma sobre el rostro, regreso su mirada a la ventana y pudo ver el gran bosque, todos los árboles se sacudían con la fuerza de viento.
Su celular vibró dentro de su pantalón e instintivamente lo sacó. La pantalla se encendió y un mensaje apareció en la sección de notificaciones, conocía ese número y fue más la sorpresa, de recibir un mensaje del mismo, jamás pensó ver su nombre dentro del casillero de "mensajes pendientes".
Frunció el ceño y levantó su mirada al parabrisas. Este mensaje podía contener muchas cosas que lo destrozarían aún más, probablemente no debería leerlo.
Pero vivir con la curiosidad de como terminaría su historia, no era una de las cosas que estaría en su cabeza por el resto de su vida. Es más, podría facilitar todo el hecho de leer la realidad, estaría tomando el camino fácil para poder cumplir su objetivo.
Superar a Merlina Addams.
Bajo la cabeza y presionó sobre la burbuja para poder leer su contenido. El perfil de mensajes de la pelinegra apareció ante sus ojos y Xavier se sorprendió por la cantidad de palabras que brotaron como piezas. Exhaló y leyó cada una de ellas, preparándose para lo peor.
" No sabía cómo iniciar esto, pero creo que lo mejor es explicar mis razones para comportarme de esa manera contigo, no quiero excusarme, solo quiero que entiendas. Durante toda mi vida, supe que no podría ser amada por nadie. Porque no es mi naturaleza amar, mi naturaleza es odiar y despreciar cualquier índice que me lleve por aquel camino. Pero todo fue distinto cuando te conocí, el odio se torno distinto. Al comienzo pensé que eras un aristocratico niño mimado que no sabría nada de la vida, nada del sufrimiento y de la inferioridad, pero fuiste diferente y te odie por eso. Te odie aún más cuando me mostraste una faceta diferente a la que me mostró Tyler, te odie por haber demostrado que me equivoqué en mi elección. Ahora te odio porque, mi cabeza ya no tiene más que tu rostro como pensamiento principal, ni siquiera puedo investigar si tú no estás aquí para ayudarme. Te odio por haber estado para defenderme en cada situación que necesitaba cuando no merecía eso de tí. Te odie por representarme de manera nítida y única en tus cuadros, cuando ni yo misma podía ver eso en mí. Te odio por haber visto un lado mío, que nadie más podría ver. Te odio por haber hecho, de la noche de ayer, una de las mejores noches de mi vida. Te odio por quitar toda la fortaleza que quedaba en mí y sé, que jamás podré dejar de odiarte por todo este manojo de emociones que me estás provocando.
Se que esto no es lo que esperas leer de mí, se que es cobarde decir todo esto por medio de un ridículo mensaje, pero eres tan influyente en mi cerebro que sé, que no podré decírtelo en la cara.
Mañana iré a Never More, y quiero verte ahí, no es una pregunta. Te veré en el invernadero a las 8 de la mañana..."
Mentiría si dijera que no leyó aquel mensaje unas 5 veces. Todavía no podía sopesar el contenido del mismo, se le hacía confuso y sorpresivo a la vez.
Apoyo su cabeza sobre la palma de su mano, observó el bosque nuevamente y los árboles se habían detenido, convirtiéndose en un bosque frívolo y escalofriante. Sus ojos percibían el movimiento de varios animales que corrían de un lado a otro, supuso que serían pájaros o ratas buscando a su siguientes presas.
Regreso su vista al parabrisas y suspiró. Su cabeza estaba más perdida de lo que había estado antes, le dolía el corazón por todo lo que había pasado. Se sentía tan agotado, había luchado por tener la atención de Merlina durante mucho tiempo. Pero ahora que lo tenía casi cerca de sus manos, su mente le rogaba que no cediera.
Su corazón era un caso aparte, ese maldito siempre estaría detrás de la chica de trenzas. Estaría empujándolo a tomar sus manos y besarla por el resto de su vida, sin importar lo ridículo que se sintiera por perder su dignidad.
Cerró los ojos e imagino un escenario, su rostro pálido y perfilado por las sombras apareció, sostenido entre sus manos y el calor de sus cuerpos se sintió tan cerca como el humo de un horno de la cafetería. Sus ojos, esos ojos que parecían salidos del mismo cielo, tan brillantes como las piedras de una cascada. Su cabello largo y suave, sus labios, perfilados y listos para ser besados con la mayor delicadeza posible.
"No nos dejes ir...podemos tener todo esto "
Susurraba una y otra vez, la pelinegra creada por su imaginación. Sabía que era una manipulación impuesta por él mismo, pero no pudo resistirse a la idea de tenerla cerca solo una vez más.
Abrió los ojos, haciendo un juramento a si mismo de que sería la última oportunidad para una relación con Merlina Addams. Eso sí resistia uno más de sus desplantes.
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Tenebroso y Palpitante Amor - MERLINA Y XAVIER
RomanceMerlina Addams llega a la gran academia de "Nunca Más" en dónde conoció a muchas personas muy particulares con las cuales paso sus más increíbles y tenebrosas aventuras. Pero ¿será ésto también el inicio de una nueva historia de amor? o solo será ot...