19. Él fue la primera persona para mí.

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Cuando lo vi aquella noche de nuevo, después de tanto tiempo, mientras Adam me llevaba a casa, lo único que quería hacer era verlo sufrir tanto o más de lo que yo lo había hecho durante todo el tiempo en que estuvimos separados. No me importó mucho si ya había sufrido por mi ausencia también, simplemente quería saber que tanto estaba dispuesto a perdonarme, que tanto le afectaba verme con otro hombre y si realmente ahora podía confiar en que no volvería a dejarme tan pronto se diera cuenta cómo era yo. 

Sentí la necesidad de hacerlo miserable aun cuando eso me hiciera sentir mal a mí también. Ni siquiera puedo recordar cómo tomé una ducha y fui a la cama esa noche. Pero mi mente se sentía clara ahora, aunque mi cuerpo aún se sentía agotado y débil.  Nada ha cambiado realmente, sigo siendo yo y Cameron sigue siendo la misma persona de siempre, a pesar de que todo se había desmoronado y arruinado aún quería aferrarme a algo, a él.

 La distancia parecía demasiada aun cuando estábamos frente a frente.  A pesar de que podía   enredar mis dedos entre su cabello castaño y sentir la suavidad de su mejilla bajo la palma de mi mano, de oler ese toque a menta en su ropa junto al humo de cigarro que siempre se colaba a todas partes, a pesar de todo ello aún parecía que estaba soñando. 

Podía ver las lágrimas en sus ojos cafés y la forma en que sus labios se curvaron en una sonrisa temblorosa, sentí el calor de sus brazos rodeando mi cuerpo haciéndome sentir más seguro, tranquilo, feliz. No hubo mucho que decir al principio.

 
❁❁❁❁❁

Sus labios besaron suavemente mi barbilla haciendo su lento recorrido hasta llegar a mi cuello, gemí en respuesta y mi cuerpo se arqueó un poco buscando su calor, él sonrió contra mi piel. Mis manos se movieron ansiosas sobre el dobladillo de su camisa blanca, ahora fue él quien gimió en respuesta mientras las palmas de mis manos se presionaban sobre su abdomen firme, sentí sus músculos tensarse por un segundo. 

Su aliento recorrió mis mejillas y sus dedos trazaron el contorno de mis labios con paciencia. Observé su piel pálida, el leve rubor que subía por sus mejillas como pequeñas manchas acariciando su rostro y cuello. El sudor cayendo por su frente y su cabello oscuro sobre sus ojos.

—No te vayas... 

—Shh... estoy aquí, no voy a dejarte. 

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La taza de té fue servida frente a mí, coloqué mis manos alrededor de la porcelana para calentarlas, otra taza fue colocada sobre la superficie de la barra, Cameron me sonrió desde el otro lado, pero tal como su sonrisa llegó se evaporó en el aire. 

Me sentí frustrado, hacía mucho tiempo que él y yo no estábamos solos en algún lugar y mucho menos en su casa. A pesar de lo que había sucedido momentos antes en la habitación, justo ahora me sentí ansioso de estar ahí y con él.  ¿Qué se supone que debía decirle? 

—Lamento que lo primero que hice al verte fue arrastrarte a mi habitación — susurró, sus mejillas mantuvieron un tenue sonrojo que se extendía hacia su cuello, me concentré en los lunares que terminaban por esconderse bajo su camiseta. 

—...Está bien — fue todo lo que dije, porque para ser sinceros aun cuando tuviera mucho que decir las palabras simplemente se perdían en mis propios labios.

Guardamos silencio.

Me concentré en la taza de té que no deseaba beber en realidad.

Examiné el rostro de Cameron por primera vez esa tarde, la luz de la ventana se filtraba por la cortina verde oscuro mandando destellos a su cabello castaño. Tenía un golpe de un morado tenue que se extendía sobre su pómulo derecho, haciendo que su tono claro le diera un peor aspecto del que realmente tenía. Mi mano se movió por instinto o quizá solo con la excusa de poder tocarlo de nuevo. Su piel estaba tibia bajo el tacto, lisa y también algo áspera por la barba de algunos días que Cameron no parecía haberse preocupado por quitar, presionó suavemente su rostro contra la palma de mi mano y cerró los ojos. 

K (BL +18)  [COMPLETA] ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora