14. Como un idiota.

175 21 0
                                    

Su risa. La forma en que sus manos recorrieron mi cuerpo con ternura, como si sostuviera algo realmente valioso y frágil. Su voz susurrando en mi oído palabras que era incapaz de creer en la oscuridad de su habitación. Sus labios y su lengua trazando pequeños caminos en mi piel pálida que eran imposibles de borrar ahora. Él. La manera delicada en que me tomó entre sus brazos aun cuando yo tenía demasiado miedo de cometer un error. Ya no quería pensar de nuevo en todo lo que pasó esa noche, solo quería dormir y sentirme diferente, menos perdido, menos absurdo. 

El agua de la tina se había enfriado hacia horas y afuera todavía podía escuchar las gotas de lluvia cayendo con fuerza. Cerré los ojos, había sido la primera vez en mucho tiempo que no había cubierto mis ojos cuando estaban con alguien. Era la primera vez que nadie me trataba sólo como un objeto y luego me tiraba al suelo después de usarme. No había recibido golpes o insultos, y eso de alguna forma era aterrador en muchos aspectos, porque al final yo era quien había huido luego de sentir un poco de cariño de alguien que no conocía. 

Escuché los pasos de mi madre recorriendo el pasillo, justo ahora no deseaba verla a ella o a mi padre, estaba bien ahí en la soledad que me confería esa pequeña habitación. Pero entendía que no me dejaría tranquilo a menos que pagara las facturas del mes o llevara comida a casa, suspiré. 

Ya no tenía más lágrimas que derramar, estaba seguro que había cometido la peor estupidez de mi vida, pero estaba bien, era mejor así. Además, Cameron tenía a la chica, Leah; en algún punto se daría cuenta que no estaba bien pasar tiempo con alguien como yo y que no le interesaba más experimentar con un hombre cuando había una chica que estaba más que dispuesta a llenar las noches en su cama.

Ah, maldición. 

¿Cómo podía ser tan idiota? 

Los nudillos se estrellaron en la madera de la puerta, esperé a que entendiera que quería estar solo, sin embargo, la voz de mi madre dentro de la habitación me hizo saber que no se marcharía tan pronto. 

—¿Cariño? 

Salí de la tina, mi cuerpo se sintió extremadamente frío, tomé la toalla y sequé mi cabello algo largo ahora, anudé la toalla sobre mi cintura y me miré al espejo, los golpes que alguna vez tuve ahora solo eran una vaga sombra en mi piel pálida.

Abrí la puerta y salí del baño, mi madre me miró y trató de sonreír, pero no lo consiguió del todo. Me senté sobre la cama revuelta, hacía dos días que no me levantaba de ella, así que, verla hizo que quisiera volver a dormir.

—¿Quieres contarme qué fue lo que ocurrió? 

Su voz algo preocupada me hizo voltear a verla, su expresión cansada y su rostro con ojeras me devolvió la mirada, quise abrazarla y decirle que se fuera conmigo a otra parte, que dejara todo esa mierda de vida y comenzaremos de cero. Poco había dependido de ella desde que era un adulto, pero justo ahora la necesitaba más que al aire que estaba respirando, de una forma tan desesperada que me ocasionaba pesar. 

—No. Estoy bien. 

—Hace una semana que no sales de la habitación. Después de que volviste has estado aquí, ni siquiera has comido bien y... 

—No es necesario que te preocupes. No lo hagas, por favor — susurré, ella se mordió el labio y se sentó a mi lado en la cama, su mano áspera tocó con suavidad mi mejilla. 

—¿Cariño? — preguntó, me hizo mirarla una vez más, suspiré. 

—¿Sí?

—Solo quiero saber qué ha pasado, no has estado así desde que Tanner y tú dejaron de ser amigos, hace un tiempo — dijo.

K (BL +18)  [COMPLETA] ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora