K (BL +18) [COMPLETA] ✓

15. No voy a dejarte solo.

Cameron me miró de nuevo y suspiró pesadamente.

—Entra, hablemos adentro. —Su voz fría golpeó parte de mí, suspiré y pasé una mano por mis cabellos, él observó detenidamente ese ligero toque. 

—Pero... 

—Está bien, Leah se irá pronto. No tienes que decir mucho hasta que ella se vaya. Después de eso podremos hablar, ¿está bien?

—Cameron. 

—Hablaremos después, entra voy a prepararte algo de té.

—Gracias... — susurré, él asintió y entre a la casa.  

Su casa era tal y como la recordaba, suelos de madera y colores oscuros, una de las ventanas de la sala le confería un poco más de luz, pero en general era bastante elegante y sobrio. 

—Toma asiento, prepararé el té. —Su voz se arrastró dentro de mí como algo cálido, algo familiar. 

La chica me observó, tomé asiento frente a ella, trató de sonreír sin conseguirlo, se dirigió a Cameron.

—¿De dónde se conocen?

—Una larga historia. Por cierto, ella es Leah Emerson.

—Mucho gusto — contesté, ella me miró. 

—El gusto es mío. ¿Cuál es tu nombre? —Mi mirada se dirigió rápidamente a Cameron, se encogió de hombros y desvió la mirada lejos de mí. 

—Mi apellido es Jo — susurré, porque a pesar de todo eso no era una mentira. Cameron me observó confundido, miré el piso. 

—De acuerdo y tu nombre es... 

—Leah, está bien así. El señor Jo, es alguien un poco reservado en ese tema — dicho eso, dejó su abrigo en el perchero y se dirigió a la cocina en silencio.

Leah clavó su mirada en mí por un par de minutos, luego simplemente se dedicó a mirar una revista que antes no me había dado cuenta tenía a su lado, sus odiosas uñas color lavanda me irritaron de inmediato. 

¿Por qué diablos tenía que estar ella aquí?

—Entonces señor Jo, ¿de dónde conoce a Cameron? ¿Del lugar donde trabaja? — preguntó de nuevo en tono bajo y algo afilado, sus ojos no se apartaron de la revista que sostenía, me moví un poco incómodo en mi lugar y hablé en voz baja. 

—No. Nos conocimos hace poco. 

—Oh, ¿en serio? ¿Hace cuánto?

—Realmente no lo sé. 

—No lo sabe. Que extraño, ¿son amigos?

—No. 

—Entonces, ¿de dónde lo conoce? Perdón que lo diga, pero una persona como usted siendo amigo o conocido de Cameron me sorprende. 

—Tiene razón. Realmente no sé qué hago aquí, solo... Es bastante estúpido de hecho... En fin, supongo que... me iré.

—Creo que es una buena idea, teníamos planes de cenar aquí en casa justo ahora y... 

—¡Basta, Leah! ¿Qué diablos estás diciendo? ¿Por qué lo tratas de esa manera? No es de tu incumbencia saber dónde o cómo nos conocimos o cuál es su nombre. Así que, voy a pedirte que si vas a mantener esa estúpida actitud te vayas de mi casa. 

—¿Qué? ¿Vas a echarme de casa por esta persona? 

—Lo haré, si sigues con esa actitud. 

—Está bien, yo... realmente no era nada importante lo que vine a decir, una simple estupidez... así que, sería mejor si vengo después y...