Del cielo las luciérnagas caen,
desvestido dejan al flagelo de la noche,
que alumbraba sus penumbras con el fulgor de aquel destello que yace del cielo,
se sume en oscuridad,
se presencia la ausencia de la sangre entre sus venas,
se ha calmado su respiración,
no hay latidos en el corazón,
su cuerpo aún daba calor,
la vida en sus ojos culminó,
la noche mutuo en desgracia,
cuándo mis manos a las suyas acariciaban
del cielo las luciérnagas se venian al suelo,
cayo en llanto este lamentó,
estalló el dolor entre los huesos,
¡Dios no tapes tus oídos al escuchar tanto tormento!
jamás habia sentido tanto frío, como en esa noche,
cuando un trozo de carne cae al suelo con el aliento vacío,
se vistió de traje oscuro la noche flageló,
luciérnagas cayeron del cielo,
alumbraron la pena y el dolor,
el desconsuelo encontró hogar,
el desvelo se hizo notar,
tu ausencia no e sabido soportar,
una vida ante mis ojos e visto terminar
tú vida a mis pies e visto descansar
bajo tierra, y la mierda de un animal tu cuerpo ha de quedar,
y mientras la vida me arrastra a continuar
la presencia del juego y la mofa que es la vida me ha puesto a tambalear.
